Conrado Alonso Buitr¨®n
Un diputado que al dejar su esca?o regresa a la mina
Pastor de ovejas, franquista, fogonero y electricista en la mina Antracitas Gaiztarro han sido los oficios de este peque?o hombre de 40 a?os reci¨¦n cumplidos que cuando entr¨® por primera vez en el Congreso de los Diputados a ocupar su esca?o fue retenido en la puerta durante unos instantes por dos polic¨ªas, que le requisaron la bolsa de cuero donde llevaba el acta de diputado: "Quiz¨¢ mi aspecto no ofrec¨ªa demasiada confianza, pero yo quer¨ªa llevar el jersei de punto que me hab¨ªa tejido mi mujer".
El pasado d¨ªa 1 Conrado Alonso Buitr¨®n, nacido en la cuenca minera de Toreno, casado y con tres hijos, volvi¨® al pozo Escandal, a su antiguo puesto de electricista en las entra?as de la tierra. Ese d¨ªa alguno de sus amigos, a los que tan s¨®lo se les reconoce en el pozo por su mirada y la blanca dentadura, le dio el p¨¦same. Los m¨¢s le recibieron con un "ya est¨¢s de vuelta, compa?ero"."No es tan malo volver a la mina", dice, "lo ¨²nico que, despu¨¦s de seis a?os fuera, uno pierde ese sexto sentido que tiene el minero. Yo, desde luego, tengo que reconocer que he sentido inseguridad fIsica".
Su padre, Manuel Alonso, ya muerto, tesorero de la UGT local en 1936, fue minero en la misma empresa y se salv¨® del habitual pase¨ªllo gracias al cari?o que le profesaba el alcalde del pueblo, quien le hab¨ªa tenido hospedado en su casa varios a?os. Este hecho, seg¨²n Conrado Alonso, le marc¨® de forma definitiva su tendencia pol¨ªtica actual. Pocos meses despu¨¦s de la muerte de Franco reagrupa a los viejos sindicalistas de la cuenca minera y desempolva las tradicionales reivindicaciones del sector en el seno de UGT.
En 1982 sale elegido diputado en las generales por el PSOE, y desde entonces se le conoce como el diputado minero o viceversa, "que da igual, pues si me dicen que con cu¨¢l me quedo no sabr¨ªa qu¨¦ contestar".
No obstante, su vida no est¨¢ exenta de paradojas. Reconoce que su actividad sindical comenz¨® en la Hermandad Obrera de Acci¨®n Cat¨®lica (HOAC) y en la Juventud Obrera Cat¨®lica (JOC). "Siempre me gust¨® decir la verdad. Lo que todo el mundo piensa y nadie se atreve a decir. Esto me ha tra¨ªdo serios problemas de imagen, incluso en mi partido".
El m¨¢s reciente surgi¨® en el transcurso de la primera huelga general en la miner¨ªa durante el mandato socialista, pocos d¨ªas antes de finalizar 1985. Entonces este defensor a ultranza del estatuto minero se pronunci¨® contra el paro, argumentando su acuerdo con la pol¨ªtica minera llevada a cabo por el Gobierno. Su discrepancia despert¨® encendidas cr¨ªticas entre los dirigentes del sindicato minero socialista. "Yo soy as¨ª; cuando creo en algo lo llevo hasta las ¨²ltimas consecuencias". Incluso ¨¦l se sorprende de s¨ª mismo cuando recuerda que la verg¨¹enza de no saber firmar la primera n¨®mina, a los 16 a?os, le volc¨® de forma vehemente "a los libros". "A esa edad me plante¨¦ que nunca ser¨ªa nadie sin saber las cuatro reglas, y con los codos bien apretados a la mesa estudiaba por las noches, despu¨¦s de salir derrengado del trabajo".
Dej¨® de fumar tres cajetillas diarias de tabaco rubio porque, seg¨²n dice, "no hay nada que me domine". Ahora, su vuelta a la corbata y al hemiciclo depende de la renuncia del eurodiputado Jos¨¦ ?lvarez de Paz a ocupar su esca?o. Mientras se dilucida en las altas esferas esta cuesti¨®n, Conrado Alonso compone las aver¨ªas dom¨¦sticas del pozo Escandal.
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