Aviso a los estudiantes

Siempre hay que agradecer el inter¨¦s y hasta la pasi¨®n que pueda manifestarse hacia un poeta tan significativo como Manuel Altolaguirre. Mi enhorabuena por ello al firmante de la carta que public¨® EL PA?S el pasado 9 de septiembre. Pero, al margen de algunas erratas de imprenta que se?ala y que ya hab¨ªan sio advertidas y ser¨¢n enmendadas en la pr¨®xima edici¨®n de mi libro Poes¨ªa espa?ola. Siglo XX (y no del siglo XX), quisiera precisar otros extremos de mayor inter¨¦s que podr¨ªan desorientar no s¨®lo a los estudiosos del poeta malague?o, sino a los interesados por la poes¨ªa espa?ola contempor¨¢nea. Por ello dejo a un lado detalles como la publicaci¨®n de la revista Ambos (habr¨ªa bastado con ver la p¨¢gina 110) o la edici¨®n de Poes¨ªa, de 1930-1931, en Par¨ªs, etc¨¦tera, para referirme tan s¨®lo a lo que me parece m¨¢s sustancioso:

a) La revista Caballo Verde para la Poes¨ªa fue fundada -es decir, inspirada y orientada- por Pablo Neruda. ?l mismo le dio tan curioso t¨ªtulo. Y as¨ª lo se?ala el poeta chileno en sus Memorias. Neruda habla siempre de "mi revista" (Memorias, p¨¢gina 164), y alude a Altolaguirre como alguien que "ten¨ªa una imprenta y vocaci¨®n de imprentero" (p¨¢gina 168). Neruda figuraba tambi¨¦n como director.

b) Las islas invitadas fue publicado en 1926, aunque el poeta a?adiera en el t¨ªtulo "otros poemas", y su libro fue creciendo, contra lo que opine el comunicante, progresivamente. Margarita Smerdou Altolaguirre (Las islas invitadas, Castalia, 1973), dice textualmente: "As¨ª sucede con Las islas invitadas, publicado por vez primera en 1926 (imprenta Sur), reeditado con nuevos poemas en 1936 (imprenta de M. Altolaguirre, Madrid) y en 1944 (Poemas de las islas invitadas, M¨¦xico, Litoral)" (p¨¢gina 39).

c) Su Antolog¨ªa de la poes¨ªa rom¨¢ntica espa?ola, seg¨²n el propio se?or Zavala reconoce, alcanz¨® tres ediciones en la colecci¨®n Austral. Ello quiere decir, a ojos imparciales, "ampliamente divulgada", como escrib¨ª. El que ahora no est¨¦ en las librer¨ªas es ya otra cuesti¨®n.

Algo m¨¢s podr¨ªa decirse sobre la actitud descalificadora, reducida ¨¦sta a las 31 l¨ªneas dedicadas al poeta M. Altolaguirre. Ha necesitado m¨¢s de 90 de su estimado peri¨®dico para concluir que se hab¨ªa desvirtuado "la brev¨ªsima cronolog¨ªa de su vida y de sus obras". Conf¨ªo en haber demostrado lo contrario. Poes¨ªa espa?ola. Siglo XX es un panorama general, y espero que, con toda modestia, pueda servir a cuantos se interesan por la poes¨ªa espa?ola. Lamentablemente, menos de los que ¨¦sta merece.-