Brasil renegocia sus cr¨¦ditos sin la presencia del FMI

La primera se?al de que la reforma econ¨®mica decretada en Brasil podr¨¢ tener impacto m¨¢s all¨¢ de las fronteras del pa¨ªs surgi¨® en Washington, cuando los bancos acreedores aceptaron un nuevo acuerdo para el pago de la tercera parte de la deuda externa de Brasil. La noticia fue divulgada el domingo como una victoria, del Gobierno, ya que la reducci¨®n de los intereses y la disminuci¨®n de las tasas de spread en las nuevas fechas se han logrado sin que el Gobierno recurriese al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al mismo tiempo, miembros del Gobierno se apresuraron a aclarar que las dr¨¢sticas medidas decretadas el pasado viernes fueron impuestas sin ninguna consulta o comunicaci¨®n previa con el FMI. Hubo una preocupaci¨®n por evitar cualquier relaci¨®n entre el decreto y el acuerdo con la banca internacional, separados por 48 horas. Varias de las medidas adoptadas el viernes tienen muchos puntos en com¨²n con la cl¨¢sica receta del FMI.La Prensa brasile?a divulg¨® destacadamente ayer las afirmaciones de William Rhodes, presidente del comit¨¦ de asesor¨ªa de los bancos acreedores del Brasil, indicando que los resultados positivos del sector externo de la econom¨ªa brasile?a han sido decisivos para que la negociaci¨®n llegase a buen t¨¦rmino. Rhodes destac¨® asimismo las condiciones del acuerdo del domingo, consideradas positivas para Brasil sobre todo con la disminuci¨®n de la tasa de riesgo, o spread, que baj¨® del 2,5% al 1,25% sobre la tasa interbancaria de Londres.

El acuerdo se refiere a 6.000 millones de d¨®lares vencidos el a?o pasado, 9.000 millones que vencen en 1986 y 15,5 millones en l¨ªneas de cr¨¦dito comercial e interbancario.

Los economistas del Gobierno brasile?o, pese a su negativa a vincular el acuerdo a las nuevas y dr¨¢sticas medidas divulgadas el pasado viernes, insisten en afirmar que se trata de otro paso positivo para la econom¨ªa del pa¨ªs. Los sindicatos, sin embargo, siguen en una postura r¨ªgida en contra del decreto, que congel¨® todos los sueldos tomando como promedio la inflaci¨®n de los ¨²ltimos seis meses, mientras se congelan los precios en su punto m¨¢ximo de inflaci¨®n. Las centrales sindicales afirman su disposici¨®n en estudiar la posibilidad de una huelga general. El Gobierno, mientras tanto, se lanz¨® en una formidable campa?a publicitaria en favor de las medidas econ¨®micas.