La integraci¨®n en la CEE y el medio ambiente

El programa de acci¨®n de las Comunidades Europeas en materia de medio ambiente para el pr¨®ximo cuatrienio comienza a discutirse en Bruselas con ¨¢nimo de que sea aprobado durante 1986. Espa?a y Portugal asisten a los debates preliminares, que en este primer semestre del a?o preside el ministro holand¨¦s doctor Winsemius, experto en temas energ¨¦ticos, de quien se espera un eficaz per¨ªodo de gesti¨®n que consiga el consenso de todos los ministros de Medio Ambiente de la CEE para la aprobaci¨®n de una serie de directivas que regulan temas de gran incidencia econ¨®mica, como el contenido en azufre de los gas¨®leos; la introducci¨®n de catalizadores en los veh¨ªculos a motor para reducir los gases contaminantes; la prohibici¨®n de verter determinadas sustancias qu¨ªmicas, como el cloroformo y el DDT, a las aguas; el control de la contaminaci¨®n causada por el vertido de hidrocarburos al mar; la limitaci¨®n de emisiones contaminantes a la atm¨®sfera procedentes de las grandes centrales t¨¦rmicas, etc¨¦tera.El marco pol¨ªtico general de la CEE considera que, para el desarrollo arm¨®nico de las actividades econ¨®micas de los pa¨ªses miembros, los requisitos exigibles a las empresas, que asumen los costes derivados de la protecci¨®n del medio, deben ser los mismos en todo el ¨¢mbito comunitario.

?ste fue el origen de las medidas comunitarias para la defensa del medio ambiente, junto a la mejora de la calidad de vida y al convencimiento de que los recursos naturales deben utilizarse lo m¨¢s econ¨®micamente posible.

Hoy d¨ªa, una prolija regulaci¨®n avanza, mejorando las t¨¦cnicas, la informaci¨®n y el control sobre la contaminaci¨®n. Pero al tiempo que se revisa la legislaci¨®n se despierta la necesidad de contemplar el medio ambiente desde un ¨¢ngulo globalizadon que integre la dimensi¨®n ambiental en toda la planificaci¨®n econ¨®mica.

Como ejemplo, en el ¨²ltimo Consejo de Ministros de Medio Ambiente, celebrado el pasado mes de noviembre, hubo un debate orientativo sobre la necesidad de estrechar las relaciones con la Comisi¨®n de Agricultura, dado que en su seno se tratan temas que afectan en grado sumo a la pol¨ªtica ambiental, como la protecci¨®n de los bosques.

Paralelamente, la conservaci¨®n de la vida silvestre, tema del que hasta hace poco se ocupaba s¨®lo el Consejo de Europa, comienza tambi¨¦n a interesar a la CEE, que ha aprobado sendas directivas para la protecci¨®n de las aves y de las focas, y se ocupa en estos momentos de una manera insistente en la forma de atenuar los graves da?os que en los bosques y lagos n¨®rdicos y centroeuropeos ocasionan las lluvias ¨¢cidas.

Sobrexplotaci¨®n

A estas posiciones se ha llegado, por una parte, analizando las consecuencias producidas por la sobrexplotaci¨®n o el despilfarro de los recursos naturales (agua, suelo, atm¨®sfera, energ¨ªa, biocenosis). Por la otra, constatando que, una vez producida la contaminaci¨®n o la p¨¦rdida de un recurso, es infinitamente m¨¢s costosa su reparaci¨®n que lo hubieran sido las medidas tomadas en origen.

De la mano de estos razonamientos se adentra la CEE al aprobar el 27 de junio de 1985 una directiva sobre impacto ambiental, que establece la necesidad de evaluar los efectos sobre el medio, corno requisito previo a la autorizaci¨®n de ciertas obras o instalaciones. El cuarto programa de acci¨®n para el medio ambiente, que estar¨¢ en vigor hasta 1990, consolidar¨¢ la pol¨ªtica preventiva mediante el desarrollo del instrumento conocido como evaluaciones del impacto ambiental, as¨ª como por el inicio de la integraci¨®n del factor ambiental en las pol¨ªticas sectoriales: planes energ¨¦ticos, regad¨ªos, silvicultura, obras p¨²blicas, etc¨¦tera.

Paralelamente, el cuarto programa de acci¨®n pondr¨¢ un ¨¦nfasis especial en la vigilancia e informaci¨®n sobre el cumplimiento de toda la legislaci¨®n comunitaria, lo que implica un conocimiento preciso y continuado de la situaci¨®n ambiental de los Estados miembros, con balances peri¨®dicos y planes de descontaminaci¨®n en las zonas en que los l¨ªmites establecidos para alguno de los contaminantes regulados se sobrepasen.

?ste es el principal reto que la integraci¨®n en la CEE supone para Espa?a en materia de medio ambiente: adecuar los niveles de contaminaci¨®n mediante planes de saneamiento, optimizar todas las redes de vigilancia para suministrar a la CEE los balances indicadores de nuestra calidad ambiental y armonizar las normas ambientales vigentes o que se vayan promulgando a las comunitarias.

Estrategia

Pero este milenario pa¨ªs mediterr¨¢neo, encuentro de etnias y de culturas, refugio de caracter¨ªsticos y variados ejemplares de la flora y la fauna, cuyos paisajes constituyen, adem¨¢s, un importante recurso tur¨ªstico de su pol¨ªtica ambiental, las singularidades del marco territorial de aplicaci¨®n, ya que su orograf¨ªa (el pa¨ªs m¨¢s monta?oso de Europa despu¨¦s de Suiza) y bioclimatolog¨ªa (prolongadas sequ¨ªas estivales y frecuentes avenidas o torrenteras) son factores naturales que determinan la conservaci¨®n de nuestros recursos.

La estrategia de la pol¨ªtica ambiental espa?ola, que tendr¨¢ como marco los objetivos del cuarto programa de acci¨®n de la CEE a que he aludido, deber¨¢ concretarse en la conservaci¨®n de los recursos naturales y la mejora de la calidad de vida, para lo que me atrevo a adelantar algunos instrumentos que es preciso desarrollar:

- La estrecha coordinaci¨®n de las administraciones p¨²blicas.

- La evaluaci¨®n de nuestros recursos naturales.

- La investigaci¨®n cient¨ªfica sobre tecnolog¨ªas descontaminantes y reutilizaci¨®n de los desechos.

- La capacitaci¨®n plurisdisciplinar de gestores del medio ambiente.

- La informaci¨®n y la participaci¨®n p¨²blica en los procesos de toma de decisiones ambientales.