La falta de cooperacion pol¨ªtica y policial y la ausencia de competencias llevaron a dimitir al fiscal 'antidroga'

"Tengo la impresi¨®n de que en la consideraci¨®n de las competencias que debe tener el fiscal especial para la lucha contra la droga hab¨ªa decisiones pol¨ªticas muy firmes, en las que mi opini¨®n contaba poco ante el Gobierno. Yo he estado diciendo que no pod¨ªa limitarme a coordinar las actividades del ministerio fiscal, e hice un esfuerzo por encontrar una definici¨®n coherente a la figura que se me encomendaba, pero me he encontrado no s¨®lo con resistencias corporativas, como la policial, sino tambi¨¦n con otras de nivel superior, porque esa resistencia corporativa no hubiera podido mantenerse sin el respaldo de los niveles pol¨ªticos", dijo a EL PA?S Jos¨¦ Jim¨¦nez Villarejo, fiscal especial antidroga, al que el jueves le fue aceptada la dimisi¨®n que hab¨ªa presentado hace cinco meses.Jim¨¦nez Villarejo, que insiste en que no quiere dejarle las cosas "todav¨ªa m¨¢s dif¨ªciles" a su sustituto o que la opini¨®n p¨²blica "saque conclusiones excesivamente negras sobre la utilidad del cargo afirma que cuando le nombraron nadie sab¨ªa con certeza lo que iba a ser el fiscal especial. ?l pens¨® que "deb¨ªa desempe?ar una doble funci¨®n: coordinar las actividades orientadas tanto a la prevenci¨®n como a la represi¨®n del tr¨¢fico ilegal de drogas". "Si tuve una cierta fortuna en lo segundo, fue muy escasa en lo primero, por las estructuras existentes, las jerarqu¨ªas establecidas y la normativa vigente, que no me permit¨ªa una incidencia real".

En un principio, Jim¨¦nez Villarejo crey¨® que se querr¨ªa modificar las normas que le imped¨ªan desarrollar su funci¨®n. Pero "vi que el cambio normativo no iba a producirse", explica, "cuando le¨ª el proyecto de la hoy ya ley org¨¢nica de la Polic¨ªa, que no dice que las unidades de la polic¨ªa especialmente dedicadas a la represi¨®n del tr¨¢fico ilegal de drogas tengan condici¨®n de policia judicial, y me lo confirm¨® la creaci¨®n de la figura del delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, al que se atribu¨ªa la coordinaci¨®n y direcci¨®n funcional de todos los departamentos y organismos con competencias en la materia -la polic¨ªa, entre otros-. Todos mis temores se han acentuado con el proyecto de creaci¨®n de la fiscal¨ªa especial para la represi¨®n del tr¨¢fico ilegal de drogas, ahora en las Cortes, que crea la fiscal¨ªa como parte de la estructura org¨¢nica del ministerio fiscal, pero no dice una palabra sobre sus competencias. Ello me ha hecho pensar que las cosas no iban a resolverse como yo quer¨ªa".

"Tras un per¨ªodo de indefinici¨®n", recuerda Jos¨¦ Jim¨¦nez Villarejo, las autoridades pol¨ªticas me hicieron saber que nunca se pens¨® en atribuir al fiscal especial la coordinaci¨®n de la polic¨ªa que trabaja en esta materia, pero esto se compadece mal con el nombramiento de un fiscal especial cuando ya, seg¨²n la Constituci¨®n, el fiscal es jefe de la polic¨ªa en sus funciones de investigaci¨®n del delito y averiguaci¨®n del delincuente. Se uni¨® adem¨¢s una situaci¨®n de hecho en la que de manera visible se hac¨ªa patente que una parte importante de la polic¨ªa no deseaba que el fiscal la coordinara. El ¨²nico respaldo que he sentido ha sido el del fiscal general del Estado, Luis Bur¨®n, que siempre ha ratificado todas mis iniciativas".

Hostilidad desmesurada

El fiscal antidroga compareci¨®, en marzo del a?o pasado, ante la Comisi¨®n de Justicia e Interior del Congreso, donde los diputados le preguntaron sobre las posibles p¨¦rdidas de estupefacientes en determinadas unidades policiales. ?l tuvo unas respuestas que calific¨® de "prudentes": no cit¨® casos concretos, pero dijo que, en un n¨²mero no del todo insignificante de casos, ten¨ªa consciencia de ello y hab¨ªa instado a los fiscales para que iniciaran actuaciones. La reacci¨®n de los responsables de la pol¨ªtica policial fue calificada por Jim¨¦nez Villarejo de "desmesurada y de abierta hostilidad".A finales de noviembre, un portavoz policial dijo en este p¨¦ri¨®dico "que hab¨ªan reducido al m¨ªnimo sus contactos conmigo y que hac¨ªan una pol¨ªtica de o¨ªdos sordos con el fiscal especial", recuerda ¨¦ste. "Ni la noticia fue desmentida ni se anunciaron sanciones contra el autor de tama?a impertinencia. Para m¨ª fue la gota que colm¨® el vaso".

El ya dimitido fiscal antidroga dice que no puede evitar "una cierta sensaci¨®n de frustraci¨®n y de fracaso". "Y pienso que en ¨¦l habr¨¢ una cuota de responsabilidad que ser¨¢ m¨ªa". ?Y el resto? Jim¨¦nez Villarejo extrema su prudencia y prefiere no hablar de culpables. S¨®lo dice que "ciertamente ha habido bastantes personas de las que tienen posibilidad de adoptar decisiones pol¨ªticas que no se han atrevido a extraer el problema del tr¨¢fico ilegal de drogas del contexto que siempre ha tenido, el exclusivamente policial, y creo que es demasiado serio para encajarlo s¨®lo en ese contexto. Y es que, como dec¨ªa Clemenceau, la guerra es una cosa demasiado grave para dejarla en manos de los militares".