El anciano Molotov apoya la pol¨ªtica de Gorbachov
El ministro de Asuntos Exteriores de Stalin, Viacheslav Molotov, de 96 a?os, ha expresado su apoyo a la pol¨ªtica del l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, en una ins¨®lita entrevista publicada por el peri¨®dico Novedades de Mosc¨² y reproducida ayer ¨ªntegramente por la agencia oficial Tass.
En su dacha (casa de campo) de las afueras de Mosc¨², Molotov, que cay¨® en desgracia como participante en el intento de derrocar a Nikita Jruschov en 1957, afirma estar "al corriente de todos los acontecimientos". "Me animan los cambios que ocurren en nuestra vida. Es una l¨¢stima que la edad y la salud no me permitan participar activamente en ellos. Con la edad aumentan los deseos de ser ¨²til a la sociedad", asegura el anciano, seg¨²n Tass.Convertido en bisabuelo y apoy¨¢ndose en un bast¨®n, Molotov afirma que tiene una jornada de trabajo que comienza a las 6.30 con 20 minutos de gimnasia y que prosigue con diversas actividades, entre las que se incluyen seis horas de lectura, el seguimiento de los peri¨®dicos y de dos programas informativos por la televisi¨®n: uno, el telediario nocturno, Vremia, y el otro un programa dedicado a pol¨ªtica internacional. Molotov, que fue jefe de la diplomacia sovi¨¦tica entre 1939 y 1949 y entre 1953 y 1956, goza, seg¨²n Tass, de una "elevada" pensi¨®n", vive en una dacha de dos plantas con jard¨ªn y posee una gran biblioteca, que completaba con frecuentes compras hasta que su estado de salud le oblig¨® a interrumpir sus caminatas por Mosc¨².
El entorno descrito da idea de la posici¨®n privilegiada de la que goza el antiguo colaborador de Stalin, al que el historiador marxista disidente Roy Medvedev implica directamente en el terror estalinista, pero considera tambi¨¦n como una de las posibles v¨ªctimas de una nueva purga que Stalin estaba preparando cuando le sorprendi¨® la muerte en 1,953.
Junto con Ribentrop, Molotov firm¨® en agosto de 1939 el pacto de no agresi¨®n germano- sovi¨¦tico, que abr¨ªa el camino a la partici¨®n de Polonia entre el III Reich y la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Tras su apartamiento de los c¨ªrculos dirigentes, Molotov fue embajador en Mongolia y en el Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica, en Viena. Desde 1963 se encontraba "en la jubilaci¨®n", seg¨²n el diccionario diplom¨¢tico sovi¨¦tico, que no menciona su expulsi¨®n del partido, al que pertenec¨ªa desde 1906. En 1984, medios sovi¨¦ticos informaron de la devoluci¨®n del carn¨¦ del PCUS a Molotov. En aquel entonces, con Constant¨ªn Chernenko en el poder, el gesto fue contemplado con desasosiego por los defensores de la desestalinizaci¨®n. Hoy, el tono favorable empleado con Molotov se interpreta en medios occidentales en Mosc¨² como un intento de aglutinar diversos sectores pol¨ªticos existentes en la sociedad sovi¨¦tica en una empresa com¨²n dirigida por Gorbachov.
Por una parte se tiende una mano a los sectores m¨¢s liberales, con una esperanza para la publicaci¨®n de la novela de Boris Pasternak El doctor Jivago u otras obras literarias del pasado; y por otra se apela a los m¨¢s conservadores con la esperanza de obtener su apoyo sin llevar hasta sus ¨²ltimas consecuencias la pol¨ªtica que ¨¦stos propician. La idea de purgas peri¨®dicas en el PCUS fue rechazada en Pravda antes del congreso, y Gorbachov se desmarc¨® en un reciente encuentro con escritores de las propuestas de dar directrices como las que en el terreno cultural dio Zhdanov, el yerno de Stalin, tras la II Guerra Mundial.
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