Nacho Duato
Un valenciano que impone sus coreograf¨ªas en Holanda
Con s¨®lo 27 a?os, todo el mundo del ballet en Europa conoce a Nacho Duato, un valenciano que comenz¨® su andadura a los 18 a?os y que por fin ha encontrado en el Nederlands Dans Theater su hogar creativo a la sombra del checo Jiri Kylian, director de la compa?¨ªa. Los d¨ªas 4, 5 y 6 se ha visto en Madrid su primer gran ¨¦xito: Jard¨ª tancat, con m¨²sica de Mar¨ªa del Mar Bonet. ?l ha venido a bailarlo y a ser personaje central de un programa para televisi¨®n coproducido por Holanda, Alemania Occidental y el Reino Unido.
T¨ªmido a pesar de su f¨ªsico de atleta mediterr¨¢neo, Nacho Duato sonr¨ªe con la chispa de un ni?o travieso. Su estancia en Espa?a ha sido aprovechada por la televisi¨®n holandesa para filmar un programa especial sobre sus or¨ªgenes y su trabajo, de modo que todo el tiempo se ha visto perseguido por un nutrido equipo de camar¨®grafos, guionistas y luminot¨¦cnicos. Nacho sab¨ªa desde muy peque?o que quer¨ªa ser un artista: "Al principio yo quer¨ªa ser pintor, y pintaba siempre cosas abstractas, con mucha libertad. Luego descubr¨ª el baile. Estuve en el Ballet Nacional cuando lo dirig¨ªa V¨ªctor Ullate y bail¨¦ un solo. Empec¨¦ tarde, a los 18 a?os. Aunque yo no creo ese mito de que hay que empezar a los nueve a?os. Se puede empezar m¨¢s tarde".El ballet Jard¨ª tancat, varias veces premiado (que ha sido visto ahora en Madrid dentro de Los Veranos de la Villa), naci¨® de un taller: "Yo estaba trabajando :con los chicos de la compa?¨ªa joven; Kylian vio mi trabajo y no dud¨® en incluirlo en el repertorio. Pero esto no me encumbra; es s¨®lo un buen comienzo, pero nada m¨¢s."
Nacho desde muy peque?o estuvo en contacto con el campo. "Nac¨ª en Valencia, pero mis padres se trasladaron al campo. Ese color del suelo donde se baila Jard¨ª tancat trata de ser el de la tierra de la huerta valenciana. Los palos de la escenograf¨ªa son el l¨ªmite del universo del trabajador de la tierra; all¨ª nace, trabaja y probablemente muere, en contacto con la tierra".
Su trayectoria en la creaci¨®n danc¨ªstica ha sido mete¨®rica. "No puedo negar que he tenido suerte, pero no creo en la vocaci¨®n. Hay mucho de trabajo en todo esto. Llegas porque te lo trabajas, esto es as¨ª. Cuando yo llegu¨¦ a Londres no sab¨ªa nada; all¨ª hab¨ªa chicos que estaban estudiando desde peque?os y yo llegu¨¦ ya con esta estatura. Entonces me puse a trabajar a todas horas, tomando clases en varios sitios a la vez. Despu¨¦s audicion¨¦ con B¨¦jart y me tom¨®: en el Ballet del Siglo XX nac¨ª como bailar¨ªn. Estuve con Alvin Ailley en Nueva York, y ello fue una experiencia distinta y enriquecedora. Por fin llegu¨¦ al Nederlands, donde no tengo contradicciones ni rivalidades con Jiri Kylian, que en cierto sentido es como un padre art¨ªstico para m¨ª. Le considero no s¨®lo mi maestro, sino un genio de la invenci¨®n coreogr¨¢fica". Nacho no puede reprimir un alarde de sinceridad:,"Yo s¨¦ que alguna vez me ir¨¦ de su lado, necesitar¨¦ tener mi propia compa?¨ªa, mis bailarines. Es normal que eso suceda. Tal como los hijos alguna vez tienen que romper con la umbilicalidad, en el terreno art¨ªstico sucede lo mismo".
Al preguntarle por la mediterraneidad dice: "S¨ª, claro que mi trabajo lo es y yo lo soy. Pero nada de folclor f¨¢cil. Me interesan las ra¨ªces y no la apariencia. Me siento muy valenciano, pero aqu¨ª no hubiera podido hacer mi carrera. Ahora tengo deseos de venir y hacer alguna obra, montar un ballet para bailarines espa?oles, que los hay muy buenos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.