Luis Cobiella
El 'defensor del pueblo' canario se define como inconformista no belicoso
Luis Cobiella Cuevas, de 61 a?os, el primer diputado del Com¨²n (una especie de defensor del pueblo) de la comunidad aut¨®noma canaria, es un experto en Wagner, licenciado en Ciencias Qu¨ªmicas, poeta, avezado lector y cat¨®lico identificado con la teolog¨ªa de la liberaci¨®n. Este perfecto ilustrado, bonach¨®n y apacible, parece hecho a la medida de su nuevo cargo que acept¨®, contra su costumbre, por creer que hab¨ªa llegado la hora de comprometerse. Encarna de este modo una figura hist¨®rica, conocida anteriormente como personero o procurador, que data en las islas de la ¨¦poca de los Reyes Cat¨®licos.
Se remonta a sus picard¨ªas de juventud para recordar que fue en la d¨¦cada de los cincuenta cuando conoci¨® a un Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez embajador de Espa?a en el V¨¢ticano. Cobiella Cuevas se hab¨ªa apuntado a una peregrinaci¨®n del CEU a Italia con motivo del a?o santo, aunque su intenci¨®n era quedarse en Madrid "para vivir el ambiente nocturno tocando el acorde¨®n". Descubrieron su argucia de un pretendido tobillo torcido y hubo de contentarse con animar los fuegos de campamento, donde se gan¨® alg¨²n rapapolvo al interpretar Viva Espa?a rosa en lugar de las canciones nazis de entonces.El encuentro con el actual Defensor del Pueblo se produjo en aquel viaje durante una recepci¨®n en la sede diplom¨¢tica espa?ola en Roma. Cobiella Cuevas se hizo notar al descubrir un piano. "Interpret¨¦ ritmos regionales y all¨ª se arm¨® la marimorena", bromea. Lo que en un principio fue producto del h¨¢bito familiar, la m¨²sica, ha terminado convirti¨¦ndose en una de sus grandes pasiones. Ha dirigido orquestas, compuesto himnos y examinado sin haber pisado un conservatorio.
Aprendi¨® historia de la m¨²sica leyendo los forros de los discos y est¨¦tica musical en las revistas especializadas. Simplemente como "t¨¦cnico atitulado" se define quien ha descubierto una revolucionaria teor¨ªa de la comunicaci¨®n en la tetralog¨ªa de Wagner El anillo del Nibelungo, que acaba de concluir en su primera fase tras cinco a?os de paciente trabajo y cuya continuaci¨®n requerir¨ªa el uso de ordenadores. "Wagner intent¨® que su m¨²sica fuera el veh¨ªculo de informaci¨®n m¨¢s completo y preciso", se?ala.
Muestra una inocultable admiraci¨®n por su padre ("¨¦ramos grandes amigos"), que le encari?¨® con la literatura leyendo "en voz alta" los cl¨¢sicos espa?oles, desde Gaspar N¨²?ez de Arce hasta el Siglo de Oro, los discursos de Castelar o pensamientos filos¨®ficos en la primera edici¨®n de la obra de Ortega y Gasset ("nuestra biblia").
Su "inconformismo no belicoso", unido a avanzadas ideas cristianas, le hicieron destacar en una familia de extracci¨®n burguesa y conservadora. Desde joven, su actitud de vanguardista en solitario le acarre¨® algunos problemas con la Iglesia oficial. Una de sus creaciones po¨¦ticas para bajada de la Virgen, fiesta principal de su isla (La Palma), le supuso la apertura de un proceso episcopal por herej¨ªa, "que el ponente del obispado zanj¨®, para mi desconsuelo, invit¨¢ndome a un caf¨¦". Con 15 a?os consum¨ªa el semanario de izquierda franc¨¦s Temoignage Chr¨¦tien y editaba en papel de envolver, con m¨¦todos caseros, un peri¨®dico empapado de noticias de Radio Londres y Radio Par¨ªs, que se le¨ªa hasta en la c¨¢rcel.
Cobiella, amigo del padre D¨ªez Alegr¨ªa, acaba de publicar un libro de poemas, Desde el ser a la vida, "por una faena de amigos", indica con una timidez que le descubre como un autor injustamente ignorado. Conria en que su condici¨®n de cient¨ªfico le facilitar¨¢ la labor como diputado del Com¨²n, que concibe no como "un apagafuegos o el agua bendita", sino como "el abogado del diablo del pueblo frente al poder".
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