Dos muertos en los festejos por la victoria mexicana
Dos muertos, unos 75 heridos, 30 detenidos y, como resume el peri¨®dico Excelsior, "ruinas, robos, saqueos, da?os en la propiedad ajena, lesiones, desquiciamiento de? tr¨¢nsito y accidentes automovil¨ªsticos" es el resultado de la fiesta que sigui¨® al triunfo de M¨¦xico sobre Bulgaria, que ha servido para clasificar a la selecci¨®n mexicana por segunda vez para unos cuartos de final de un Mundial, pues ya estuvo en los de? torneo que organiz¨® en 1970. La polic¨ªa no supo frenar los incidentes, pese a los planes previstos para ello.
Uno de los muertos fue un joven de 29 a?os que iba por la calle con su hermano, que result¨® herido, y que fue alcanzado por disparos lanzados desde un autom¨®vil. El segundo muerto se produjo en la estaci¨®n de metro de Pino Su¨¢rez, cuando una turba de hinchas lanz¨® del and¨¦n a las v¨ªas a un hombre no identificado.Parad¨®jicamente, el n¨²mero de v¨ªctimas puede considerarse escaso si se tiene en cuenta que se lanzaron a las calles de la capital mexicana m¨¢s de un mill¨®n de personas, muchas de ellas demasiado agresivas, 1 para celebrar el triunfo. El ritual siempre es el mismo. Tras el pitido final del ¨¢rbitro, se procede a la ocupaci¨®n, m¨¢s o menos pac¨ªfica, de las autopistas que conducen al estadio Azteca ante la mirada complaciente de la polic¨ªa. Se obliga a parar a los coches y se gritan consignas de apoyo a M¨¦xico, en medio de una orgia tricolor con los colores nacionales.
Esta fiesta degenera a medida que avanza la noche y el consumo de alcohol y despu¨¦s comienzan los incidentes y los actos de vandalismo. Las autoridades se esfuerzan por controlar la situaci¨®n y han establecido plazas y puntos para celebrar las victorias de la selecci¨®n, pero la tarea de frenar a un pueblo que, de repente, encuentra una oportunidad de dar rienda suelta a muchos meses de frustraci¨®n resulta tan imposible como llevar agua con un cesto.
Corno un indicador del estado an¨ªmico de la sociedad se pueden recoger dos cr¨®nicas que ayer public¨® en primera p¨¢gina el diario m¨¢s prestigioso de M¨¦xico. Excelsior escribe: "Interminable, atronador, el alarido de la victoria se levant¨® sobre la ciudad entera y estremeci¨® a millones. Sus ecos multiplicados al infinito se dispersaron bajo el cielo redondo y azul desde el gran coso". La periodista Marta Anaya escribe: "El grito de la multitud fue como un largo bramido cargado de jubilo, coraje y voluptuosidad".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.