Larouche, exc¨¦ntrico l¨ªder de una extra?a secta derechista
Lyndon Larouche es un exc¨¦ntrico personaje que, despu¨¦s de pasar por el partido comunista, militar con los trotskistas y con movimientos radicales estudiantiles en los sesenta, se ha presentado tres veces a la presidencia de EE UU y afirma ahora que la reina Isabel de Inglaterra y la banca internacional est¨¢n implicadas en el tr¨¢fico mundial de droga. Aunque para los observadores es dif¨ªcil enmarcar a Larouche, que preside un extra?o grupo pol¨ªtico llamado Caucus Nacional de Comit¨¦s Laboristas (NCLC), la impresi¨®n un¨¢nime es que se trata del l¨ªder de un movimiento de extrema derecha, que ha sido calificado por la ultraconservadora Fundaci¨®n Heritage como "uno de los m¨¢s extra?os cultos de la historia de EE UU".Su grupo, que es m¨¢s que un partido, ha sido definido como una secta por el secretismo de sus actividades y su disciplinada organizaci¨®n; salt¨® el pasado mes de marzo a la atenci¨®n p¨²blica cuando dos candidatos de Larouche consiguieron ser elegidos en unas elecciones primarias dem¨®cratas en el Estado de Illinois. Unos 700 larouchistas, a menudo escondidos en denominaciones en las que aparecen como dem¨®cratas, para provocar confusi¨®n, son candidatos este a?o en elecciones estatales y locales. El Partido Dem¨®crata se ha preocupado por este intento de entrismo, y el senador Daniel Monyhan ha calificado a Larouche de fascista. La cadena de televisi¨®n NBC le llam¨® peque?o Hitler, lo que le vali¨® una querella de Larouche.
Las autoridades investigan en ocasiones los manejos econ¨®micos de la organizaci¨®n, que cuenta con abundante dinero, bombardea con propaganda a los periodistas (publica semanalmente una revista llamada Executive Intelligence Review y dos veces por semana otra publicaci¨®n denominada Solidarity). La enigm¨¢tica organizaci¨®n se jacta de tener muy buena informaci¨®n de fuentes del espionaje norteamericano y altos contactos con personajes importantes en la Administraci¨®n de Ronald Reagan. Larouche, que es autoritario y poco carism¨¢tico, seg¨²n quienes le conocen, vive en perpetuo miedo de ser asesinado, protegido por guardas, perros polic¨ªa y vallas electrificadas en una suntuosa finca en Leesburg (Virginia).
Hijo de padres cu¨¢queros, experto en econom¨ªa, de 63 a?os, sostiene que la droga es parte de un plan sovi¨¦tico para conseguir la dominaci¨®n mundial. Opina que la epidemia de SIDA es producto de las pol¨ªticas discriminatorias del Fondo Monetario Internacional y defiende que toda la poblaci¨®n debe ser chequeada para ver si sufre esta enfermedad, y los que tengan el s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida deben ser sometidos a cuarentena. En la lucha anti droga, defienden los larouchistas, deben usarse los tanques.
En su paranoica visi¨®n del mundo, Larouche dice que Henry Kissinger -ex secretario de Estado norteamericano- es un topo sovi¨¦tico infiltrado en Occidente, lo mismo que el ex candidato dem¨®crata a la presidencia Walter Mondale. La actriz Jane Fonda, por su oposici¨®n a la energ¨ªa nuclear, mereci¨® que Larouche lanzara pegatinas con la leyenda echar a Jane Fonda a que la coman las ballenas. El pacifista Bertrand Russell es "el peor demonio del siglo XX". Larouche defiende la Iniciaiva de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) o guerra de las galaxias, alentada por Reagan, porque "es mejor un l¨¢ser en el aire que un misil sovi¨¦tico en el culo".
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