El grupo sovi¨¦tico Ariel rompe el 'sitio' de El Escorial
Todo estaba en contra y el grupo de rock sovi¨¦tico Ariel parec¨ªa sitiado. De arriba, el monte Abantos, que hac¨ªa resbalar un viento helado ya bien entrada la madrugada, cuando al fin comenz¨® la actuaci¨®n; de abajo, los renombrados miembros del ambiente ultra escurialense, que hicieron extremar las medidas de seguridad del campamento que los Colectivos de J¨®venes Comunistas (CJC, organizaci¨®n juvenil del partido de Ignacio Gallego) inauguraban en San Lorenzo de El Escorial.Algunos enfrentamientos en el pueblo y espor¨¢dicas provocaciones a los acampados obligaron a que los j¨®venes comunistas de Gallego patrullasen con radiotransmisores por la vasta extensi¨®n poblada de tiendas de campa?a y tomaran los nombres a la entrada. El sitio parec¨ªa continuar con los problemas de sonido, que dejaban perplejos a los rockeros sovi¨¦ticos y retrasaron a¨²n m¨¢s la actuaci¨®n.
Habr¨¢ teatro, baile: popular, grupos de foIk, cantautores, exposiciones, cine, v¨ªdeo, as¨ª como debates y charlas. La expectaci¨®n creada por el grupo Ariel, uno de los m¨¢s populares de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, ha hecho a los responsables repetir su concierto el d¨ªa de la clausura, el pr¨®ximo s¨¢bado, junto a la intervenci¨®n de Ignacio Gallego y la presentaci¨®n del grupo de rock madrile?o que lleva el significativo nombre: de Aeroflot. La entrada es gratuita y la actuaci¨®n comienza a medianoche.
De un lado a otro, los camaradas terminaban de organizar, con m¨¢s imaginaci¨®n que medios, el campamento de cerca de un millar de j¨®venes que representan a 20 pa¨ªses para conmemorar el 50? aniversario de la fundaci¨®n de la Juventud Socialista Unificada (JSU). Junto a, ellos, veteranos de las Brigadas Internacionales y de la JSU.
Los veteranos, sentados en las primeras filas, y los j¨®venes, de pie o sentados sobre el respaldo de las sillas, coreaban consignas comunistas a cada momento. Pasaron por el escenario los j¨®venes pioneros en perfecta formaci¨®n militar, el poeta Paco Angulo, que ley¨® poemas de Miguel Hern¨¢ndez y Pablo Neruda ("poemas que todos deber¨ªamos conocer", dijo), y el cantautor argentino Ricardo Huertas, todo ello intercalado con la lectura de telegramas de adhesi¨®n al campamento, palabras del secretario general de las CJC, de un antiguo miembro de la JSU y un interminable parlamento del jefe de la expedici¨®n de la URSS, que record¨®, entre otras cosas, a los miembros de un buque sovi¨¦tico que prefirieron hundir su barco antes de caer en manos fascistas, durante la guerra civil espa?ola.
Hermanamiento
No era el ambiente m¨¢s propicio para un concierto de rock, pero, la verdad, no se trataba de una actuaci¨®n de rock, sino de culminar la primera jornada de hermanamiento con m¨²sica popular sovi¨¦tica. Al fin, Ariel acopl¨® el sonido y ofreci¨® media docena de canciones con un sonido pulcro, l¨ªmpido. La m¨²sica, mucho m¨¢s cerca de un folk r¨ªtmico que de lo que aqu¨ª se entiende por rock, gust¨® a un auditorio atento y respetuoso. En ocasiones se acercaba a un pop algo antiguo, pero agradable.
Ariel no vibra en escena, y las letras, escritas por elegidos poetas sovi¨¦ticos, se perdieron. Aun as¨ª, el objetivo estaba cumplido: j¨®venes y veteranos se hermanaron en el punto medio. Demasiado estridente, tal vez, para las primeras filas y demasiado superado ya para las ¨²ltimas. Ambos bandos recorr¨ªan en la fr¨ªa noche escurialense la tierra de nadie en la que se sit¨²a el grupo Ariel.
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