Barcelona, ?despierta!

Barcelona, donde la cultura de vanguardia ha sido su constante durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, sufre un gran frenazo con la pol¨ªtica cultural de la Generalitat. La vanguardia va dejando paso a valores ancestrales que huelen a catalanismo por miedo, a ser tachados de sucursalistas, aunque lo que se haga est¨¦ bastante lejos de la forma de expresi¨®n cultural y muy cerca del folclorismo..., suficiente para algunos nacionalistas que nunca han llegado a entender la palabra cultura como expresi¨®n universal y definici¨®n de una ciudad mediterr¨¢nea y europea.Esto no quiere decir que grupos de intelectuales y artistas sigan trabajando e investigando nuevas formas de expresi¨®n y contactando con el exterior, ya sea a nivel de Estado o bien investigando y empap¨¢ndose de las corrientes externas, sin ello perder el sello caracter¨ªstico que da una ciudad como Barcelona. Pero sucede que lo que hacen no tiene proyecci¨®n, a pesar de la labor desarrollada, debido a la falta de inter¨¦s por parte de los organismos auton¨®micos, fomentando y exaltando las tendencias que van desarroll¨¢ndose en la ciudad, y dejar de realizar exposiciones antol¨®gicas a bombo y platillo con lujos¨ªsimos cat¨¢logos que no es otra cosa que trasladar cuadros de un museo a otro (traslado del Museo de Arte Contempor¨¢neo al Palau de la Virreina o Robert). Con ello no quiero desde?arlo totalmente. Barcelona se ha convertido en estos ¨²ltimos ocho a?os en la Bella Durmiente. Se han dedicado a limpiar fachadas y estructuras. Las galer¨ªas que en los a?os setenta fueron revulsivas se han acomodado a un p¨²blico burgu¨¦s, exponiendo un producto f¨¢cil y vendible (tengo que hacer varias excepciones referentes a galer¨ªas y fundaciones que tambi¨¦n est¨¢n haciendo una notable labor fuera de Barcelona). Despierta, Barcelona, de este sue?o a la que te han sometido las estructuras auton¨®micas y locales porque el germen de la cultura aflora en el pueblo catal¨¢n.-