Llega ma?ana a Madrid el embajador de EE UU que negociar¨¢ las bases
Reginald Bartholomew, de: 50 a?os, nuevo embajador de EE UU en Espa?a, llegar¨¢ ma?ana a Madrid para incorporarse a su cargo, despu¨¦s de haber permanecido durante los ¨²ltimos tres a?os como embajador de su pa¨ªs en L¨ªbano. En octubre pr¨®ximo se celebrar¨¢ la segunda reuni¨®n negociadora para reducir la presencia militar estadounidense en Espa?a. Bartholornew ya particip¨® en 1982 en las negociaciones greco-estadounidenses sobre el futuro de las bases en Grecia.Bartholomew, que: el pasado d¨ªa 21 jur¨® su nuevo cargo ante John Whitehead, secretario de Estado en funciones, tendr¨¢ precisamente como principal misi¨®n presidir la delegaci¨®n norteamericana que trate con el Gobierno espa?ol sobre los t¨¦rminos de la negociaci¨®n y el calendario de retirada de; tropas norteamericanas, dentrode la futura renovaci¨®n del Convenio de Amistad y Cooperaci¨®n Hispanonorteamericano, que estar¨¢ vigente hasta 1986.
No obstante, tanto el Gobierno espa?ol como el estadounidense ya han anunciado que la disminuci¨®n de la presencia militar norteamericana -cifrada ahora en m¨¢s de 12.000 hombres- se iniciar¨¢ este mismo a?o. Al t¨¦rminode la primera reuni¨®n negociadora, el pasado mes de julio en Madrid, la delegaci¨®n estadounidense anunci¨® que de inmediato comenzar¨¢ la reducci¨®n de un 10% de los efectivos existentes en la base de Torrej¨®n -hay 4.507 militares y, 685 civiles-, algunos de los cuales ser¨¢n sustituidos por personal civil, especialmente espa?oles.
Negociaci¨®n larga
Tras la reuni¨®n de julio se despidi¨® el hasta entonces embajador de Washington en Madrid, Thomas Enders. En esa reuni¨®n la! posturas encontradas de ambas delegaciones hicieron prever, como reconocieron ambas partes, que las negociaciones ser¨¢n largas y complejas, si bien coincidieron en afirmar que se alcanzar¨¢ un. acuerdo satisfactorio com¨²n. "No tengo duda alguna de que lograremos llegar a un buen acuerdo bilateral", dijo Bartholomew ante el Senado estadounidense a finales de julio.
La postura oficial de Washington consiste en que las misiones militares que ahora cubren las tropas estadounidenses en Espa?a deben ser cubiertas en el futuro aunque se produzca la reducci¨®n.
La posici¨®n espa?ola est¨¢ basada en el hecho de que, tras la incorporaci¨®n definitiva de Espa?a en la OTAN, las propias Fuerzas Armadas espa?olas asumen la defensa de la zona estrat¨¦gica de inter¨¦s para Occidente, por loque la presencia de una fuerza militar extranjera s¨®lo es necesaria en puntos en los que, como en el Estrecho de Gibraltar, el potencial espa?ol no es suficiente para controlar un paso de tanto inter¨¦s estrat¨¦gico para las dos superpotencias. Asimismo, los negociadores espa?oles estiman que los militares estadounidenses en Espa?a cubren misiones al margen de los intereses de la OTAN y qqe son de inter¨¦s casi exclusivo para EE UU. Para Washington, sin embargo, incluso esas misiones -relativas a Oriente Pr¨®ximo o pa¨ªses del. norte de ?frica- afectan directamente a la defensa de Occidente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.