Checoslovaquia y otros pa¨ªses del Este intentan evitar los perjuicios de la ampliaci¨®n de la CE
Checoslovaquia y otros pa¨ªses del Este estudian c¨®mo evitar los perjuicios bilaterales causados por la entrada de Espa?a en la Comunidad Europea (CE), precisamente cuando pretenden potenciar su comercio con Occidente. No s¨®lo se quejan de las restricciones a sus ventas. Tambi¨¦n las exportaciones espa?olas atraviesan por mal momento. En la primera mitad de 1986, las mercanc¨ªas dirigidas al Comecon (el mercado com¨²n de los pa¨ªses socialistas) se han reducido un 34,4%, de modo que su valor en pesetas ha quedado por debajo de los 50.000 millones.
La ¨²ltima ampliaci¨®n de la CE ha pillado a los pa¨ªses del Este en plenos esfuerzos para desarrollar sus relaciones con Occidente. El bloque socialista, que concentra en s¨ª mismo m¨¢s de la mitad de su comercio, necesita tanto generar divisas como importar tecnolog¨ªas para modernizar su extendida base industrial. Por ello y por la propia situaci¨®n econ¨®mica del Comecon, las perspectivas manejadas por los organismos internacionales apuntan a que en los pr¨®ximos a?os el comercio de los pa¨ªses socialistas con los industrializados de Occidente tiende a crecer m¨¢s deprisa que todo el comercio mundial. Todav¨ªa en 1985 el Este redujo un 3,5% sus ventas y aument¨® un 5% sus compras, valoradas respectivamente en 202.000 y 205.000 millones de d¨®lares, sin que apenas variar¨¢ el reparto geogr¨¢fico. Su comercio represent¨® una d¨¦cima parte del total mundial y el 55% estuvo dirigido al propio bloque; los pa¨ªses capitalistas desarrollados recibieron otro 31% y el 14% restante fue al Tercer Mundo, seg¨²n cifras del GATT.Espa?a representa una m¨ªnima cuota: env¨ªa al Comecon menos del 5% de las exportaciones. Pero su entrada en la CE parece haber frenado a¨²n m¨¢s el desarrollo de las relaciones con el Este. Los pa¨ªses socialistas han promovido el comercio con Occidente mediante tratados bilaterales que ahora tienen limitada eficacia, pues la pol¨ªtica comercial ha pasado de cada pa¨ªs miembro a Bruselas. En la. pr¨¢ctica, esto supone, por ejemplo, que los excedentes de leche comunitarios impiden a Espa?a. comprar a Checoslovaquia, pese a que pueda encontrar el litro por debajo de las 20 pesetas y al consumidor espa?ol le cueste en torno a las 70 pesetas.
Para superar estos problemas, la URSS propugna desde mayo de 1985 un acuerdo CE-Comecon, si bien las conversaciones mantenidas la pasada semana todav¨ªa no han despejado siquiera el campo para que cada pa¨ªs socialista suscriba convenios globales con la CE, en l¨ªnea con los establecidos por Ruman¨ªa y los de menor alcance negociados con Polonia y Hungria. A la espera del arreglo, el resto del bloque busca soluciones puntuales de car¨¢cter bilateral.
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