La "guerra de las galaxias" impide a Reagan y Gorbachov alcanza ning¨²n acuerdo

La cumbre de Rekiavik concluy¨® ayer con un rotundo fracaso, provocado por las posiciones enfrentadas de Ronald Reagan y Mijail Gorbachov sobre la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) de Estados Unidos. La pretensi¨®n sovi¨¦tica de amordazar el desarrollo de la SDI, o guerra de las galaxias, fue considerada inaceptable por el presidente norteamericano. M¨¢s de 13 horas de conversaciones cara a cara, a lo largo de cuatro entrevistas, no consiguieron enderezar el rumbo de las negociaciones. Las posiciones divergentes sobre la SDI echaron a pique lo que podr¨ªan haber sido acuerdos hist¨®ricos, que habr¨ªan incluido la destrucci¨®n de un 50% de los arsenales estrat¨¦gicos ofensivos.

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, anunci¨® anoche que no existen por ahora planes para celebrar en los pr¨®ximos, meses, tal como se hab¨ªa anunciado, la verdadera cumbre en Washington."Nos estarnos acercando a un callej¨®n sin salida, en el que podr¨ªa comenzar un nuevo episodio de la carrera de armamentos, con consecuencias militares y pol¨ªticas; del todo imprevisibles", afirm¨®, por su parte, Gorbachov ante la Prensa.

Reagan explic¨® que hab¨ªa ofrecido aplazar 10 a?os el despliegue de la SDI, pero no su desarrollo, a cambio de una supresi¨®n gradual, en ese plazo, de todas las armas nucleares ofensivas de las superpotencias.

Fue entonces cuando Gorbachov exigi¨® limitar la SDI durante una d¨¦cada a su investigaci¨®n en laboratorio, con lo que la cumbre inici¨® su andadura hacia el fracaso, informan nuestros enviados especiales, Peru Egurbide y Francisco G. Basterra. "Eso nos habr¨ªa negado el derecho a desarrollar y desplegar un sistema de defensa para el mundo libre. Esto no puedo hacerlo y no lo har¨¦", dijo Reagan, en una declaraci¨®n de 16 minutos efectuada en el aeropuerto de la base de Keflavik, antes de partir hacia Washington, donde hoy se dirigir¨¢ al Congreso y a la naci¨®n. Para Shultz, es evidente que Gorbachov est¨¢ decidido a hacer abortar la guerra de las galaxias.

Ambos l¨ªderes, que prolongaron sus entrevistas siete horas m¨¢s de lo previsto, hab¨ªan esbozado acuerdos potenciales en los terrenos de las armas nucleares estrat¨¦gicas (reducirlas a la mitad, con l¨ªmites tanto en cabezas como en misiles), de los misiles de alcance intermedio (eliminaci¨®n total de los instalados en Europa y limitaci¨®n a 100 cabezas nucleares para cada parte en Asia y en Estados Unidos). Asimismo, ambas partes reconocieron que se hab¨ªa progresado hacia una limitaci¨®n de las pruebas nucleares.

"Por nuestra parte, hemos dado largos; pasos hacia la soluci¨®n de la mayor¨ªa de nuestras diferencias, y vamos a proseguir en ese esfuerzo", dijo Reagan, quien culp¨® a Gorbachov de haber rechazado "las propuestas rn¨¢s ambiciosas jam¨¢s realizadas en la historia del control de airmamentos". "Estamos muy desilusionados con el resultado", a?adi¨® Shultz, y agreg¨® que, no obstante, los expertos seguir¨¢n negociando en Ginebra. El l¨ªder sovi¨¦tico afirm¨®, por su parte, que s¨®lo "un loco" habr¨ªa podido plegarse a la posici¨®n norteamericana.

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