Un defensor para el 'pueblo de los hombres libres'
Juan Manuel Montoya asesora a Barrionuevo para integrar a los gitanos
El m¨¦dico Juan Manuel Montoya, 27 a?os, ha sido nombrado por el ministro del Interior director de programas para la integraci¨®n del colectivo gitano en Espa?a, cifrado en 650.000 personas. Montoya prefiere el calificativo de roman¨ª al de gitano. Seg¨²n explica, el primer t¨¦rmino procede de la palabra hind¨² rom, traducida como pueblo de los hombres libres. El asesor de Barrionuevo indica que s¨®lo con f¨®rmulas de participaci¨®n y di¨¢logo puede superarse la situaci¨®n de marginaci¨®n de los roman¨ªes.
Roman¨ª es una palabra que no figura en el diccionario de la Real Academia Espa?ola, pero s¨ª roman¨ªa, y andar de roman¨ªa, seg¨²n el diccionario, significa "andar de capa ca¨ªda". Los t¨¦rminos parecen encajar perfectamente con el mundo gitano espa?ol, porque, como explica Montoya, "m¨¢s del 60% de los roman¨ªes que habitan en la pen¨ªnsula se alojan en viviendas con condiciones infrahumanas, sin luz o agua corriente".El asesor de Barrionuevo comenta que, en contra del t¨®pico, s¨®lo un 3% de los gitanos espa?oles viven como n¨®madas, pero reconoce que alrededor del 50% son semin¨®madas, ya que, aunque disponen de una vivienda o chabola fija, pasan casi medio a?o de regi¨®n en regi¨®n para trabajar como temporeros en las campa?as de recogida de aceituna, uva, esp¨¢rragos o manzanas. S¨®lo un 5% de los roman¨ªes nacidos en Espa?a tiene trabajo fijo y, entre el colectivo, se da una tasa global de paso cinco veces superior a la que se registra en el resto de la sociedad.
Casado hace dos meses con una gitana cordobesa llamada Emilia, Juan Manuel Montoya dice haber estado siempre "muy concienciado" con los problemas de su colectivo porque, a pesar de haberse movido durante varios a?os en c¨ªrculos universitarios, continu¨® ligado a organizaciones y grupos roman¨ªes. "No pod¨ªas dejar olvidada tu identidad", precisa Montoya, para quien estudiar Medicina fue un medio de conseguir un instrumento al servicio de la causa gitana. Naci¨® en Tomelloso (Ciudad Real), donde sus padres se dedicaban a la cr¨ªa de ganado, que posteriormente vend¨ªan o cambiaban por las ferias de diversas provincias.
Sucesos y cultura
Cuando ten¨ªa cuatro a?os, su familia se traslad¨® a Madrid y, desde entonces, Juan Manuel ha tenido siempre su domicilio en la villa. Desde hace ocho a?os, trabaja en el seno de organizaciones que luchan contra la marginaci¨®n. "Paralelamente a mi concienciaci¨®n como ciudadano, empec¨¦ a echar la vista hacia mi gente y las condiciones en que estaba". El Secretariado Gitano -dependiente de la Iglesia-, la Asociaci¨®n Espa?ola de Integraci¨®n Gitana y, en la actualidad, la Asociaci¨®n para la Prevenci¨®n de la Marginalidad, son algunas de las organizaciones con las que ha colaborado Montoya en estos a?os. Para ¨¦l, la clave para superar la situaci¨®n de marginaci¨®n gitana consiste en potenciar la promoci¨®n social, "pero respetando la identidad cultural propia".Montoya destaca la importancia de la Prensa para concienciar a la opini¨®n p¨²blica, y recuerda que, por el contrario, son demasiadas las noticias que aparecen en las secciones de sucesos unidas al calificativo de gitano, y muy pocas las informaciones de tipo cultural con el mismo adjetivo. Asegura que este hecho afianza m¨¢s, por ejemplo, el t¨®pico de que en el colectivo gitano existe un alto grado de delincuencia. "El nivel de delincuencia es menor que en el resto de la sociedad y, adem¨¢s, de tipolog¨ªa muy diferente, ya que suelen ser delitos de supervivencia o delitos de honor. El delincuente habitual es repudiado entre los gitanos", afirma.
Para Montoya, la quema de casas gitanas en la localidad de Martos (Ja¨¦n) "no s¨®lo es un insulto a los gitanos, sino a todo el sistema dernocr¨¢tico". "No se puede tolerar", repite con rabia.
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