La vieja pasi¨®n de pintar en los muros
Una costumbre subversiva que la publicidad ha recuperado para sus fines
Mensajes pol¨ªticos, comerciales, iron¨ªas porno y soflamas libertarias compiten por ocupar los muros de la ciudad, los t¨²neles ocultos y los lugares prohibidos. La pintada, un medio de comunicaci¨®n alternativo y elemental, que no precisa de dep¨®sitos legales ni permisos, llega a los sitios m¨¢s inveros¨ªmiles de Madrid, en lucha contra la incomunicaci¨®n de sus habitantes. Hoy, los mensajes en las paredes son implacablemente perseguidos por el af¨¢n de limpieza de los servicios municipales que, el pasado a?o, quitaron pintadas y carteles en una superficie de 81.549 metros cuadrados.
La pintada es fundamentalmente un medio de comunicaci¨®n alternativo de gran movilidad. Con una t¨¦cnica elemental y sin necesidad de dep¨®sitos legales ni permisos ni pago de derechos, llega a los sitios m¨¢s impensados.Entre las pintadas que recrean o enfurecen la vista del ciudadano resulta f¨¢cil diferenciar las de car¨¢cter pol¨ªtico, social y contra cultural o marginal. Estas ¨²ltimas son las m¨¢s complejas e interesantes, por la variedad de temas, su lenguaje al d¨ªa, la frescura de ideas y sus a veces profundas razones. "La tem¨¢tica de estas pintadas alejadas de la con signa f¨¢cil", se?ala Guillermo Armengol, profesor de la facultad de Ciencias de la Informaci¨®n, "suponen un. enriquecimiento progresivo y establecen una din¨¢mica en permanente mutaci¨®n, ya que abren las pare des a un di¨¢logo en marcha, creativo, pac¨ªfico y profunda mente cr¨ªtico".
Por las paredes de los edificio madrile?os han desfilado mensajes como: "La felicidad no est¨¢ s¨®lo en los colchones, b¨²scala", "Inventar nuevas perversiones sexuales, yo no puedo masss", "Ser gay es cosa de hombres", "Amaos unos sobre los otros", "Acabar con el vivir del arte e instaurar el arte de vivir" o "Si Dios existe, que no lo creo, ¨¦se es su problerna".
Las pintadas de car¨¢cter social recogen todo tipo de reivindicaciones laborales, vecinales, ecologistas y culturales. Sus contenidos est¨¢n a caballo entre la reivindicaci¨®n pol¨ªtica y ciudadana. "La Vaguada es nuestra" es uno de los que m¨¢s furor caus¨® en Madrid.
Las pintadas pol¨ªticas, por su parte, son las que hoy parecen abocadas a la desaparici¨®n. "S¨®lo los grupos de extrema izquierda siguen utiliz¨¢ndolas, y de alguna forma tambi¨¦n se van descolgando", afirma Armengol. "Ahora" a?ade, "la extrema derecha, al verse cada vez m¨¢s marginada, empieza a usar la pintada con m¨¢s profusi¨®n".
Controlar mensajes
A esta presumible decadencia hay que a?adir adem¨¢s el rechazo por parte de un gran n¨²mero de madrile?os a que se pinte en determinados lugares. "Ahora", contin¨²a Armengol, "se pretende llevar las pintadas a espacios en marcados, se pretende controlar sus mensajes, se intenta acabar con la epontaneidad y la libertad, no con el medio. Se ha des cubierto que el medio es aprovechable, pero s¨®lo si es domesticado y controlado".
Este futuro nada halag¨¹e?o para los amantes y nost¨¢lgicos de la pintada es compartido tambi¨¦n por el psiquiatra Amadeo Enr¨ªquez. "Las pintadas me parecen muy sanas, pero el peligro est¨¢ en que la ideolog¨ªa dominante las manipule y que dentro de un par de a?os se ponga una pared blanca y, de alguna manera, se d¨¦ permiso al ciudadano para que vaya a pintar all¨ª. De hecho, esto ya se est¨¢ haciendo en los colegios y en los murales que se realizan en los barrios.Eso es ya la domesticaci¨®n de la pintada".
Los mensajes de las pintadas ponen en evidencia en numerosas ocasiones la necesidad de comunicaci¨®n del individuo. Pintadas como "Q.T.R. (que trabaje Rita)", o "Se busca t¨ªo macizo y con experiencia; interesados, hacer se?ales de humo en la Puerta del Sol, de nueve a diez de la noche" ilustran situaciones de incomunicaci¨®n.
Dentro del mundo de las pintadas, los grafitos en los servicios p¨²blicos y lugares prohibidos son los m¨¢s tradicionales y preferidos. "La pintada", explica Enr¨ªquez, "determina en el sujeto una regresi¨®n a los estadios infantiles. Los servicios p¨²blicos son el sitio donde, evidentemente, el individuo se encuentra con sus aspectos m¨¢s pregenitales". Mensajes del estilo: "Por un retrete m¨¢s c¨®modo, ¨²nete al grupo de la taza grande", expresan tan s¨®lo el deseo de una mayor comodidad para las necesidades de tipo anal, pero junto a ¨¦stos aparecen otros cuyos protagonistas son los deseos inconscientes, el narcisismo, la necesidad de exhibicionismo, el placer por lo prohibido y perverso y las manifestaciones s¨¢dicas y masoquistas. "El graffiti en el lavabo es un mensaje m¨¢s privado, m¨¢s ¨ªntimo. Los mensajes del mundo del inconsciente y de los deseos reprimidos est¨¢n en las puertas de los lavabos, no en la calle", afirma Enr¨ªquez. En cualquier caso, la pintada, en sus a?os de andadura, ha demostrado su eficacia. Un ejemplo de ello es el uso que la publicidad hace de la misma. Bebidas, vaqueros y una larga lista de productos, especialmente aquellos dirigidos a los j¨®venes, se han beneficiado de esta astucia publicitaria, pero tambi¨¦n lo han hecho partidos pol¨ªticos e instituciones p¨²blicas, como el propio Ayuntamiento, con la campa?a que llev¨® por lema: Madrid, claro que s¨ª.
81.549 metros cuadrados de pared
Pintura diluida en agua para abaratar el producto; pintura al aceite, m¨¢s dificil de eliminar, y aerosoles de pintura para coches, ya bastante indeleble, conforman la evoluci¨®n de los materiales que los madrile?os han utilizado para pintar las paredes de la ciudad en los ¨²ltimos 20 a?os.De forma paralela a la complejidad de los materiales utilizados en las pintadas, evolucionaron tambi¨¦n las t¨¦cnicas para su limpieza.
En la actualidad, el Ayuntamiento dispone de una divisi¨®n especial dentro del Departamento de Limpiezas, con 120 personas. Su misi¨®n es retirar vallas y pancartas y limpiar el carril-bus, pero sobre todo eliminar carteles y pintadas. "Para quitar las pintadas hay que utilizar productos qu¨ªmicos, disolventes especiales o chorros de arena, que tiene un car¨¢cter abrasivo", comenta Jorge Tinas, director de los Servicios de Medio Ambiente municipales.
En total, durante el a?o 1985 se limpiaron 81.549 metros cuadrados de superficies de fachadas que se hab¨ªan utilizado para realizar pintadas, y otros 85.819 metros cuadrados se liberaron de carteles.
L meticulosidad municipal va m¨¢s lejos. El mismo a?o, otros 8.275 metros cuadrados fueron sometidos a un tratamiento preventivo. "En aquellas zonas donde hay una mayor tendencia a colocar y a hacer pintadas?, aclara Tinas, "damos ahora unos l¨ªquidos especiales, de forma que el cartel se cae solito al cab¨® de un cierto tiempo y facilitan tambi¨¦n la limpieza".
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