Hacienda tiene las listas de intereses pagados por bancos y cajas de ahorro a cada cliente
Hacienda tiene desde ayer el detalle de los intereses cobrados por cada cliente en bancos y cajas de ahorro. Las entidades de cr¨¦dito se hab¨ªan negado hasta ahora a especificar al fisco el rendimiento de sus cuentas corrientes, del ahorro y a plazo. El pleito lleva en los tribunales desde 1980, aunque tiene sus or¨ªgenes en la ley de Medidas Urgentes de Reforma Fiscal de 1977, que pretendi¨® levantar el secreto bancario. De esta nueva actitud de la banca han quedado excluidos, con benepl¨¢cito oficial, los varios billones de pesetas de dinero negro refugiado en pagar¨¦s del Tesoro y en activos financieros con retenci¨®n en origen (en la jerga del sector, los afros, o pagar¨¦s bancarios).
"Todos los grandes bancos han presentado ya las listas, excepto uno, que ha tenido problemas t¨¦cnicos y completar¨¢ su informaci¨®n el pr¨®ximo lunes", confirm¨® ayer Jaime Gaiteiro Fortes, director general de Inspecci¨®n Financiera y Tributaria. En diversas delegaciones provinciales de Hacienda tambi¨¦n informaron que el grado de cumplimiento de los peque?os bancos y de las cajas de ahorro ha sido alto.Bajo la denominaci¨®n de "resumen de retenciones de rentas del capital del a?o 1985", las listas entregadas especifican el nombre y apellidos del cliente, el n¨²mero de su documento nacional de identidad, los intereses percibidos y la retenci¨®n practicada por ellos. Algunas entidades indicaron al fisco en los ¨²ltimos d¨ªas que pod¨ªan dar integrados los datos de cada cliente.
Otras anunciaron que entregar¨ªan el detalle de cada cuenta, sin sumar las que correspondan a una misma persona. Entre bancos y cajas de ahorro re¨²nen m¨¢s de 60 millones de cuentas.
Negativas reiteradas
Hacienda ha intentado disponer de estas relaciones, sin conseguirlo, desde el a?o 1977, cuando la ley de medidas urgentes de reforma fiscal pretendi¨® levantar el secreto bancario. Pero la banca interpret¨® que, como mucho, quedaba obligada a colaborar si la inspecci¨®n le ped¨ªa datos de una determinada cuenta. Por ello, en 1978 se limit¨® a entregar los nombres de titulares de cuentas de ahorro o cr¨¦dito y de los dep¨®sitos de valores, con el anuncio de que a?adir¨ªa una vez al a?o las altas y bajas, seg¨²n los modelos que le pidiera la inspecci¨®n. Como otras empresas, tambi¨¦n acept¨® pasar un resumen anual de retenciones a cuenta por trabajo personal y por capital mobiliario. Sin embargo, las retenciones sobre los intereses de cuentas corrientes, de ahorro y a plazo quedaban ingresadas globalmente, sin detallar cantidades por cada perceptor.Ante esto, en septiembre de 1980 Hacienda reclam¨® el desglose al aprobar los modelos oficiales de declaraci¨®n de retenciones. La banca replic¨® que la ley s¨®lo la obligaba a colaborar si la inspecci¨®n ped¨ªa una cuenta determinada. Esta posibilidad, aunque apenas explotada por el fisco, ha sido respaldada por el Tribunal Constitucional en respuesta al recurso de un catedr¨¢tico. Para lo dem¨¢s, la banca defendi¨® ante los tribunales que, sin una ley distinta a la vigente, el fisco carec¨ªa de respaldo para lograr las listas de intereses. Esto lo perdi¨® el a?o pasado ante el Tribunal Supremo, aunque mediante el recurso consigui¨® paralizar la obligaci¨®n.
Entre tanto, la ley ha cambiado, para asegurar las listas desde 1985. No obstante, la banca ha llevado este a?o el asunto ante el Tribunal Constitucional, con la esperanza de librarse de presentar las relaciones de a?os anteriores. De paso, intenta que los int¨¦rpretes de la Constituci¨®n ampl¨ªen su jurisprudencia sobre la vinculaci¨®n de intimidad personal y secreto bancario.
El reglamento de activos financieros, publicado a finales de octubre para concretar la ley de 29 de mayo, se?alaba claramente la obligaci¨®n de facilitar dichas listas. A la vez, exclu¨ªa de las obligaciones de informaci¨®n, que no de tributaci¨®n, a los pagar¨¦s del Tesoro y a los afros.
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