Los Morancos, elogio de la risa

Son dos hermanos. Entre los dos no suman 50 a?os. Son rubios y de Sevilla, pero irrumpen en el escenario chapurreando ingl¨¦s y vestidos con faldas; escocesas, pajarita y boina roja. A partir de ese momento construyen durante m¨¢s de una hora un espect¨¢culo delirante sin otra ayuda que algunos disfraces, una gran dosis de talento y un notable sentido esperp¨¦ntico de la existencia.S¨®lo con eso consiguen demostrar que la vida es un valle de l¨¢grimas de risas, lo cual puede que no solucione problemas trascendentales, pero da mucho sosiego.

Los Morancos utilizan una f¨®rmula sencilla a primera vista: sacan a colaci¨®n a diversos personajes de la vida nacional e internacional, los revuelven, los agitan, los manipulan con humor y con amor y sirven el brebaje al respetable provocando borracheras de hilaridad y necesidades perentorias de micci¨®n.

Una dama poco avisada que acudi¨® al local procedente de una boda hubo de salir de estampida camino de los servicios y gimiendo como una posesa: "?Que se callen estos chicos, que me orino!".

A lo largo del espect¨¢culo de Los Morancos presentado en la Sala Caribiana, junto a la plaza de Col¨®n de la capital de Espa?a, van desfilando una a una las diversas ficciones de Lola Flores ("nac¨ª cuando era chica", "el Pesca¨ªlla est¨¢ en adobo, que na m¨¢s que llegue me lo como"), La Thatcher ("es una dama de hierro y usa tampax de aluminio"), Julio Iglesias, los mormones, Felipe Gonz¨¢lez, el Butanito, Angela Channing, la Pantoja y familia, Boyer y la Preysler, Torrebruno, la Virgen de Montserrat, ("los catalanes tienen a la Virgen negra de tanto pedirle"), Butrague?o, el torero Palomo Linares ("mi mejor faena la he hecho en Galer¨ªas"), el Papa ("Felipe ha logrado lo que yo no pude conseguir: 10 millones de arrepentidos").

Como se ve, el desfile es de post¨ªn, ambicioso y escabroso, pero en ning¨²n momento hay acritud ni falta de respeto porque Los Morancos tratan con amor a todos sus fantasmas.

Ritmo vertiginoso

El ritmo del espect¨¢culo de Los Morancos sevillanos es vertiginoso; tanto que en, ocasiones no se puede uno ni re¨ªr para no perder el hilo de los desvar¨ªos.

Muchas frases pod¨ªan estar firmadas por Ram¨®n G¨®mez de la Serna: "En Burgos hace tanto fr¨ªo que los gorriones van con chaleco", "Los chicos tienen entre las piernas un tirachinas", "Se recomienda el uso de cadenas en el penal de Oca?a", "Espa?a fue a Eurovisi¨®n con un Cadillac y volvi¨® con un 133, "Si bebes, que te inviten"...

Sale uno del espect¨¢culo con retortijones en el est¨®mago y con el alma limpia. La risa es una catarsis. Los Morancos son muy pinchos, muy morunos y muy divertidos.