Decretada la 'alerta roja' antiterrorista en la India

Un separatista sij se responsabiliz¨® el pasado domingo por la noche del asesinato del general Arun Vaidya, jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de la India cuando se produjo el asalto al Templo Dorado de Arriritsar en junio de 1984. Los funerales por el general Vaidya se celebraron ayer en medio de fuertes medidas de seguridad -inmediatamente despu¨¦s del atentado fue decretada la alerta roja antiterrorista-, y precedidos por una huelga de protesta.El presunto asesino, que guard¨® el anonimato, inform¨® de su acci¨®n en una llamada telef¨®nica a la delegaci¨®n de la agencia de noticias UNI en Pune (Estado de Maharashtra, al oeste de la India), donde Vaidya fue asesinado a tiros el domingo por la ma?ana. El indiv¨ªduo, que hablaba en hindi, se present¨® como un ciudadano de Jalist¨¢n, la naci¨®n por cuya independencia luchan los sijs en el Estado de Punjab (al norte de la India).

Mientras tanto, los peri¨®dicos indios denunciaban ayer fallos del dispositivo de protecci¨®n que, en su opini¨®n, permitieron la realizaci¨®n del atentado.

A este respecto, la agencia india PTI cita al jefe de la polic¨ªa de Pune, M. J. Misar, seg¨²n el cual "los dispositivos en materia de seguridad resultaron incapaces" de asegurar la protecci¨®n del general.

Nada m¨¢s conocerse la noticia del asesinato, el Ministerio del Interior decret¨® una alerta roja antiterrorista y reforz¨® la vigilancia policial en los aeropuertos, estaciones de tren y autobuses y otros lugares estrat¨¦gicos.

El Parlamento de Nueva Delhi dispuso un d¨ªa de luto nacional y las fuerzas de seguridad del Estado de Maharashtra lanzaron una vasta campa?a de b¨²squeda en persecuci¨®n de los asesinos. En Pune, las escuelas y la mayor¨ªa de las oficinas y tiendas permanecieron cerradas para sumarse a una huelga de protesta convocada a ¨²ltima hora del domingo por varios partidos hind¨²es de la ciudad.

El general Vaidya, de 60 a?os, result¨® herido de muerte en la cabeza y el cuello por los disparos de un comando de cuatro hombres que circulaban en dos motos. La esposa de Va¨ªdya fue alcanzada por una bala en el muslo. Cuando se produjo el crimen, el matrimo nio regresaba a su casa en autom¨®vil tras haber realizado una compras en el centro de la ciudad. El ex jefe del Ej¨¦rcito indio -se retir¨® hace seis meses- hab¨ªa recibido numerosas amenazas de muerte.