Espa?a gasta el 22% del PIB en protecci¨®n social, seg¨²n las primeras estimaciones realizadas con criterios europeos

Las primeras estimaciones realizadas con criterios de la Comunidad Europea (CE) sobre lo que gasta Espa?a en protecci¨®n social ha causado sorpresa incluso entre los autores del estudio. Si se confirman, arrojar¨ªan un 22% del producto interior bruto (PIB); es decir, una de cada cuatro o cinco pesetas generadas al a?o por la actividad econ¨®mica. Se trata de una porci¨®n equivalente a los recursos que destina al mismo f¨ªn el Reino Unido, donde fue acu?ado el t¨¦rmino de estado del bienestar o de los servicios sociales.

El pleno de la comisi¨®n interministerial de estad¨ªsticas armonizadas de protecci¨®n social ser¨¢ convocado en las pr¨®ximas semanas para conocer su primera, evaluaci¨®n, que se refiere al a?o 1982 y que ha sido realizada por la Administraci¨®n en contacto con la oficina europea de estad¨ªstica, Eurostat. Los resultados del trabajo, en el que faltan por computar al menos un 20% de los gastos sociales (concretamente los efectuados por las comunidades aut¨®nomas, corporaciones locales, empresas privadas o, p¨²blicas e instituciones privadas sin fines de lucro), van ya por cifras equivalentes al l8% del producto interior bruto.Sorpresa y escepticismo

Las primeras estimaciones realizadas por Estad¨ªsticas Integradas de Protecci¨®n Social de la CE (SESPRO), que una vez concluido el trabajo se aproximar¨ªan al 22% del PIB, han provocado sorpresa entre sus propios autores, as¨ª como escepticismo entre otras personas que han tenido acceso a las mismas. El ¨²ltimo dato, sin homologar que hab¨ªa entregado Espa?a a Eurostat se refer¨ªa al a?o 1980 y daba un 16,1% del PIB. Igualmente las m¨¢s recientes evalviaciones quedaban todav¨ªa por debajo en 1985, seg¨²n el Banco de Espa?a, las prestaciones sociales realizadas en dinero y en especie por todas las administraciones p¨²blicas ascendieron a 4.173.000 millones, el 14,8% del PIB.

Ante las primeras reacciones adversas de los expertos ajenos a la Administraci¨®n -"debe tratarse de un error, de demagogia mala", ha dicho Antonio Guti¨¦rrez, de CC OO-, los responsables del trabajo han declarado que ellos mismos recomiendan cautela en la utilizaci¨®n del mismo. Mar¨ªa Teresa Gir¨¢ldez N¨²?ez, subdirectora general de Estad¨ªstica del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se ha manifestado "de acuerdo en que no debe ser utilizado para dar una idea triunfalista". A su juicio, primero habr¨¢ que analizar con cuidado el destino funcional de los recursos y los colectivos protegidos. Uno de ¨¦stos, el m¨¢s importante despu¨¦s de los pensionistas, es el de los empleados. Es decir: que la protecci¨®n social puede haber aumentado en algunos casos por efecto de la crisis econ¨®mica, m¨¢s que de las medidas en pro del bienestar social.

Para Alfonso Barradas, funcionario del mismo departamento, el hecho de que los gastos espa?oles se aproximen en porcentaje del PIB a los del Reino Unido carece de importancia, porque este pa¨ªs figura actualmente a la cola entre los de la CE.

Efectivamente, hay cierta relaci¨®n proporcional entre los gastos que dedica cada pa¨ªs a protecci¨®n social y el consumo total por habitante, medido en ECU (unidades de cuenta europea). Mientras Grecia, Irlanda, Italia y el Reino Unido aparecen en los ¨²ltimos lugares por ambos conceptos, B¨¦lgica (31,4% del PIB), Dinamarca (30,3%) y Alemania (29,4%) ocupan los primeros puestos, seg¨²n los datos de Eurostat para el a?o al que hace referencia el estudio espa?ol, 1982.

Medido en ECU, el consumo espa?ol por habitante apenas alcanza las tres quintas partes de la media existente en la Europa de los diez. S¨®lo en Grecia y en Irlanda era algo inferior, al tiempo que el de Alemania lo duplicaba con creces.

El d¨¦cimo puesto

Si la comisi¨®n interministerial confirma lo del 22% cuando complete su trabajo, Espa?a ocupar¨¢ el d¨¦cimo puesto dentro de la CE por gastos de protecci¨®n social. Quedar¨¢n por debajo de ella Grecia, que todav¨ªa no ha facilitado datos precisos, y Portugal, donde unas estimaciones similares a las espa?olas arrojan el 14%, nivel tambi¨¦n superior al manejado hasta ahora.

En cualquier caso, ning¨²n otro pa¨ªs europeo ha realizado un esfuerzo tan grande en la protecci¨®n social como Espa?a, que al empezar la transici¨®n pol¨ªtica en 1975 s¨®lo dedicaba un 11,7% del PIB, seg¨²n estimaciones de Eurostat carentes de homologaci¨®n con las de la CE, donde por t¨¦rmino medio iban ya por el doble. Incluso Portugal estaba entonces en el 11%, tambi¨¦n con datos no homologados.

Sin embargo, 1982 marc¨® para Espa?a el punto de inflexi¨®n en el avance de los gastos sociales, a juzgar por las ¨²ltimas estimaciones del Banco de Espa?a, que incluyen los recursos dedicados a prestaciones sociales por todas las administraciones p¨²blicas con un criterio m¨¢s restrictivo que el de Eurostat. Frente al 15,1% del PIB en 1982 y 1983, el banco emisor ha estimado un descenso hasta el 14,3% en 1984 y otro posterior hasta el 14,8% en 1985, cuando tales gastos alcanzaron los 4.173.000 millones de pesetas, algo m¨¢s de un tercio de lo gastado por todas las administraciones p¨²blicas (11.442.000 millones de pesetas).

Pese a este descenso relativo en los dos ¨²ltimos a?os, las pensiones y la protecci¨®n al paro, cap¨ªtulos espoleados por la crisis econ¨®mica, sobre todo el segundo, han seguido ganando participaci¨®n. Todav¨ªa en 1985, a mitad del cual entr¨® en vigor la ley de reforma de las pensiones, que frenar¨¢ a medio plazo la expansi¨®n de los recursos destinados a las mismas, su incremento del gasto fue del 14,3% pese a que la revisi¨®n media qued¨® en el 7%. Los pagos por desempleo crecieron en el mismo ejercicio el 30%. Por el contrario, las prestaciones sanitarias s¨®lo aumentaron el 1.2%, los pagos por invalidez provisional permanecieron estancados, los de incapacidad laboral se redujeron un 12% y los gastos de protecci¨®n a la familia cayeron un 21%.