Paco de Luc¨ªa y los suyos

Otra vez la m¨²sica flamenca en el teatro Real. Ya no es tan raro que esto ocurra, y es bueno que as¨ª sea. Hace un mes era Enrique Morente, ahora ha sido Paco de Luc¨ªa, quien, adem¨¢s, no era la primera vez que actuaba en tan suntuoso escenario.El concierto que nos ofirecieron Paco y su gente fue el mismo, pr¨¢cticamente, que hicieron en abril para clausurar la Cumbre Flamenca, sin la presencia del bailaor Ram¨ªrez. El mismo programa, en definitiva, que le venimos oyendo desde hace un tiempo ya, dos o tres a?os por lo menos. ?Quiere esto decir que Paco se encuentra en un largo par¨¦ntesis de sequedad creadora, que le impide incorporar nuevas ideas y nuevos sonidos a su actual repertorio? No, puesto que sabemos acaba de componer la m¨²sica para un nuevo ballet sobre Los Tarantos de Ma?as. ?Quiere decir que el concierto que comentamos se halla a¨²n tan vivo, tan fresco, que a juicio del autor no hay que pensar en retirarlo al archivo de la memoria?

Es evidente, y en cada actuaci¨®n de Paco y los suyos salta a la vista que esta m¨²sica sigue causando el delirio de la audiencia. En el Real quiz¨¢ no de manera tan estrepitosa como en el Alcal¨¢ Palace de la Cumbre -porque, claro, qui¨¦rase o no, el recinto influye de alguna manera sobre los p¨²blicos y sus modos-, pero con unanimidad de plebiscito.

As¨ª que Paco sigue con estos toques que, por a?adidura, se hallan mucho m¨¢s cerca de sus ra¨ªces musicales y vivenciales otras cosas mucho menos propias.

Sonido de 'jazz'

Que tambi¨¦n las hay aqu¨ª, ciertamente, pero, repito, de una manera mucho menos determinante. S¨®lo en las obras finales del concierto, cuando Benavent, Pardo y Dantas asumen un notable protagonismo, hay partes que suenan m¨¢s al jazz que a flamenco, con todas sus consecuencias; Paco de Luc¨ªa asume, incluso, la mec¨¢nica jazz¨ªstica de los solos instrumentales sucesivos, a la que ¨¦l se une con la guitarra flamenca. Antes de las diversas percusiones, del bajo el¨¦ctrico, de la flauta y del saxo, Paco de Luc¨ªa hab¨ªa tocado con su guitarra sola m¨²sica flamenca de la m¨¢s pura y de la mejor ley, esa m¨²sica en la que hoy por hoy Paco de Luc¨ªa es el n¨²mero uno en el mundo. Y toc¨® con la belleza y la calidad a que este rango le obliga.La m¨²sica flamenca emana de la guitarra y de la persona de este hombre con una naturalidad que la hace di¨¢fana, fresca e, incluso, aparentemente f¨¢cil. ?Y es tan dif¨ªcil! Por Levante, por sole¨¢, por C¨¢diz, por buler¨ªas, incluso por g¨¦neros m¨¢s ligeros como los f¨¢ndangos huelvanos o los tanguillos, Paco de Luc¨ªa transmina, y transmite, unos sonidos emocionantes, profundos, la m¨²sica de guitarra jonda m¨¢s hermosa que a veces nos es dado escuchar.

No ser¨ªa justo omitir la segura, profesionalidad de su hermano Ram¨®n, bien secundado por Bandera. Y el otro hermano, Pepe, que pone esa voz suya tan especial, tan cantaora, al servicio de una m¨²sica que no siempre suena flamenca, pese a lo cual el cante de ¨¦l s¨ª es enduendado y jondo como si estuviera cantando los m¨¢s puros estilos de este arte tan dif¨ªcil siempre de jerarquizar y clasificar.

As¨ª que cuando Pepe se va por derecho al cante ortodoxo y canta como se debe (que dir¨ªa un flamenco), puede alcanzar un grado de eminencia. Ocurri¨®, esta noche del teatro Real.