Ruiz-Mateos ha pedido el reconocimiento de sus derechos sobre Dry Sack en el Registro de Marcas de Washington
Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos est¨¢ en espera de la respuesta de la Oficina del Registro General de Marcas de Washington a su petici¨®n, formulada a primeros de febrero del a?o en curso, de que se reconozcan sus derechos y los de sus hermanos sobre la marca Dry Sack como propietarios benericiarios tanto de Williams & Humbert como de la compa?¨ªa del Canal de la Mancha W & H Trade Marks (Jersey) Ltd. Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos parece haber tomado claramente la delantera en Estados Unidos a la Administraci¨®n espa?ola.
Ruiz-Mateos, de la mano de su abogado norte americano, Arthur Teele, est¨¢ decidido a jugar a fondo sus bazas ante los tribunales norteamericanos, aprovechando las peculiaridades de la legislaci¨®n mercantil estadounidense, mientras la Administraci¨®n da muestras de cansancio ante una serie de pleitos que pueden eternizarse, y no parece haber reaccionado por el momento.La estrategia de Ruiz-Mateos se basa en la existencia en Estados Unidos de una ley anticonfiscatoria que protege la propiedad de activos radicados en Estados Unidos por parte de sus beneficial owners, independientemente de que esos beneficiarios ¨²ltimos sean o no residentes o ciudadanos de Estados Unidos. Considerando a Dry Sack como un activo dentro del mercado norteamericano, la familia Ruiz-Mateos ha presentado en el registro una copiosa documentaci¨®n -operaci¨®n repetida en otros 11 pa¨ªses, que con EE UU suponen m¨¢s de] 90% de las ventas de Dry Sack en el mundo- para intentar demostrar que es la beneficiaria del activo Dry Sack, radicado en EE UU, como propietaria al 100% tanto de la compa?¨ªa Williams & Humbert, actualmente en manos del Patrimonio del Estado espa?ol tras la expropiaci¨®n de Rumasa, como de la firma de Jersey W & H Trade Marks Ltd.
No se trata, pues, de que Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos haya pedido en Estados Unidos el registro de la marca Dry Sack a su nombre, sino de lograr el reconocimiento por la justicia norteamericana de los derechos de los hermanos Ruiz-Mateos sobre dicha marca, como beneficiarios ¨²ltimos tanto de Williams como de la sociedad radicada en Jersey. Seg¨²n fuentes pr¨®ximas al ex presidente de Rumasa, "para que se reconozca este derecho lo ¨²nico que tenemos que demostrar es que no hemos sido indemnizados en Espa?a, en cuyo momento dejar¨ªamos de gozar de esa condicion de beneficiarios".
Demostrar el 'agujero'
En esta l¨ªnea argumental, la Administraci¨®n espa?ola se ver¨¢ as¨ª obligada a desempolvar en Estados Unidos todo el affaire de la expropiaci¨®n de Rumasa para demostrar. la existencia'del agujero que ha impedido la indemnizaci¨®n de los expropiados, al margen del tema de la constitucionalidad o no de la decision expropiatoria, en lo que aparentemente no entrar¨ªa la justicia norteamericana.Mientras tanto, la Direcci¨®n General del Patrimonio del Estado se ha limitado a viajar a Estados Unidos, hacer algunas averiguaciones sobre la sociedad registrada por Ruiz-Mateos en el Estado de Delaware, comprobar que no tiene actividad mercantil alguna y esperar. De hecho, la Administraci¨®n ha tenido noticia de la iniciativa del abogado Teele, tomada en febrero pasado, hacia mediados de la semana pasada. La estrategia oficial se orienta ahora a esperar la respuesta del registro de marcas de Washington a la petici¨®n de Ruiz-Mateos para actuar.
Por otra parte, la Administraci¨®n espa?ola se encuentra de alguna forma paralizada por la tardanza de la orden de ejecuci¨®n de la sentencia del tribunal de Londres, que el pasado 26 de marzo dio plenamente la raz¨®n al Patrimonio. Con esa sentencia en la mano, la Administraci¨®n espa?ola podr¨ªa inmediatamente solicitar la inscripcion en los distintos registros nacionales, entre ellos en el de Estados Unidos, de la propiedad de marca a nombre de Williams & Humbert.
Pero para cuando eso ocurra los abogados de Ruiz-Mateos esperan neutralizar esa operaci¨®n en EE UU haciendo valer la existencia del procedimiento ya relatado, iniciado por ellos en febrero pasado. Normalmente, esa oficina de registro en Washington no tiene capacidad legal para fallar la petici¨®n formulada, por lo que el procedimiento, superado el tr¨¢mite administrativo actual, seguir¨¢ su curso hacia instancias superiores, el Tribunal Federal y el Tribunal Supremo norteamericano.
Pleito abierto desde 1983
El Estado espa?ol y Ruiz-Mateos tienen abierto un pleito en Estados Unidos desde septiembre de 1983, paralelo al que ha venido desarroll¨¢ndose en la Corte brit¨¢nica y con id¨¦ntico planteamiento: la propiedad de la marca Dry Sack, que en el registro de marcas norteamericano cuenta con dos anotaciones, una a favor de Williams & Humbert y otra a la de la sociedad de Jersey.Como en el caso brit¨¢nico, tambi¨¦n en Estados Unidos se logr¨® en 1983 un statu quo en espera del fallo de la justicia brit¨¢nica, anot¨¢ndose en el registro una cl¨¢usula, que no fue posible Introducir en otros pa¨ªses como en la RFA, por la que se advert¨ªa a posibles terceros interesados del pleito que por la propiedad de la marca se estaba siguiendo en Londres. Mientras tanto, en el acuerdo norteamericano se citaba igualmente que Williari¨ªs podr¨ªa seguir comercializando Dry Sack en EE UU hasta tanto no hubiera fallo en Londres.
Los actuales propietarios de Williams, el Patrimonio del Estado, est¨¢n a la espera de una decisi¨®n del registro de patentes de Washington para reactivar el pleito de 1983 hasta ahora congelado, con la idea de incorporar la sentencia de la corte brit¨¢nica al sumario norteamericano.
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