El tr¨¢fico en el centro de Madrid ha empeorado, a pesar de la ORA y del aumento de multas, seg¨²n el PCE
La velocidad media de los veh¨ªculos que circulan por el centro de Madrid se situaba a principios del presente a?o en 11,47 kil¨®metros por hora, seg¨²n datos facilitados por Francisco Herrera, concejal del PCE en el Ayuntamiento de Madrid. La disminuci¨®n de la velocidad media -la m¨¢s baja registrada desde 1975- revela, en opini¨®n de Herrera, la ineficacia de la actual aplicaci¨®n de la Operaci¨®n de Regulaci¨®n del Aparcamiento (ORA) y del aumento de las sanciones por infracciones de tr¨¢fico (m¨¢s de 95.000 durante el pasado a?o).
El pasado mes de diciembre, el concejal comunista Francisco Herrera critic¨® la ineficacia de la ORA con respecto a los objetivos para los que fue creada. Herrera, que no cuestionaba la necesidad de la ordenanza, se refer¨ªa a datos que demostraban una disminuci¨®n de la velocidad media del tr¨¢fico en el centro de la ciudad, mayores niveles de contaminaci¨®n y ruidos, un aumento de la circulaci¨®n de veh¨ªculos privados y, consecuentemente, una disminuci¨®n en el uso del transporte p¨²blico.Para el concejal comunista, la ordenanza "no existe para la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, ya que s¨®lo el 10% de los usuarios paga las multas". "Por otra parte", a?adi¨®, "la venta de bonos de aparcamiento ha ca¨ªdo en picado desde diciembre del a?o pasado, en que se vendieron 1.150.000 bonos, frente al 1.500.000 que ven¨ªa siendo la media hasta esa fecha". Para Herrera, el deterioro de la ORA tiene dos fechas claves: enero de 1983, en que quedan absorbidos los efectos de mejora introducidos por la normativa dos a?os antes y se inicia la cuesta abajo, y diciembre de 1985, en que comienza a caer en picado la venta de boletos.
El ineficaz sistema del cobro de multas, la carencia de inversiones en el transporte p¨²blico y la construcci¨®n de aparcamientos en la zona de aplicaci¨®n de la ORA son, en opini¨®n de Herrera, algunas de las causas que explican el fracaso de la ordenanza municipal. Seg¨²n el concejal comunista, "nadie parece saber con exactitud el n¨²mero de multas al d¨ªa por infracci¨®n a la normativa que se pone". "Pero", a?ade, "las que se pagan no superan en nin g¨²n caso el 10%".
Aumento de sanciones
La creaci¨®n de la Unidad de Circulaci¨®n a Pie de la Polic¨ªa Municipal, el pasado mes de septiembre, guarda relaci¨®n directa con un aumento de las sanciones por infracci¨®n de tr¨¢fico, cercano al 330% con respecto a enero de 1985. Estas sanciones, aunque no guardan una relaci¨®n directa con la ORA, deber¨ªan haber pro vocado, seg¨²n Herrera, un aumento en la velocidad del tr¨¢fico en el centro de la ciudad.Seg¨²n los objetivos municipales, la Unidad de Circulaci¨®n a Pie se cre¨® con la misi¨®n de con trolar la red primaria de tr¨¢fico y vigilancia preventiva. Se estructur¨® en 54 puntos centrales y en 23 perif¨¦ricos. Seg¨²n Herrera, en enero de 1985, el n¨²mero de sanciones que se impon¨ªan era de 2.600. En diciembre del mismo a?o este n¨²mero ascendi¨® a 8.600 sanciones.
La ORA entr¨® en funciona miento el 3 de noviembre de 1980, y su per¨ªmetro ha sido ampliado en cinco ocasiones a distintos barrios de la zona centro y a zonas pr¨®ximas a los mercados centrales. La ¨²ltima ampliaci¨®n, el pasado mes de enero, afect¨® a las calles que bordean el complejo Azca. A principios de a?o crearon tambi¨¦n las llamadas zonas cero-cero; esto es, aquellas calles en las que no puede aparcarse con tarjetas de residente y s¨®lo es posible hacerlo con tarjetas de la ORA. Los nuevos precios quedaron fijados en 25 pesetas la media hora, 54 la de una hora y 81 la de una hora y media.
Las tasas de aparcamiento en diversas ciudades espa?olas tienen su base legal en un decreto-ley de 1975. Desde la creaci¨®n de la ORA, los grupos de la oposici¨®n en el Ayuntamiento han insistido repetidamente en la falta de cobertura legal de la ordenanza. El defensor del pueblo, Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez, elabor¨® un informe en julio del pasado a?o en el que, pese a reconocer la legitimidad de las corporaciones municipales para establecer este tipo de ordenanzas, recomendaba al Ayuntamiento que precisara el concepto de vigilancia.
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