Funcionarios de Herrera de la Mancha se quejan de la "falta de autoridad" en la c¨¢rcel

Una situaci¨®n de "falta de autoridad" ante los presos de ETA y la existencia de un sistema penitenciario "muy relajado" para estos 220 internos, que ocupan desde 1983 el centro de r¨¦gimen cerrado de Herrera de la Mancha, han sido criticados por los funcionarios de esta prisi¨®n, considerada la m¨¢s segura de Espa?a, a ra¨ªz de los ¨²ltimos incidentes registrados el 25 de marzo. "Aqu¨ª lo que interesa es que todo est¨¦ tranquilo y los chicos no alboroten", dice un miembro de UGT, segundo sindicato en el centro tras la Uni¨®n de Funcionarios de Instituciones Penitenciarias (UFIP).

A finales de febrero, los etarras del conflictivo m¨®dulo uno amenazaron con cuchillos a los cuatro funcionarios de servicio despu¨¦s de que fuera requerida la presencia de la Guardia Civil para trasladar al departamento de aislamiento a uno de los internos. Un mes despu¨¦s, 212 presos de la organizaci¨®n terrorista vasca han realizado durante quince horas una insubordinaci¨®n colectiva, neg¨¢ndose a subir a sus celdas. Este ¨²ltimo incidente motiv¨® que un sector de los funcionarios de Herrera solicitara el cese, entre otras autoridades, del ministro de Justicia, Fernando Ledesma. La Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias, por su parte, se?al¨® en un comunicado difundido el martes que no hab¨ªa recibido ning¨²n documento firmado por los funcionarios de Herrera en el que se pidiera la dimisi¨®n de Ledesma, la del director general, Andr¨¦s M¨¢rquez, y del director de la prisi¨®n, Manuel P¨¦rez Flores, por creer que hab¨ªan claudicado ante el plante de los presos de ETA.Los funcionarios de Herrera de la Mancha, una prisi¨®n moderna ubicada en medio de la llanura manchega, a 12 kil¨®metros del n¨²cleo urbano m¨¢s pr¨®ximo, coinciden en se?alar que la permisividad que se tiene con los presos de ETA y sus familiares contrasta con el trato que reciben otros internos tambi¨¦n de primer grado y recluidos en el resto de las c¨¢rceles espa?olas de r¨¦gimen cerrado.

Al igual que en otras 29 prisiones de las 78 que dependen actualmente de Instituciones Penitenciarias, dentro de esta prisi¨®n cada interno ocupa una celda, que cuenta con lavabo y servicio. Normalmente, nunca est¨¢n ocupadas las 60 celdas de cada uno de los cuatro m¨®dulos, sino que suele haber un m¨¢ximo de 55 internos. Cada m¨®dulo es, en realidad, una prisi¨®n en s¨ª, con una habitaci¨®n que se utiliza como escuela, donde los internos estudian y tocan el chistu; comedor, biblioteca, sala de lectura y patio. Disponen de mesas calientes donde mantienen la temperatura de los platos que vienen de la cocina si no los quieren comer a la hora establecida, y en ellas, aunque no est¨¢ permitido, elaboran guisos vascos. Tienen autorizaci¨®n para utilizar cuchillos met¨¢licos y otros instrumentos, como tijeras o compases de dibujo. Cada m¨®dulo tiene un frigor¨ªfico, adem¨¢s de televisi¨®n y v¨ªdeo.

Para Manuel P¨¦rez Flores, reci¨¦n nombrado director de Herrera de La Mancha, no se trata de que la instituci¨®n penitenciaria permita una situaci¨®n de privilegio con los presos de ETA, sino que "ellos cuentan con m¨¢s medios materiales que otros presos, reciben apoyo de la organizaci¨®n e incluso aqu¨ª dentro viven en comuna, cosa que no ocurre con los presos de otras prisiones, que viven en solitario".

A estas comodidades se suma tambi¨¦n un mayor control, ya que para unos 210-220 internos se dispone de una plantilla de 172 funcionarios, la mayor¨ªa de los cuales (109, m¨¢s cuatro jefes de centro y otros cuatro de servicio, repartidos en tres turnos diarios) est¨¢ en contacto con los presos.

Para el director, la posesi¨®n por los internos de objetos punzantes no es tan peligrosa como los funcionarios afirman. "No se ha demostrado que el hecho de tener estos elementos haya provocado una agresi¨®n. Si tienen intenci¨®n de lesionar a alguien, pueden utilizar cualquier cosa aparentemente inofensiva, como las sillas, que no est¨¢n sujetas al suelo".

Los funcionarios, sin embargo, han denunciado reiteradas veces la desaparici¨®n cada cierto tiempo de los cuchillos y su utilizaci¨®n, en algunos casos, para intimidarles y amenazarles.

Medidas de seguridad

Esta prisi¨®n, que se construy¨® durante los a?os de la transici¨®n a la democracia con un presupuesto de 1.100 millones de pesetas, cuenta con unos sistemas de seguridad -desde medios electr¨®nicos aplicados a c¨¢maras, sensores o alarmas a protecciones en el subsuelo- que hacen a su director afirmar que "si esta prisi¨®n falla en algo en cuanto a seguridad, ser¨¢ fallo de las personas".Tras los incidentes de los d¨ªas 21 de febrero y 25 de marzo pasados, los funcionarios hacen evidente su crispaci¨®n por la progresiva p¨¦rdida de autoridad ante los presos de ETA, seg¨²n ellos entienden. Junto a las lecturas flexibles del reglamento, acusan de permisividad a la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias y, sobre todo, rechazan los efectos que est¨¢n teniendo las resoluciones de Francisco Grinda, juez de vigilancia penitenciaria, sobre cuya actuaci¨®n se han remitido informes a la Direcci¨®n General.

Grinda, que durante los seis primeros meses de 1985 desestim¨® 256 de las 260 sanciones impuestas a los internos por la Junta de R¨¦gimen, ha considerado en sus autos que insultos a los funcionarios como cabr¨®n o cafre no son tales. El juez de vigilancia rechaza que en sus autos exista una actitud favorable a los presos de ETA y ha se?alado, por el contrario, que en ellos siempre tiene en cuenta los condicionamientos a los que se ven sometidos los funcionarios de Herrera en su trabajo.

Un portavoz de la direcci¨®n general de Instituciones Penitenciarias ha negado, por su parte, que los presos de ETA vivan en Herrera de la Mancha en una situaci¨®n de privilegio respecto al resto de los reclusos. "Los presos de ETA", afirm¨®, "est¨¢n sometidos al ordenamiento general penitenciario, como los dem¨¢s".