Salvar Gredos
Y otra vez hablando de agon¨ªa. ?Cu¨¢ndo de la esperanza? Para Unamuno, Gredos, "el espinazo de Espa?a", donde "al pie del Almanzor se llena la vista con la visi¨®n dantesca del anfiteatro rocoso", era sin duda uno de los lugares m¨¢s bellos y pintorescos no s¨®lo de nuestro territorio, sino de Europa. Hoy contin¨²a siendo uno de sus ¨²ltimos reductos naturales. ?Es, o era?El ¨¢rea de Gredos, aproximadamente 5.000 kil¨®metros cuadrados, contaba en 1950 174.000 habitantes. Hoy apenas si alcanza los 120.000. Son muchos los municipios que cuentan menos habitantes que a principios de siglo. S¨®lo 5 de los 114 que componen dicha ¨¢rea tienen m¨¢s que en 1980, agudiz¨¢ndose el problema en el Aravalle, sierra de B¨¦jar, alto Tormes y tierra de pinares. Junto a la emigraci¨®n, el envejecimiento y la escasa natalidad configuran una demograf¨ªa regresiva.
Gredos es sin duda, desde el punto de vista f¨ªsico, uno de los m¨¢s hermosos y variados espacios naturales de la Espa?a interior. Pero nuestra civilizaci¨®n est¨¢ m¨¢s preocupada por destruir, por obtener el m¨¢ximo beneficio en el m¨ªnimo tiempo posible, que por preservar. Angustiada de velocidad, devora el presente sin, no ya so?ar, sino esperar el futuro. Y tampoco la pol¨ªtica socialista ha sido receptiva en este sentido. Parece encontrarse m¨¢s cerca del continuismo banca-fiesta marbell¨ª que de la racionalizaci¨®n del campo y la conservaci¨®n de la naturaleza.
En 1918 se inicia la solicitud de declaraci¨®n de parque nacional para la sierra de Gredos, a la manera de otros espacios protegidos en Espa?a o el mundo. En 1975, in¨²tilmente Eduardo Mart¨ªnez de Pis¨®n insiste en el tema. Un a?o despu¨¦s se logra paralizar -yo dir¨ªa que s¨®lo en parte- un intento para urbanizar la sierra de Gredos. Asociaciones ecologistas, presiones individuales y universidades castellanas impiden la destrucci¨®n del paisaje de la zona de Hoyos del Espino. Diez a?os despu¨¦s, nuevamente la decadencia y la angustia atenazan Gredos.
El 3 de julio del presente a?o, la Consejer¨ªa de Bienestar Social de la Junta de Castilla y Le¨®n ha catalogado como aguas nocivas la mayor parte de las aguas de Gredos: del puente del Duque, en Hoyos del Espino, al puente Viejo o la presa de Cachagrano, en El Barco de ?vila; de Las Brujas, en La Carrera, a El Cuervo, en los Llanos del Tormes; de La M¨¢quina, en La Horcajada, al puente Bohoyo... El deterioro del r¨ªo, a?o tras a?o, parece imparable. Y todos los nativos de la zona conocen las causas: vertidos de aguas residuales de los pueblos por los que discurre el Tormes al mismo, sin depuraci¨®n previa. Vertidos industriales del matadero municipal de El Barco -en febrero de 1984 se aprob¨®, dentro del Plan Indicativo de Mataderos de Castilla y Le¨®n, uno nuevo para este t¨¦rmino. Nueve meses se tard¨® en hacer un proyecto que posteriormente fue desechado-. Y en verano, los incontrolados campistas.
Secuelas de suciedad
En 1985 exist¨ªan nueve campings controlados. Frente a ellos es frecuente la acampada junto al r¨ªo, con las secuelas de suciedad, acumulaci¨®n de basuras, vertido de productos t¨®xicos -adem¨¢s del peligro de incendios- que conlleva. Tradicionalmente, la caza y la pesca hac¨ªan so?ar a muchos con tiempos medievales, con b¨²squedas, m¨¢s que de piezas a cobrar, de soledad, de otras m¨²sicas, cristal en el aire, ant¨ªc¨¢rcel en el paisaje. Pero lo medieval s¨®lo aparece hoy en el feudalismo que impera a la hora que del aprovechamiento de la caza y la pesca se da en el area de Gredos. La reprivatizaci¨®n de extensas ¨¢reas de monta?a para cotos de cazas particulares, en los que alternan algunos ilustres nombres junto a domingueros madrile?os de posici¨®n burguesa. Doscientas mil son las hect¨¢reas acotadas, que, unidas al problema de los furtivos, agotan las reservas de caza. Se est¨¢ extinguiendo la Capra hisp¨¢nica victoriae. Secreto a voces el del tr¨¢fico de cabezas por altos jerarcas, algunos hasta autointitulados con t¨ªtulos nobiliarios. Mueren los peces por los vertidos nocivos al Tormes.
Existen cotos privados de pesca en las sierras. Las aguas de la plataforma de Gredos siguen siendo coto privado. Las redes utilizadas para descastar hacen peligrar no s¨®lo la existencia de truchas, sino de la boga y del barbo. El envenenamiento con lej¨ªa del r¨ªo para aprovecharse de las truchas muertas. El pescador ribere?o recuerda aquellos tranquilos tiempos en que pod¨ªa vivir de la pesca.
"?sta es mi Espa?a un coraz¨®n desnudo / de viva roca / del granito m¨¢s rudo / que con sus crestas en el cielo toca". (Unamuno).
Del alto macizo al valle de los cerezos (primaveras casi ¨¢rabes); de las lagunas desnudas a los profundos valles intramonta?osos; de los pinares o bosques med¨ªos a las fosas y valles externos, nuevamente un grito contra la barbarie de la tecnocracia y la civilizaci¨®n del consumo: salvar Gredos.
Gredos cuenta hoy con 32.000 explotaciones, de las que s¨®lo el 1 % tiene m¨¢s de 100 hect¨¢reas. Un 16% de la poblaci¨®n activa en paro. El 16,2% es tierra de cultivo. El 30%, de prados y pastizales. Casi un 40%, forestal. La mitad de la poblaci¨®n tiene una actividad agraria.
Y las gentes de Gredos hablan de posibles soluciones contra esta decadencia. Hablan de c¨®mo el r¨ªo Tormes es la primera industria de la zona y hay que preservarle; frenar la corta de los alisos en las m¨¢rgenes del r¨ªo que fijaban el nitr¨®geno, y la roturac¨ª¨®n de pastos rorestales que contribuyen a deteriorar el ecosistema; terminar con la agresi¨®n urban¨ªstica: bloques erigi¨¦ndose frente a caser¨ªos trad¨ªcionales, ruptura del medio natural, de la concepci¨®n del entorno -paisaje-h¨¢bitat-, continua especulaci¨®n del suelo para segunda o tercera vivienda.
Hasta 120.000 personas pueden ocupar hoy esta residencia secundaria. Urbanizaciones que agotan el suelo agrario, alteran la tradicional configuraci¨®n arquitect¨®nica, que nacieron sin control, y se desarrollaron con carencia de fundamentales servicios o deterioro de los mismos, como la Buenos Aires Gredos, de El Barco de ?vila. Mientras, no se han introducido mejoras habitables en muchos de los asentamientos primitivos. Edificios originales y art¨ªsticos derruidos. Otros, abandonados. Hasta romper una identidad. En zonas como Navas, Ca?ada, Piedralaves, Cebreros, Cuevas del Valle, etc¨¦tera, la vivienda secundaria est¨¢ impidiendo un proceso de racionalizaci¨®n de la vida en Gredos -econom¨ªa, cultura, sociedadY se quejan de la falta de apoyo por parte de la Administraci¨®n -central y auton¨®mica- para poner en marcha un programa global que impida el hundimiento definitivo de Gredos.
Campa?as c¨ªvicas
Y creen que habr¨ªa que impulsar los regad¨ªos, seleccionar el ganado, impulsar sus derivados, asentar a la poblaci¨®n con buenos servicios, desarrollar un turismo m¨¢s efectivo y mejor dotado, mancomunando municipios para servicios comunes, mejorando el comercio con asociaciones y cooperativas agrarias, regulando las zonas de camping previa selecci¨®n de las mismas, realizando mejoras en las depuraciones y vertidos: colector emisario para El Barco, estaciones depuradoras de aguas residuales antes de su vertido al Tormes, plan de saneamiento integral para todos los pueblos de la comarca, potenciaci¨®n de las cabeceras intermedias en las zonas del alto Gredos, respetando sus elementos risicos, creando una cultura que una la tradici¨®n a la din¨¢mica presente, impulsando campa?as c¨ªvicas de todos los ayuntamientos y propietarios de fincas y tierras, promulgando un reglamento que regule la ley de pesca y haciendo de la naturaleza un parque cada vez m¨¢s preservado y no una mercanc¨ªa m¨¢s al servicio de los depredadores de turno. Gredos. La belleza y la sensibilidad se deslumbran ante su conocimiento, en el abrazo con su realidad. Porque luchamos por una historia futura, unimos nuestra voz a la voz de los que desde hace a?os gritan: salvemos Gredos.
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