Espa?a mantiene su oposici¨®n a la nueva pol¨ªtica mediterr¨¢nea de la Comunidad Europea

Siete horas de negociaci¨®n intensiva en la noche del lunes al martes no bastaron para que Espa?a y la presidencia brit¨¢nica de la Comunidad Europea (CE) alcanzasen un acuerdo sobre la pol¨ªtica de cooperaci¨®n con los pa¨ªses terceros ribere?os del Mediterr¨¢neo. Pasadas las dos de la madrugada de ayer, Pedro Solbes, secretario de Estado para la CE, que encabeza la delegaci¨®n espa?ola, afirm¨® que se hab¨ªan producido "avances menores" pero a?adi¨® a rengl¨®n seguido que "las discrepancias segu¨ªan siendo sustanciales".

"Veo dif¨ªcil", prosigui¨®, "llegar a un acuerdo antes de las vacaciones de agosto", aunque no descart¨® del todo que la famosa pol¨ªtica mediterr¨¢nea sea finalmente aprobada este mismo mes a nivel de embajadores de los doce ante la CE, cuyos responsables de Exteriores dar¨ªan su luz verde en oto?o.Formalmente, el secretario de Estado someter¨¢ ahora, seg¨²n reza el comunicado publicado al t¨¦rmino del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores, el resultado de la discusi¨®n al Gobierno de Madrid para que decida si puede ser aceptado, pero el propio Solbes dej¨® claro de antemano que los logros obtenidos eran a¨²n insuficientes para poder dar el visto bueno.

Un portavoz brit¨¢nico hizo, sin embargo, hincapi¨¦ en que la oferta de su pa¨ªs a sus interlocutores espa?oles era de "tomar o dejar" y recalc¨® que en caso de rechazo espa?ol se volver¨ªa a negociar sobre la base de la anterior propuesta holandesa, menos favorable a las tesis espa?olas.

La base de la discusi¨®n entre la presidencia, los representantes espa?oles y la Comisi¨®n Europea fueron las modificaciones aportadas por el Reino Unido al anterior proyecto de compromiso elaborado por Holanda que, seg¨²n Solbes, supone un "t¨ªmido acercamiento a nuestra postura, a pesar de que los cambios introducidos son generalmente m¨¢s formales que reales".

Los tres principales puntos en litigio abordados durante la conversaci¨®n tripartita conciernen al volumen y reparto de los contingentes agr¨ªcolas exportados de Canarias hacia la Comunidad, as¨ª como la modulaci¨®n del precio de entrada de sus productos de la tierra en la CE.

Espa?a teme que la agricultura del archipi¨¦lago, que no forma parte de la uni¨®n aduanera -el eje de la naturaleza y del funcionamiento de la CE-, resulte desfavorecida en relaci¨®n, sobre todo, a la de los pa¨ªses del Magreb, si levanta prematuramente su bloqueo y permite as¨ª la puesta en pr¨¢ctica de la pol¨ªtica mediterr¨¢nea. El objetivo de esta pol¨ªtica consiste en proporcionar a los pa¨ªses ribere?os del Mediterr¨¢neo, especialmente a los del norte de ?frica, compensaciones por las consecuencias negativas que ha tenido para sus econom¨ªas la ampliaci¨®n de la Comunidad a Espa?a y Portugal.

Espa?a mantiene que Canarias y el sector de frutas y hortalizas no pueden ver todav¨ªa empeorada su situaci¨®n actual frente a pa¨ªses que no pertenecen a la Comunidad. La soluci¨®n en base a aportaciones financieras encuentra fuertes resistencias entre los pa¨ªses del norte de la CE, mientras Francia, que tiene grandes intereses en el ¨¢rea mediterr¨¢nea, ejerce una fuerte presi¨®n para que esta nueva pol¨ªtica sea por f¨ªn adoptada.

Los titulares de Exteriores deber¨ªan haber dado en abril a la Comisi¨®n Europea un mandato para poner en obra este modelo de cooperaci¨®n, pero las resistencias de Madrid lo han retrasado hasta ahora, y anteayer el secretario del Foreign Office brit¨¢nico y actual presidente de la CE, Geoffrey Howe, comentaba con iron¨ªa que la "pol¨ªtica mediterr¨¢nea se parece al cometa Halley: se acerca pero nunca llega".

El embajador espa?ol ante la CE, Carlos Westendorp, reconoc¨ªa, por su parte, al t¨¦rmino de una ronda de conversaciones, que la delegaci¨®n de la que formaba parte "se sent¨ªa muy aislada y presionada en la negociaci¨®n en curso", que se desarrolla en un ambiente tenso y con ¨ªntercambios, a veces, de diatribas.

Importaciones textiles

En cuanto a las relaciones econ¨®micas con terceros pa¨ªses, la Comunidad ha finalizado las negoc¨ªaciones para la renovaci¨®n del acuerdo de limitaci¨®n de 'importaciones de productos textiles con 15 pa¨ªses proveedores, seg¨²n informaron ayer fuentes de la Comisi¨®n Europea. Sin embargo, faltan por concluir las conversaciones con otros 12 Estados, entre ellos los principales productores, para lograr el conjunto de 27 acuerdos bilaterales en los que se fundamentar¨¢ el nuevo compromiso multifibras para el per¨ªodo 1986-1990.

Seg¨²n fuentes comunitarias, la renovaci¨®n de los acuerdos se ha hecho, en t¨¦rminos generales, en base a disposiciones ligeramente m¨¢s liberales que las ahora vigentes. La firma oficial de los compromisos bilaterales tendr¨¢ que esperar a la entrada en vigor del nuevo acuerdo multifibras, que ser¨¢ el cuarto de los negociados por la Comunidad Europea con los pa¨ªses de los que provienen sus importaciones textiles.

Las conversaciones para la renovaci¨®n, que se desarrollan en Ginebra en el seno del Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio (GATT), han entrado esta semana en su fase decisiva. Las discusiones m¨¢s dificiles son las que conciernen a Pakist¨¢n, Hong Kong, Brasil e India, que plantean exigencias "irreales", en opini¨®n de medios comunitarios. China tiene suscrito un acuerdo con validez hasta 1988, mientras que Taiwan est¨¢ sometida a una restricci¨®n unilateral de sus ventas por parte de la CE.

Los pa¨ªses mediterr¨¢neos que exportan productos textiles a la Comunidad, como Turqu¨ªa y Marruecos, al igual que los de ?frica, el Caribe y el Pac¨ªfico gozan de acuerdos preferenciales y no est¨¢n sometidos a las limitaciones del acuerdo multifibras.