Africa en Madrid

?frica negraLas tres noches de m¨²sica africana en Madrid significaron un saludable ejercicio mental, pues no est¨¢ mal acercarse de cuando en cuando a l¨®gicas musicales tan antiguas como desconocidas.El intento no es f¨¢cil, porque es imposible hablar de m¨²sica africana en t¨¦rminos generales. Existen tantas como grupos ¨¦tnicos, y su sentido es distinto al que estamos habituados. La m¨²sica y la danza forman parte de la vida de los africanos; la utilizan como lenguaje, modo de cambio, juego social que no pertenece a ninguna elite. Por esto el programa era atractivo, y recorri¨® m¨²sicas de Mali, Marruecos y Zaire.

El plato fuerte era Ray Lema, un zaire?o de 40 a?os formado en Kinshasa, Estados Unidos, B¨¦lgica y Francia, que personifica los intentos de s¨ªntesis entre una m¨²sica africana, que reivindica su influencia en algunos compositores actuales y se niega a continuar padeciendo el expolio y la colonizaci¨®n, y la que podemos definir como m¨²sica actual, impregnada de jazz-pop norteamericano. Con un excelente grupo formado por cuatro negros y tres blancos y un sonido que har¨ªa palidecer de envidia a algunos monstruos sagrados, Ray Lema mostr¨® su particular concepto de la fusi¨®n.

El ciclo se cerr¨® con una magn¨ªfica representaci¨®n de la m¨²sica rural de Zaire, pa¨ªs que con m¨¢s de 400 etnias diferentes presenta una de las tradiciones m¨¢s abiertas, con rec¨ªprocas influencias europeas y brasile?as, de la rumba y el cha-cha-cha, y que -como afirma Souzy Kasseya, uno de sus m¨²sicos m¨¢s significativos- resume el futuro de la m¨²sica africana, inmersa entre una generaci¨®n actual con recuerdos de la ¨¦poca colonial, y la futura que, libre de ataduras, podr¨¢ desarrollarse con m¨¢s libertad.