Los ni?os de la bomba

Un cuarto de hora antes de la explosi¨®n, Teresa D., de 25 a?os de edad, estaba dando a luz en uno de los quir¨®fanos de la maternidad Nuestra Se?ora del Rosario que quedaron destrozados, a escasos metros del lugar d¨®nde estaba situado el coche bomba.Su marido, un guardia civil, esperaba mientras la matrona, una monja el tocologo, asist¨ªan a la j¨®ven en el parto. Por suerte, a Teresa le dio tiempo a dar a luz, felizmente, a dos mellizos, Mauricio y Enrique, que pesaron 2.800 y, 3. 100 kilos respectivamente. Nada m¨¢s subir a la habitaci¨®n, de Teresa, su marido, oyo la explosi¨®n: "Not¨¦ que retumbaban las paredes, la cama de mi mujer se movi¨®, ella no se di¨® cuenta porque estaba bajo los efectos de la anestesia". Y continua explicando "fue un susto tremendo y yo no sab¨ªa lo que pasaba".

Entonces fue cuando se asom¨® a la ventana y vio varios coches en llamas. "En un primer momento pens¨¦ que se trataba de un accidente de circulaci¨®n y que varios coches se hab¨ªan incediado", dice, "luego se dispers¨® la humareda pude ver que se trataba de un jeep de la Guardia Civil; en ese momento me di cuenta de que: se trataba de un atentado contra miembros del Cuerpo. Baj¨¦ inmediatamente a la sala donde est¨¢ la incubadora; nada hab¨ªa pasado en esta zona del hospital y mis ni?os estaban bien".

El padre, que no quiso facilitar su nombre -"porque es una situaci¨®n muy delicada", aclar¨®- es de la misma promoci¨®n de la Guardia Civil que varios de los n¨²meros muertos en el atentado. Su mujer, primeriza, y sus dos ni?os; est¨¢n bien. Una hora antes de que se produjera la explosi¨®n del coche bomba, en el mismo quir¨®fano, que result¨® pr¨¢cticamente destrozado, otra parturienta, Teresa Alisera, estaba preparada para que se le practicara una ces¨¢rea. El ni?o, tercero de sus hijos, naci¨® sin complicaciones. La siguiente.intervenci¨®n, prevista para las nueve de la ma?ana, ya no pudo realizarse.