La sierra norte, una nueva orientaci¨®n
VIRGILIO CANO DE LOPEEl enorme peso del ¨¢rea metropolitana en el conjunto de la regi¨®n es la causa de que Madrid alcance valores muy elevados en los indicadores socioecon¨®micos que definen el desarrollo, ocultando importantes desigualdades. Uno de los retos de la Administraci¨®n comunitaria es se?alar las diferencias en su territorio.
El Madrid rural ha sido, durante mucho tiempo, considerado y tratado como un territorio residual, bien como suelo en expectativa de ser absorbido por el crecimiento de la capital y dem¨¢s, municipios en expansi¨®n, bien asign¨¢ndole funciones al servicio de la aglomeraci¨®n metropolitana y de su poblaci¨®n.La consecuencia ha sido doble: retroceso de las actividades productivas del sector primario y utilizaci¨®n intensiva y poco adecuada de la naturaleza.
Existen adem¨¢s, dentro de los territorios no metropolitanos, unas zonas con una problem¨¢tica espec¨ªfica. Se trata de las ¨¢reas de monta?a, que en nuestra comunidad se extienden a lo largo del l¨ªmite noroccidental.
Sus municipios presentan unas condiciones peculiares (altitud, paisaje, china, agua y nieve), que han determinado hist¨®ricamente unas relaciones basadas en el uso recreativo, deportivo y vacacional de la sierra por parte de los madrile?os urbanos, y han servido para arrancar a los municipios de monta?a de su atraso secular; pero han dado origen a nuevos problemas, como son la degradaci¨®n del medio ambiente, inadecuaci¨®n de los equipamientos sociales, especializaci¨®n econ¨®mica.
No todos los municipios de monta?a han encontrado una v¨ªa de subsistencia desarrollando la segunda residencia, las actividades o los deportes de invierno; la llamada sierra norte, situada en el V¨¦rtice septentrional de la regi¨®n, participa de las caracter¨ªsticas de recursos naturales, como agua, madera, etc¨¦tera; pero, por razones hist¨®ricas y, sobre todo, f¨ªsicas (mayor distancia, comunicaciones dif¨ªciles), ha mantenido muy pocas relaciones con el resto de la regi¨®n.
El aislamiento y abandono de esta zona ha motivado que durante a?os haya sido conocida como sierra pobre, siendo sus rasgos m¨¢s Caracter¨ªsticos el despoblamiento intenso, un envejecimiento de la poblaci¨®n y un progresivo abandono de la agricultura, a lo que hay que a?adir una excesiva fragmentaci¨®n de la estructura municipal y una gran debilidad econ¨®mica y de capacidad de gesti¨®n de los ayuntamientos.
Para fijar la magnitud del problema hay que tener en cuenta:
- La sierra norte tiene una extensi¨®n de 1.274 kil¨®metros cuadrados, el 16% de la superficie total de la Comunidad de Madrid.
- Est¨¢ integrada por 42 municipios, con una poblaci¨®n aproximada de 13.000 habitantes. Su densidad, de 11,5 habitantes por kil¨®metro cuadrado, contrasta con los 601 del conjunto de la regi¨®n madrile?a.
- Entre 1970 y 1981 ha perdido el 17% de su poblaci¨®n.
- El 17% de sus habitantes tienen m¨¢s de 65 a?os.
- Su renta per c¨¢pita es aproximadamente el 75% de la renta media nacional.
Los municipios de la sierra norte no son los m¨¢s pobres de la regi¨®n madrile?a; pero la zona, en su conjunto, s¨ª es una de las m¨¢s deprimidas y, lo que es m¨¢s grave, est¨¢ inmersa en un proceso de decadencia, que puede convertirse en irreversible a medio plazo. El problema se acent¨²a porque cualquier soluci¨®n mancomunada o de cooperaci¨®n intermunicipal est¨¢ dificultada por el aislamiento de algunos n¨²cleos y por los bajos umbrales de poblaci¨®n.
En 1982 el Consejo de Ministros declar¨® a la sierra norte comarca de acci¨®n especial, es decir, territorio de atenci¨®n preferente para la inversi¨®n en obras y servicios Esta y otras actuaciones han repetido los errores cl¨¢sicos de acciones administrativas dirigidas a propiciar el desarrollo: descoordinaci¨®n de las inversiones, atenci¨®n prioritaria a la pol¨ªtica de obras y falta de evaluaci¨®n de la rentabilidad social de los recursos gastados.
Del tradicional aislamiento y abandono de la sierra provienen algunas de sus potencialidades futuras. Mientras que otras ¨¢reas de monta?a han sufrido alteraciones graves en su medio f¨ªsico y social por fen¨®menos como el uso tur¨ªstico intensivo, la sierra norte permanece casi intocada y est¨¢ llamada a ser la gran reserva natural de la regi¨®n. Los valores que representa (paisaje, recursos naturales, arquitectura) est¨¢n siendo cada vez m¨¢s estimados en una ¨¦poca en la que la ideolog¨ªa de industrializaci¨®n a ultranza ha sido abandonada.
Desarrollo end¨®geno
En este marco, la soluci¨®n que se perfila para la sierra norte y para el conjunto de zonas de monta?a se dirige a su desarrollo end¨®geno a partir de sus propios recursos y potencialidades, garantizando la conservaci¨®n y protecci¨®n de sus valores naturales.
La Comunidad inicia ahora, mediante un proyecto de ley remitido a la Asamblea, un nuevo tipo de intervenci¨®n en la monta?a, en el marco de una pol¨ªtica general dirigida a lograr el equilibrio interno, a corregir dentro de sus competencias los desequilibrios y disfunciones originados en el seno de nuestra regi¨®n por el modelo de desarrollo que ha imperado en nuestro pa¨ªs en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Se parte de una nueva sensibilidad para valorar la importancia del patrimonio natural y del derecho de sus habitantes a ser los beneficiarios de los recursos de la zona y a alcanzar un nivel digno de vida.
La forma de intervenci¨®n dise?ada por la Comunidad de Madrid para las zonas de monta?a tiene como eje central la creaci¨®n de un organismo aut¨®nomo (la Agencia Madrile?a de ?reas de Monta?a), de car¨¢cter administrativo, que sea el instrumento ¨¢gil y eficaz necesario para realizar el trabajo t¨¦cnico y poner en pr¨¢ctica las decisiones pol¨ªticas.
La estrategia prevista se escinde territorialmente en dos alternativas distintas. Para la sierra norte, por sus caracter¨ªsticas especiales, se establece la elaboraci¨®n de un plan comarcal, figura de planificaci¨®n de vocaci¨®n universalista, en el que han de integrarse todas las acciones administrativas sobre la zona. Los objetivos generales que dicho plan habr¨¢ de perseguir son:
- Definici¨®n del modelo global de desarrollo de la sierra norte, as¨ª como de la funci¨®n que esta zona debe cumplir en la regi¨®n.
- Dise?o de los distintos programas sectoriales que han de ponerse en marcha, asign¨¢ndoles recursos concretos y estableciendo el organismo que los gestionar¨¢.
- Coordinaci¨®n de las actuaciones de todos los agentes p¨²blicos y racionalizaci¨®n de las inversiones en funci¨®n de las necesidades y prioridades definidas de acuerdo con la poblaci¨®n.
- Desarrollo de actuaciones supramunicipales que contribuyan a paliar las deficiencias de la Administraci¨®n municipal.
Se trata, en definitiva, de superar la concepci¨®n de la intervenci¨®n administrativa en la zona como una simple subsanaci¨®n de d¨¦ficit de equipamientos o infraestructuras, trabajando en dos l¨ªneas simult¨¢neas: de una parte, creando los instrumentos capaces de poner en valor los recursos propios, generando riqueza como base de la recuperaci¨®n econ¨®mica y demogr¨¢fica de la zona.
Por otra parte, es necesario adecuar la intervenci¨®n p¨²blica en el ¨¢rea a las particularidades y singularidades de la misma, y todo ello en el marco del m¨¢ximo respeto por la autonom¨ªa municipal y un alto grado de colaboraci¨®n con las corporaciones locales.
Para el resto de las zonas de monta?a, y como primer paso, se asume la puesta en pr¨¢ctica de la legislaci¨®n de agricultura de Monta?a (Ley 25/1982 y Real Decreto 2164/1984), aprobada por el Estado en la l¨ªnea elaborada por la CEE en su Directiva 258/1975, modificada en 1982 para coordinar y fomentar las acciones p¨²blicas dirigidas a estas zonas.
En definitiva, se inicia ahora una l¨ªnea de intervenci¨®n pol¨ªtica de la comunidad sobre los territorios de monta?a, combinando el tratamiento global con la actuaci¨®n espec¨ªfica en cada zona; esta intervenci¨®n ha de estar integrada en la estrategia general de ordenaci¨®n y desarrollo de la regi¨®n.
es consejero de Gobernaci¨®n de la Comunidad de Madrid.
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