Muere el actor norteamericano Broderick Crawford
Gan¨® un 'oscar' en 1950 por 'El pol¨ªtico'
El actor norteamericano Broderick Crawford, considerado como uno de los grandes de su generaci¨®n, muri¨® ayer, a los 75 a?os de edad, como consecuencia de un derrame cerebral, en el hospital Eisenhower de Rancho Mirage, ciudad californiana en la que resid¨ªa con su esposa y sus dos hijas. Era hijo de los comediantes Helen Broderick y Lester Crawford, naci¨® el 11 de diciembre de 1911 en Filadelfia (Pensilvania) y gan¨® en 1950 el oscar al mejor actor por su actuaci¨®n en el filme de Robert Rossen All the king's men, titulado en Espa?a El pol¨ªtico.
Broderick Crawford ingres¨® hace un a?o en el hospital Eisenhower tras padecer un derrame cerebral muy grave del que, no obstante, se repuso. Recay¨® varias veces y otras tantas fue ingresado, hasta que hace unos d¨ªas sufri¨® la reca¨ªda final que le caus¨® la muerte.Broderick Crawford debut¨® en el teatro a edad muy temprana, en la compa?¨ªa de variedades de sus padres. Sus primeros trabajos profesionales, en la d¨¦cada de los a?os treinta, fueron el de locutor y actor de radio, adem¨¢s de peque?as incursiones en papeles secundarios en el teatro, que acabaron por consagrarle como actor de ¨¦xito en su interpretaci¨®n del personaje Lenny en el drama de John Steinbeck Sonrisas y hombres, es trenado en Broadway en 1937.
Como era frecuente en el cine de aquellos a?os, este ¨¦xito teatral llev¨® a Crawford a Hollywood. Su aspecto f¨ªsico voluminoso, mal encarado, con aspecto de boxeador retirado y agresivo hizo que le encasillaran pronto en personajes violentos y malignos, entre los que hizo algunas interpretaciones muy notables de las llamadas de car¨¢cter. Su nombre comenz¨® a ser conocido a ra¨ªz del estreno en 1939 del filme de Henry Hathaway La jungla en armas, y en 1940, de Siete pecadores, de Tay Garnett.
Nunca se quej¨® Crawford de este encasillamiento. Una de sus frases favoritas era esta: "En cine es bueno tener cara de malas pulgas. Le pagan a uno por ello". Su duro aspecto de p¨²gil no proven¨ªa en realidad de ning¨²n pasado entre las cuerdas, sino de una pelea callejera en la que le partieron el tabique nasal, fractura que volvi¨® a padecer en un improvisado partido de rugby.
La II Guerra Mundial interrumpi¨® su carrera cinematogr¨¢fica que reanud¨® con dificultades terminada ¨¦sta. Despu¨¦s de varias interpretaciones hoy casi olvidadas, Crawford salt¨® en 1949 a la fama mundial con su trabajo en el filme de Robert Rossen All the king`s men, filme pol¨ªtico radical cuyo director fue poco despu¨¦s v¨ªctima de la caza de brujas del senador McCarthy. Por su trabajo en este filme Broderick Crawford gan¨® el oscar a la mejor interpretaci¨®n masculina de 1950.
Despu¨¦s de este ¨¦xito, la carrera de Crawford se agiliz¨®, e intervino en Nacida ayer, de George Cukor, en 1950; Deseos humanos, de Fritz Lang, en 1954, y Almas sin conciencia, de Federico Fellini, en 1955. Estos tres filmes tienen dentro las tres mejores creaciones de este actor, que, a partir de este gran momento, comenz¨® a descender progresivamente en cotizaci¨®n y desapareci¨® de las pantallas durante largos per¨ªodos. Estas desapariciones de Crawford se deb¨ªan a sus largas curas contra el alcoholismo que padec¨ªa desde joven y que dificult¨® gravemente su carrera y su vida privada, con dos tormentosos divorcios incluidos.
El actor sobrevivi¨® con algunos papeles secundarios e intervenciones en series de televisi¨®n, entre las que figura la titulada Patrulla de caminos.
Un pedernal fr¨¢gil
Se suele hablar con apresuramiento y exceso de generalizaci¨®n de los llamados duros del cine y prueba de ellos es que se les mete a todos, sin distinci¨®n, en la misma estanter¨ªa, como si se tratara de sacos de la misma especie.Hay muchos tipos de duros, en una escala que va desde el ani?ado que resulta no serio hasta el tallado en roca, que no puede disimular su condici¨®n. De esta ¨²ltima especie fue Broderick Crawford, como lo fueron Wallace Beery, Victor MacLaglen, Michel Simon, Robert Newton, Richard Boorie, William Bendix y Boris Karloff, entre otros.
Su aspecto de pedernal le defin¨ªa instant¨¢neamente ante el espectador como una especie de mole sin fisuras, amenazante, que pod¨ªa dispararse en cualquier direcci¨®n y en cualquier instante. Era Crawford insuperable en las escenas que preceden a la violencia, cuando esta se masca y se siente f¨ªsicamente que va a desencadenarse.
Y, sin embargo, sin hacer ning¨²n aspaviento, en el lado opuesto a las maneras exhuberantes de Wallace Beery, era capaz de extraer de su rostro emociones sutiles, s¨®lo insinuadas, de extraordinaria finura. Recuerdese la escena final de All the King`s Men y su composici¨®n del personaje de marido de Gloria Grahame en Deseos humanos. Aquella maciza mole humana, que parec¨ªa hecha de encargo para causar dolor, era igualmente capaz de sentirlo y sobre todo de expresarlo con esa doble potencia que en cine da lo indirecto, lo que ocurre por debajo de las evidencias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.