Los grandes grupos bancarios cerraron 163 oficinas hasta el mes de mayo
Los siete grupos bancarios han cerrado un total de 163 oficinas en los cinco primeros meses del a?o, casi la misma cifra que en todo el a?o anterior, y para la segunda mitad del ejercicio se esperan m¨¢s modificaciones en las redes de oficinas. Las variaciones de sucursales se han realizado con traslados de trabajadores. Las razones de esta reducci¨®n se concretan en la necesidad de ahorrar costes, el replanteamiento del papel que debe jugar cada banco y el acomodar la relaci¨®n entre habitantes y sucursales a los baremos de la CE.
Otra raz¨®n adicional que opera en algunos grupos es la elevada cantidad de bancos como consecuencia de la adquisici¨®n de entidades en crisis que tuvo lugar hasta hace dos a?os. Los grupos que adquirieron m¨¢s bancos se han encontrado con redes de oficinas duplicadas que han tenido que ir absorbiendo en estos a?os.La situaci¨®n de partida de unos grupos u otros no es homog¨¦nea y por eso tampoco lo vienen siendo completamente las soluciones que cada uno aplica a su red de oficinas. Frente a importantes disminuciones en algunos casos, se da lo contrario en otros, que siguen abriendo oficinas.
El Banco de Bilbao y el Vizcaya son las entidades que han mostrado una mayor propensi¨®n a cerrar sucursales tanto en 1985 como en los cinco primeros meses del ejercicio actual. Mientras el Bilbao cerr¨® 61 sucursales hace un a?o, el Vizcaya clausur¨® 44. Hasta finales de mayo de 1986 el Vizcaya disminuy¨® el n¨²mero de sucursales en 148 y el Bilbao se ha desprendido de 29 locales. Otros grupos, como el Central o el Santander, han incrementado su red en 1986 en 16 y 12 oficinas, respectivamente.
La fuerte reducci¨®n que se ha operado en el Banco de Vizcaya tiene como origen la revisi¨®n de la regionalizaci¨®n de los distintos bancos que formaban el grupo. La decisi¨®n de no tener m¨¢s de una segunda marca en cada regi¨®n provoc¨®, por ejemplo, la absorci¨®n de Ahorrobank por Catalana y del Banco de Cr¨¦dito Comercial por el Occidental. Las redes de estos bancos coincid¨ªan en muchos n¨²cleos urbanos y, con la absorci¨®n, se decidi¨® el cierre de las no necesarias. Algo similar ha pasado en el grupo del Bilbao, con la decisi¨®n de absorber por la matriz al Banco de Huesca, relativamente implantado en Arag¨®n y una parte de Catalu?a.
Lo que parece fuera de duda es que todos los grupos, unos en mayor proporci¨®n que otros, se encuentran sobredimensionados en oficinas -lo que origina unos costes de transformaci¨®n no laborales bastante elevados- que debe corregirse. No parece l¨®gico a primera vista que grupos bancarios con menor pasivo y activo que otros tengan un n¨²mero mayor de oficinas. Es lo que pasa, por ejemplo, entre el Central y Banesto o entre los dos bancos vascos o el Bilbao y el Hispano.
Red congestionada
La red de oficinas de todos estos grupos llega pr¨¢cticamente a todos los puntos de relativa importancia. Hasta hace unos a?os, cada vez que un banco decid¨ªa abrir una sucursal en un pueblo o un barrio era imitado por el resto de forma inmediata. Por aquellos a?os el n¨²mero de oficinas era similar en todos los grandes bancos, salvo en el caso de los tres primeros, que era m¨¢s elevada. La compra de bancos en crisis, al tiempo que hac¨ªa crecer el balance de los grupos, increment¨® el n¨²mero de sucursales en mayor proporci¨®n.
Y entidades como Banesto o Central, presentes en la pr¨¢ctica totalidad de pueblos y ciudades, se encontraron con redes duplicadas al contar con nuevos bancos del grupo. El grupo Banesto en la actualidad est¨¢ formado por 14 entidades, buena parte de las cuales apenas s¨ª aporta nada distinto al grupo. Lo normal es que algunas de estas fichas desaparezcan en los pr¨®ximos meses y que, por tanto, algunas oficinas se integren en las entidades que permanezcan y que el resto sean cerradas. Algo de eso ha empezado a pasar ya en este a?o.
El caso de los bancos de Santander y Popular es algo distinto como consecuencia de que mantuvieron una pol¨ªtica de no adquirir bancos en crisis, llegando el Popular a vender los que le correspondieron en la reprivatizaci¨®n de Rumasa. Su red es la m¨¢s peque?a de todos los grupos, tambi¨¦n su tama?o de balance, y ello explica en parte que crezca el n¨²mero de oficinas, caso del Santander, o permanezca estable, como ocurre en el Popular.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.