Real Madrid y Bar?a rivalizaron en imprecisiones
El Barcelona gan¨® el primer asalto y se llev¨® un positivo del Bernab¨¦u al t¨¦mino de un partido que supo a poco. El equipo azulgrana control¨® el juego en la primera mitad y en la segunda se ech¨® atr¨¢s y cedi¨® metros al Real Madrid para defenderse con la trampa del fuera de juego. El Madrid acus¨® durante la primera parte falta de orden y en la segunda careci¨® de precisi¨®n para resolver, pese al enorme n¨²mero de minutos que tuvo el bal¨®n.El partido comenz¨® con un nuevo inf¨®rtunio para Mino, jugador que parece haber entrado con mal pie en el Madrid. Tras unos partidos en la suplencia, hab¨ªa reaparecido en Pamplona y sia equipo perdi¨®; ayer tuvo una nueva oportunidad y a los cinco minutos se hab¨ªa lesionado al sufrir un desgarro muscular en una entrada a Hughes. Beenhakker le sustituy¨® por Solana y decidi¨® retrasar a Sanchis, que hab¨ªa comenzado el, partido en la media, frente a Hughes, e incorporar a Solana a la posici¨®n del antiguo medio centro. Y, si el encuentro empez¨® con el contratiempo para Mino, sigui¨® con un contratiempo m¨¢s grave a¨²n para el Madrid: al minuto de producirse esta sustituci¨®n, Gallego, que ayer jug¨® bastante por debajo de lo que lo ven¨ªa haciendo, perd¨ªa el bal¨®n cerca de su ¨¢rea y daba ocasi¨®n a la jugada del tanto barcelonista.
La contienda empezaba pr¨¢cticamente de cara para el Barcelona, con un gol de ventaja y con el equipo rival disminuido por la necesidad de hacer un cambio tan temprano. Y presentaba adem¨¢s, muy buena perspectiva para el equipo azulgrana, al que se ve¨ªa mejor plantado sobre el campo. Con su l¨ªnea de cuatro detr¨¢s, sin arriesgar Julio Alberto apenas en subidas y V¨ªctor situado por delante de ella como hombre de corte e inicio del contraataque, el Barcelona parec¨ªa tener todas las referencias claras. Se sab¨ªa d¨®nde estaba cada cual y que era lo que ten¨ªa que hacer. En su juego hab¨ªa un orden convincente, aunque poca riqueza de variantes de ataque porque Roberto parece muy falto de seguridad para aportarle poder ofensivo al conjunto y Lineker y Hughes, bien marcados, entraban poco en juego.
Enfrente, al Madrid no le iban bien las cosas. La diferencia fundamental del once de Beenhakker con el de Molowny es que ahora el centro geom¨¦trico del equipo lo ocupa un destructor en vez de un hombre creativo. Donde estaba Gallego el a?o pasado -ahora retrasado a defensa libre por la ausencia de Macedaempez¨® jugando Sanchis y despu¨¦s lo hizo Solana. El tr¨¢nsito natural del juego por los pies de un jugador capaz de marcar el ritmo no existe ahora y el Madrid tiene problemas de circulaci¨®n, que hacen disminuir notablemente el n¨²mero de balones que llegan bien jugados al ataque.
As¨ª, con dos equipos en los que los defectos eran bien visibles, el primer tiempo tuvo un tono aburrido, que s¨®lo salvaban la emoci¨®n propia de un Madrid-Barcelona y los fallos defensivos que en ambas zonas se produc¨ªan. El Barcelona ten¨ªa problemas con los centros cruzados y en el Madrid Gallego hizo alguna entrega equivocada.
Al descanso se lleg¨® con empate porque Hugo acert¨® a lanzar a Butrague?o un pase de cabeza ante el que Julio Alberto no tuvo otro recurso que un cruce a destiempo que provoc¨® el penalti. En realidad, los dos goles hab¨ªan sido casi regalos.
En la segunda mitad el Madrid, que dio la sensaci¨®n de tener m¨¢s aire, apret¨® algo y el Barcelona no tuvo inconveniente en ceder metros en la media. Cuando perd¨ªa el bal¨®n, se echaba atr¨¢s y esperaba con una l¨ªnea de siete u ocho hombres, que recurr¨ªan con acierto a la trampa de fuera dejuego. Con los metros que le obsequiaba el Barcelona el Madrid resolvi¨® sus problemas de circulaci¨®n en la media y Michel, por la derecha, y Gordillo por la izquierda, recibieron abundante juego, pero ni uno ni otro ten¨ªan una noche l¨²cida entre jugadas imprecisas en el ¨¢rea del Bariga y escasos contra ataques que nunca llegaban a Lineker y Hughes se escap¨® el partido.
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