Juan de Dios Rom¨¢n dice que el balonmano ha entrado de lleno en "la b¨²squeda del espect¨¢culo"

El Mundial A de balonmano recientemente celebrado en Suiza ha constituido un ¨¦xito para la selecci¨®n nacional, que logr¨® el quinto puesto y el acceso directo a los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l, pero tambi¨¦n puede representar el inicio del despegue de este deporte. Juan de Dios Rom¨¢n, seleccionador espa?ol, afirma que el balonmano ha entrado de lleno "en una l¨ªnea de transformaci¨®n y de b¨²squeda del espect¨¢culo"; que va a perder "la rigidez hist¨®rica de los pa¨ªses del Este".

Juan de Dios Rom¨¢n ha analizado en profundidad buen n¨²mero de v¨ªdeos de los partidos del Mundial y ha llegado a varias conclusiones sobre la evoluci¨®n del balonmano y el reto que debe imponerse en un futuro inmediato. "La primera", afirma el seleccionador espa?ol, "es que selecciones del Este con enorme tradici¨®n en este deporte, como la URSS, Ruman¨ªa, Polonia o Checoslovaquia, no han entrado entre las seis primeras y han quedado descolgadas para el Mundial B"."Equipos como Suecia, Espa?a o Islandia, e incluso Yugoslavia, que por sus caracter¨ªsticas no entran en la concepci¨®n cl¨¢sica de rigidez del juego de los pa¨ªses del Este, s¨ª lo han conseguido", declara Juan de Dios Rom¨¢n. En este sentido, el seleccionador espa?ol valora que el balonmano evoluciona hacia "un juego din¨¢mico, el jugador necesita ya menos rigidez, actuar con mayor libertad y con una personalidad abierta".

En las variantes defensivas, Juan de Dios afirma: "Ha fracasado rotundamente el intento de defensas individuales en zona, que puso en pr¨¢ctica Dinamarca en 1982. Yugoslavia ha utilizado un 3-2-1 y un 6-0 zonal en bloque; la RDA, su tradicional e impert¨¦rrito 5-1, y Suecia, Espa?a e Islandia, una constituci¨®n zonal de bloque".

La defensa ha sido la gran aportaci¨®n de Espa?a en el Mundial: "Los equipos se han sentido impulsados por la variedad t¨¢ctica del 6-0 de Espa?a, porque hemos demostrado que eso no significa mantener a los seis jugadores atr¨¢s, sino que lo hemos alternado con uno, dos o tres jugadores capaces de estructurar su trabajo defensivo hacia fuera, hacia la l¨ªnea de los nueve o 10 metros".

Tambi¨¦n se han producido aportaciones v¨¢lidas en la concepci¨®n del juego de ataque. Seg¨²n Juan de Dios, ha quedado claro que ya "es imposible actuar sin dos pivotes. En el Mundial se ha actuado as¨ª, con dos variantes, manteniendo los dos extremos, o rompiendo uno de ellos y jugar con tres primeras l¨ªneas".

Espa?a, que perdi¨® a su mejor lanzador antes del Mundial -Cecilio Alonso, por lesi¨®n-, y que se qued¨® luego sin otros dos excelentes primeras l¨ªneas -lesionados el azulgrana Papitu y Novoa, del Tecnis¨¢n-, se vio obligada "a mantener a Cabanas en situaci¨®n de extremo, a utilizar a Jaime Puig como pivote, apoyado por los movimientos de Juli¨¢n Ruiz o de Milian -renunciando al extremo izquierdo-, o bien entrando De la Puente desde la primera l¨ªnea, argumento t¨¢ctico que sali¨® muy bien contra la URSS".

Un buen lanzador

Para el seleccionador ha desaparecido tambi¨¦n la utilizaci¨®n cl¨¢sica de un director de juego y dos lanzadores: "El futuro s¨®lo se puede plantear, a mi juicio, con un extraordinario lanzador, junto a dos primeras l¨ªneas constructores de juego y, si es posible, tambi¨¦n lanzadores. Es el caso de Yugoslavia, el campe¨®n, con Cvetkovic, Vujovic y Grubic".Y era la previsi¨®n t¨¢ctica para Espa?a de no haberse lesionado Cecilio Alonso y luego Papitu y Novoa. Por ello, Juan de Dios tuvo que renunciar a su prop¨®sito inicial de utilizar al azulgrana Serrano en el extremo -posici¨®n en la que no act¨²a en su equipo-, para recuperarle "en penetraciones, no en lanzamientos", matiza Juan de Dios, "desde la primera l¨ªnea, junto a dos constructores como Reino y L¨®pez Le¨®n, con la aportaci¨®n valiosa de Melo", jugador este ¨²ltimo que sal¨ªa de una lesi¨®n y al que pudo recuperarse como lanzador.

El seleccionador culmin¨® su peculiar clase de balonmano con una frase significativa para la proyecci¨®n de este deporte en Espa?a: "Ahora les toca jugar a los directivos". A la pregunta de si van a saber jugar y c¨®mo deben hacerlo, Juan de Dios sentencia: "Arriesgando".