Perez de Cu¨¦llar: "EE UU no puede justificar como leg¨ªtima defensa el ataque contra Libia"
Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar es un diplom¨¢tico de maneras suaves, prudente y con la suficiente. capacidad de encaje para resistir un puesto como el de secretario general de las Naciones Unidas, que ocupa desde el 1 de enero de 1982. "Como decimos en Per¨², una vez en el burro hay que aguantar los palos", declar¨® P¨¦rez de Cu¨¦llar, nacido en Lima hace 66 a?os, a EL PA?S, unos d¨ªas antes de viajar a Espa?a, donde el pr¨®ximo viernes inaugurar¨¢ en Madrid un centro de informaci¨®n de la ONU, la primera representaci¨®n que la organizaci¨®n internacional tiene en nuestro pa¨ªs.
Tras su apariencia pausada de profesor universitario y sus gafas de montura met¨¢lica, P¨¦rez de Cu¨¦llar esconde una firmeza en defensa de un orden internacional que considera deteriorado. "Con la Carta de las Naciones Unidas en la mano no encuentro justificaci¨®n para la acci¨®n de EE UU contra Libia, que deploro", asegura sin titubear desde su despacho del piso 38? del rascacielos de cristal que alberga a la ONU en Nueva York. "Estamos caminando al borde del abismo", asegura P¨¦rez de Cu¨¦llar, y Ronald Reagan y Mijail Gorbachov tienen la obligaci¨®n de crear un ambiente de serenidad y una verdadera distensi¨®n, que no s¨®lo sea un comp¨¢s de espera".Su dif¨ªcil papel de equilibrista al frente de una organizaci¨®n internacional, que acaba de cumplir 40 a?os y en la que est¨¢n representadas m¨¢s de 150 naciones soberanas, no le impide ser muy claro en ciertos temas. Pero siempre cubri¨¦ndose al m¨¢ximo con un lenguaje muy matizado, sin herir a nadie. En un momento, al comentar la situaci¨®n de Centroam¨¦rica, emple¨® la cautela del background, que impide al periodista transcribir directamente como suyas sus palabras. Pero dijo rotundamente que "toda eventual soluci¨®n militar en Nicaragua desfigura el problema y debe ser excluida".
P¨¦rez de Cu¨¦llar se queja de la crisis del multilateralismo, y denuncia el intento de volver a un directorio donde la pol¨ªtica internacional sea dirigida s¨®lo por los supergrandes. Pero la principal preocupaci¨®n del sucesor de Kurt Waldheim en este despacho austero, forrado de madera clara y con un amplio ventanal sobre el East River, es la crisis financiera de la instituci¨®n.
Pregunta. La crisis financiera que atraviesa la ONU y la retirada de confianza en la organizaci¨®n por parte de EE UU, que ya ha salido de la Unesco, y ha prometido reducir su contribuci¨®n al presupuesto (paga el 25% del mismo), ?es s¨®lo un incidente o supone una crisis de fondo de las Naciones Unidas?.
Respuesta. Ser¨ªa injusto decir que EE UU como pa¨ªs, en conjunto, tiene una posici¨®n negativa. Hay sectores en la Administraci¨®n norteamericana, en el Congreso, en los medios influyentes de este pa¨ªs, incluida la Prensa, que tienen una opini¨®n desfavorable respecto a la ONU. Desgraciadamente para la organizaci¨®n, estos grupos est¨¢n siendo m¨¢s influyentes y m¨¢s escuchados que antes. Trat¨¦ de hacer ver al presidente Ronald Reagan la necesidad de que EE UU no se convierta en el responsable de una ruina de la organizaci¨®n. Lamento que estas fuerzas adversas a las Naciones Unidas est¨¦n haciendo aparecer a EE UU, un pa¨ªs m¨¢s que fundador, creador, de esta organizaci¨®n, como el pa¨ªs que est¨¢ minando, socavando esta casa. Para m¨ª esto es hasta doloroso. El padre fundador est¨¢ incurriendo en una especie de filicidio.
Oposici¨®n al uso de la fuerza
P. Cuando usted lleg¨® a este puesto dijo que la ONU deb¨ªa ser un organismo protector de un comportamiento civilizado en la jungla de los asuntos internacionales. Recientemente, EE UU ha ejercido, unilateralmente, la fuerza militar contra Libia, justificando el presidente Reagan su acci¨®n en el art¨ªculo 55 de la Carta de las Naciones Unidas. ?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre esta interpretaci¨®n jur¨ªdica? ?Esto confirma, el fin del multilateralismo y el desarrollo de acciones unilaterales que dejan de lado por completo a la ONU?
R. Algunas, apariencias podr¨ªan llevar a esa conclusi¨®n. Yo deplor¨¦ el uso de la fuerza porque, con la Carta de las Naciones Unidas en la mano, no puedo sino deplorar toda acci¨®n de fuerza, tanto m¨¢s como que en este caso no se hab¨ªan agotado otros recursos. El art¨ªculo 55 no es aplicable, porque el concepto de leg¨ªtima defensa, por definici¨®n, contiene la idea de inmediatez. Si usted me ataca a m¨ª ahora y espero una semana para responder a su ataque ya no es leg¨ªtima defensa. Sin entrar en las razones pol¨ªticas que tuvo el Gobierno norteamericano, s¨®lo puedo lamentarlo. Pero tambi¨¦n, no s¨®lo deploro, sino que condeno el terrorismo, que es una de las formas m¨¢s cobardes de defender posiciones, aunque sean nobles. Nada justifica el terrorismo.
P. Usted declar¨® que ven¨ªa a la secretar¨ªa general con el objetivo de disminuir las tensiones Este-Oeste y de atenuar los desequilibrios Norte-Sur. ?Qu¨¦ es m¨¢s peligroso para la paz mundial hoy, el conflicto Este-Oeste o las diferencias entre el Norte rico y el Sur pobre?
R. La confrontaci¨®n Este-Oeste. Estamos viviendo al borde del abismo. Confiamos en la cordura de los l¨ªderes para no caer, pero no hay que olvidarse de la ley de la gravedad, que tambi¨¦n funciona en la pol¨ªtica, y va a llegar un momento en que el vac¨ªo nos va a atraer. Y ese vac¨ªo hay que llenarlo. Lo fundamental es el di¨¢logo entre Reagan y Gorbachov.
Soy totalmente contrario a volver, como en el siglo pasado, a una especie de directorio que tiene el privilegio de resolver todos los problemas mundiales. Por eso me resisto a ese concepto de las superpotencias de cuya voluntad depende la soluci¨®n de todos los problemas internacionales, aun los m¨¢s peque?os y los m¨¢s remotos. Los grandes tienen la obligaci¨®n de crear una atm¨®sfera que permita la soluci¨®n de todos los problemas internacionales. Tienen que crear una distensi¨®n, no en sentido transitorio, no un comp¨¢s de espera, sino un ambiente de serenidad duradero a base de buena fe y confianza entre las partes.
El conflicto centroamericano
P. ?Es a¨²n posible y hay tiempo para una soluci¨®n pol¨ªtica del conflicto de Nicaragua?
R. Tengo el convencimiento de que la ¨²nica soluci¨®n posible al problema de Am¨¦rica Central es a trav¨¦s de Contadora, del apoyo de pa¨ªses como Espa?a. Hay que insistir mucho en excluir toda soluci¨®n militar. Cualquier soluci¨®n militar s¨®lo agrava el problema, lo desfigura. Tenemos que seguir hasta el cansancio para encontrar una soluci¨®n dentro del marco de Contadora. Este marco puede ensancharse, ya se hizo de hecho. Decir que Contadora ha fracasado es la mejor manera de retardar la soluci¨®n del conflicto.
P. ?Es m¨¢s grave en las relaciones internacionales la cuesti¨®n de la deuda externa del Tercer Mundo que el problema de Nicaragua o de Afganist¨¢n?
R. Son temas de naturaleza diferente, y el primero tiene una soluci¨®n mucho m¨¢s f¨¢cil. La deuda es un problema pol¨ªtico, pero tiene una soluci¨®n a trav¨¦s de una decisi¨®n financiera de inspiraci¨®n pol¨ªtica. Se trata de que los pa¨ªses o las instituciones acreedoras comprendan que lo ocurrido es una situaci¨®n en la que comparten responsabilidades los deudores y los acreedores. Hay que tener en cuenta la ligereza con la que algunas instituciones bancarias, e incluso algunos pa¨ªses, prestaban dinero a las naciones latinoamericanas para inversiones no productivas o simplemente para la venta de armas. ?C¨®mo puede ahora ahorc¨¢rseles porque no pueden pagar una deuda que ellos ayudaron a contraer sabiendo perfectamente, que no eran pr¨¦stamos reproductivos?
Pero la manera franca y valerosa con que los l¨ªderes latinoamericanos han planteado el problema en la ONU ya est¨¢ surtiendo efectos ben¨¦ficos y hay una tendencia m¨¢s favorable hacia los pa¨ªses latinoamericanos. Es un problema que tiene unas ra¨ªces muy antiguas. Todos los pa¨ªses latinoamericanos tienen m¨¢s de 100 a?os de independencia, pero, desgraciadamente, la mayor parte de ellos, han tenido 100 a?os de desgobierno. No han atacado la problem¨¢tica socioecon¨®mica y ha llegado un momento en que esto ha estallado.
P. ?Detecta usted alg¨²n cambio de actitud en la URSS con respecto a Afganist¨¢n,
R. Estamos observando tanto por parte de Afganist¨¢n como de Pakist¨¢n un inter¨¦s creciente en encontrar una soluci¨®n a este problema. Mantenernos una presi¨®n constante. Las Naciones Unidas son el ¨²nico esfuerzo por hallar una soluci¨®n. Vernos que estamos haciendo progresos. pero ser¨ªa muy candoroso que le dijera yo, a estas alturas, que este asunto se va a resolver dentro de un mes, dentro de cinco o de seis meses. Est¨¢n reunidos en Ginebra (para desarrollar conversaciones indirectas auspiciadas por la ONU) y ha habido un cambio -de personas en Afganist¨¢n. Tenemos que esperar a ver qu¨¦ pasa en los pr¨®ximos d¨ªas.
P. ?Es usted un hombre optimista d est¨¢ frustrado en este dif¨ªcil cargo de secretario general de la ONU?
R. Puedo estar frustrado evidentemente. Ser¨ªa irreal que le dijera que me he pasado cinco a?os gozosos aqu¨ª en la ONU. Pero cuando uno asume funciones como ¨¦stas, pierde el derecho de quejarse y andar lament¨¢ndose. Esto no funciona, qu¨¦ barbaridad, me voy a tirar por la ventana. No. No s¨¦ si ustedes tienen en Espa?a una expresi¨®n que dice: "Una vez en el burro hay que aguantar los palos". Bueno, uno que ya est¨¢ aqu¨ª encima, a aguantar.
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