"Mi ¨²nica afici¨®n es reflexionar sobre el futuro del socialismo"
Virgilio Zapatero G¨®mez, ministro de Relaciones con las Cortes y de la Secretar¨ªa del Gobierno, no ha dejado de reflexionar y escribir sobre el futuro del socialismo desde hace dos d¨¦cadas. Es lo que realmente le gusta. Pero ha tenido que simultanear su af¨¢n te¨®rico con la pr¨¢ctica de puestos muy al ras de la arena pol¨ªtica. Desde 1982 conoce lo que es sentir permanentemente tras de s¨ª una escolta policial y lo confortable de trasladarse en coche oficial.Todo ello por ser el titular de la Secretar¨ªa de Estado para las Relaciones con las Cortes. Ahora ese departamento ha saltado hacia arriba con el rango de ministerio. El trabajo ser¨¢ parcialmente el mismo. Hay que a?adir a su responsabilidad algunos organismos aut¨®nomos como el de Medios de Comunicaci¨®n Social del Estado, RTVE entre ellos.Su ¨²nica afici¨®n verdadera es la reflexi¨®n intelectual y, a mucha distancia, la pr¨¢ctica del front¨®n.
Entre 1978 y 1982 ocup¨® un diminuto despacho en la sede del Grupo Parlamentario Socialista, muy cerca del Congreso, desde donde dirig¨ªa, en su calidad de secretario general adjunto, toda la labor de oposici¨®n de los socialistas hacia los Gobiernos de UCD.
Siempre de forma muy discreta, sin ostentaci¨®n ni hacia fuera ni hacia dentro, y eso que era de los pocos en el PSOE que manten¨ªan contacto directo con Alfonso Guerra. "Es amigo m¨ªo desde 1978"'. Esta es la respuesta que ofrece cuando se dice que es guerrista.
Marxismo y filosof¨ªa, Escritos sobre democracia y filosof¨ªa, Marxismo y etica, Filosof¨ªa y socialismo son algunos de los t¨ªtulos de sus obras publicadas. "Me gusta reflexionar sobre cu¨¢l puede ser el papel de un partido socialista en el tiempo actual, y espero seguir haci¨¦ndolo", confiesa minutos despu¨¦s de que se hiciera p¨²blico, su inclusi¨®n en el tercer Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez.
Tuvo el tiempo justo para llegar a una tienda y adquirir un traje oscuro, atuendo que luci¨® ayer en el acto de prometer ante el Rey su acatamiento a la Constituci¨®n.
No es vaticanista
"Prometer¨¦, aunque me parece una tonter¨ªa identificar el juramento con religiosidad; 'se puede jurar por el honor, o por Espa?a", comenta sonriendo horas antes de ir a la Zarzuela. Zapatero no quiere perder el tiempo en desmentir que su procedencia pol¨ªtica no hay que buscarla en movimientos cristianos ni tampoco que lleg¨® al socialismo por la v¨ªa del Evangelio.Asegura que nunca ha pertenecido a lo que se ha dado en llamar el sector vaticanista del PSOE. "El equ¨ªvoco viene por mi amistad con Gregorio Peces-Barba, que parte de la facultad de Derecho, donde fue mi profesor, al igual que Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez". Muy pronto ¨¦l fue profesor titular de Filosof¨ªa del Derecho en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Felipe Gonz¨¢lez ha querido elevar el rango de las relaciones entre los poderes ejecutivo y legislativo. "Con este ministerio se trata de se?alar el car¨¢cter central del Congreso y del Senado en una democracia parlamentaria". Este ministerio asume algunas de las funciones que ostentaba el de Presidencia, a excepci¨®n de la parte de funci¨®n p¨²blica. "Mi labor ser¨¢ la de preparar los consejos de 'ministros, las comisiones delegadas y la coordinaci¨®n de la comisi¨®n de subsecretarios", dice.
Este ¨²ltimo ¨®rgano tendr¨¢ a partir de ahora una trascendencia pol¨ªtica muy significativa. "Ser¨¢ un ¨®rgano pol¨ªtico muy activo para agilizar y descargar el Consejo de Ministros", explica Zapatero. Para fijar la dimensi¨®n que tendr¨¢ la comisi¨®n de subsecretarios puntualiza que ser¨¢ presidida por Alfonso Guerra.
Muy a ¨²ltima hora, Virgilio Zapatero repar¨® en que su ministerio engloba tambi¨¦n diversos organismos aut¨®nomos, tales como el Bolet¨ªn Oficial del Estado y Medios de Comunicaci¨®n Social del Estado, en el que se encuentra RTVE. Acostumbrado en los ¨²ltimos cuatro a?os a estudiar proyectos de ley, informes t¨¦cnicos previos a su plasmaci¨®n en leyes y a una tarea eminentemente pol¨ªtica en la Junta de Portavoces del Congreso, palidece ante el recuerdo de las numerosas interpelaciones que el anterior ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, tuvo que responder sobre Televisi¨®n Espa?ola y su director general, Jos¨¦ Mar¨ªa Calvi?o. Le cuesta ponerse en ese lugar.
No le ocurre otro tanto, sin embargo, al pensar en ministro. "Me he ido acostumbrando paulatinamente al ejercicio de funciones de responsabilidad; mi ¨²nica preocupaci¨®n es el hacerlo bien", asegura. S¨®lo espera que, colmo hasta ahora, pueda mantener su h¨¢bito de lectura-escritura durante tres horas al d¨ªa. "Es una petulancia decir que SOY un intelectual", asegura. "Simplemente me gusta reflexionar sobre cu¨¢l es el papel de un partido socialista en el tiempo actual, y dedico mucho a estos temas".
Espera que nada impida cumplir un contrato recientemente firmado con tina editorial para escribir una obra que se llamar¨¢ Estado del bienestar. Insiste en que es realmente lo que le apetece. "Me gusta m¨¢s estar en la cocina que en el mostrador". Con esta afirmaci¨®n quiere dar a entender la "enorme timidez" que le produce la notoriedad y el contacto con los medios de comunicaci¨®n. Sin duda ostenta entre los dirigentes socialistas el r¨¦cord de la discreci¨®n. No es que haya tenido que esforzarse por guardar sigilo respecto a los asuntos de gobierno la discreci¨®n es consustancial en ¨¦l.
Hasta ahora su respuesta a los informadores ante temas menores o mayores era uniforme: "Yo de eso no s¨¦ nada". No es previsible que cambie de actitud, por lo que su promesa de ayer de mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros la cumplir¨¢ por obligaci¨®n y devoci¨®n. En la pasada legislatura tan solo se le recuerda un desliz que le mantuvo con la tez demudada y de tonos ceruleos durante varios d¨ªas. Tuvo la ingenuidad de relacionar en la Junta de Portavoces del Congreso futuras iniciativas respecto al refer¨¦ndum sobre la Alianza Atl¨¢ntica con las negociaciones de reducci¨®n de bases norteamericanas.
No hab¨ªan transcurrido cinco minutos de sus palabras cuando distintos portavoces de la oposici¨®n se precipitaron a contarlo a los informadores. El Presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, se vio forzado a desmentir tal extremo pero se le apreci¨® un ostensible disgusto al tener que desdecir algo atribuido a Virgilio Zapatero.
Temor de madre
Con cierto pudor reconoce que no tiene aficiones especiales. "Lo que verdaderamente me gusta es leer y tambi¨¦n el front¨®n".A Virgilio Zapatero, nacido hace 40 a?os en un pueblecito de Palencia, le cogi¨® el nombramiento en la soledad de su piso, cuya reforma en tabiques y techos muestra con satisfacci¨®n. "Todo lo ha hecho mi padre, que es alba?il", se?ala. Su esposa y sus dos hijos est¨¢n de vacaciones fuera de Madrid. "He llamado a mi mujer y no ha dicho nada, se ha quedado callada". Su madre, tambi¨¦n telef¨®nicamente, fue m¨¢s expresiva. "Se ha puesto a llorar y me ha dicho que tenga mucho cuidado", se?ala con manifiesta turbaci¨®n.
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