Una candidatura heterog¨¦nea

"Pretendemos que este proyecto sirva al proceso de recomposici¨®n de la izquierda", dijo ayer el secretario general del PCE, Gerardo Iglesias, en el acto de presentaci¨®n de la coalici¨®n Izquierda Unida, tras significar que la nueva plataforma se mantendr¨¢- para concurrir tambi¨¦n a las elecciones posteriores a las legislativas del 22 de junio. Sin embargo, la nueva coalici¨®n nace bajo el signo de la heterogeneidad: los siete partidos que la componen suponen no s¨®lo un equilibrio de fuerzas muy diferente, sino que, adem¨¢s, responden a ideolog¨ªas diversas.La presencia en el acto de ayer del representante de Izquierda Republicana, Paulino Garc¨ªa Partida, junto al mon¨¢rquico de toda la vida Jaime Miralles, inscrito en la plataforma como independiente, sirve para ilustrar las contradicciones que marcan el nacimiento de Izquierda Unida: m¨¢s de un asistente al multitudinario acto de la firma del acuerdo hizo notar que aquello recordaba a la Platajunta que en 1976 reuni¨®, temporalmente, a las fuerzas de la oposici¨®n. Esta heterogeneidad de las fuerzas que integran Izquierda Unida hace pensar que el programa con el que la coalici¨®n pueda concurrir a los comicios -a¨²n no elaborado- responder¨¢ a los principios muy generales expresados en el documento firmado.

El futuro y la definitiva composici¨®n de Izquierda Unida tras las elecciones legislativas del 22 de junio depender¨¢, en gran medida, del alcance de los acuerdos bilaterales entre las dos principales formaciones que integran la coalici¨®n, el PCE de Gerardo Iglesias y el PCPE de Ignacio Gallego. Una parte de esta formaci¨®n mantuvo una viva oposici¨®n a la formalizaci¨®n de un pacto preelectoral con el PCE, temiendo que pueda significar una v¨ªa para la inclusi¨®n pura y simple del PCPE en el partido que actualmente dirige Iglesias, como hace dos semanas ocurri¨® con el PCOE de Enrique L¨ªster.

Sin embargo, la tendencia mayoritaria en el PCPE apunt,3 hacia un proceso de r¨¢pida unificaci¨®n de los comunistas espa?oles: la resistencia inicial de Gallego a formalizar cualquier pacto con el PCE qued¨® vencida tras una estancia de ¨¦ste en Mosc¨², cuando ya comenzaban a, circular los rumores de que Boris Ponomariov, resposable de las relaciones con otros partidos comunistas en el PCUS, iba a, ser sustituido por otra figura, como la de Zagladyn, menos proclive a divisionismos. Una interpretaci¨®n semejante podr¨ªa darse sobre la r¨¢pida decisi¨®n de L¨ªster de integrarse en el PCE.