Los Beatles en Polonia

Yesterday, primer largometraje cinematogr¨¢fico de Rodoslaw Piwowarski, fue seleccionada para la Semana Internacional de la Cr¨ªtica de la Mostra de Venecia y, a ra¨ªz de la buena acogida que mereci¨®, fue elegida tambi¨¦n para el festival de San Sebasti¨¢n de 1985, donde gan¨® la Concha de Oro.?sos son los avales extendidos por Occidente, pero lo cierto es que el debutante Piwowarski ha surgido de la prestigiosa escuela de Lodz, de la unidad de producci¨®n que rige Andrzej Wajda, donde se gr¨¢du¨® en 1971, y tiene tras s¨ª una filmograf¨ªa en la que se alternan los cortometrajes, los documentales y las obras de ficci¨®n, todo ello con un com¨²n destino televisivo.

No es, pues, un novato que experimenta con un lenguaje que a¨²n no controla plenamente, sino un profesional de la imagen que accede, por primera vez, a un tipo de producci¨®n que le concede un mayor margen para la expresi¨®n personal.

Y su mundo no es el de un cin¨¦filo empedernido, un mit¨®mano de directores y estrellas de Hollywood, Roma, Par¨ªs o Mosc¨², ya que Piwowarski pertenece a una generaci¨®n que no se educ¨® a trav¨¦s de los sue?os de glamour destilados por la pantalla, sino buscando sus referencias en el pop de los sesenta. Y concretamente en los Beatles y en la revoluci¨®n de costumbres que los hizo posibles, esa que dio dinero y libertad a la mayor¨ªa de j¨®venes nacidos despu¨¦s de la guerra. Adem¨¢s del inter¨¦s estricto de Yesterday en tanto que historia contada con imaginaci¨®n, acidez y humor -quiz¨¢ s¨®lo sobre esa idea de construir el relato en flash-back, ya que el pesimismo que surge de ¨¦l es redundante y moralista-, el espectador espa?ol est¨¢ en inmejorables condiciones para entender lo que ve en la pantalla.

La mentalidad represiva que reina en el instituto, el peso de la Iglesia como poder que sabe aliarse con sus enemigos con tal de conservar su car¨¢cter de instituci¨®n que sanciona lo que conduce a la condenaci¨®n eterna o lo que nos encarrila en el duro y tortuoso camino que lleva hasta el purgatorio, unido al inocente entusiasmo con que se acoge la m¨²sica de los Beatles y los cabellos que con ella crecen, son factores que tambi¨¦n configuraron el paisaje espa?ol de principios de los sesenta.

Reto de juvenil

Piwowarski es la versi¨®n polaca -aunque ¨¦l haya nacido en Bielsko Biala, en Hungr¨ªa- de Peter Gothar, el cineasta magiar cuya excelente El tiempo detenido ganara en el festival de Tokio vanos cientos de miles de d¨®lares.Ambos retratan su juventud, atendiendo tanto a lo que es propio de la edad como a lo que corresponde a las particularidades del pa¨ªs, atentos a no caer en las obviedades pero evitando tambi¨¦n el f¨¢rrago de un detallismo costumbrista.

A fin de cuentas, si los rebeldes h¨²ngaros se emborrachan con coca cola, los adolescentes polacos acababan tocando el himno nacional y el del partido con sus guitarras el¨¦ctricas. Claro que si la excitaci¨®n imaginaria creada por las burbujas del refresco o por la posibilidad de tocar la bater¨ªa en p¨²blico serv¨ªa para declararse a una chica o plantarle cara al mandam¨¢s de turno, todo hay que darlo por bien empleado.