EE UU pide a Mosc¨² que no desaproveche la ocasi¨®n hist¨®rica de negociar el desarme nuclear
Ronald Reagan, minutos despu¨¦s de que Mijail Gorbachov se dirigiera a ¨¦l y al pueblo de la URSS a trav¨¦s de la televisi¨®n sovi¨¦tica, expres¨® ayer su convencimiento de que se profundizar¨¢n las negociaciones con Mosc¨² despu¨¦s de Reikiavik. El presidente de Estados Unidos pidi¨® a Gorbachov que no desaproveche "esta oportunidad hist¨®rica" de alcanzar acuerdos sobre un aut¨¦ntico desarme nuclear, tras el "importante y real progreso" que se logr¨® en la cumbre. Reagan cree que se han sentado las bases para "profundas reducciones" en los arsenales nucleares de ambos pa¨ªses.
Reagan expres¨® estas opiniones al dirigirse en la Casa Blanca a un grupo de la Agencia para el Control de Armamentos y el Desarme (ADCA). El presidente compar¨® lo sucedido a las maniobras sindicales que ¨¦l vivi¨® cuando discut¨ªa con los comunistas en los sindicatos de Hollywood, en los a?os cuarenta, y reiter¨® que lo ocurrido en Reikiavik no es una ruptura definitiva.Los sovi¨¦ticos "comprenden" la postura de EE UU, asegur¨® el presidente, "pero quieren ver hasta donde pueden empujar [a Washington] en p¨²blico antes de llegar a un acuerdo".
Ronald Reagan y toda su Administraci¨®n iniciaron ayer una intensa campa?a de propaganda dirigida a recomponer los platos rotos en el colapso de la cumbre de Islandia, minimizar los da?os y mantener abierto el di¨¢logo con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Nunca se han prodigado tanto el presidente y todos los expertos del Gobierno; est¨¢n disponibles para hablar y ser entrevistados en una gran operaci¨®n destinada a influir, sobre una opini¨®n p¨²blica confusa sobre lo sucedido.
La estrategia norteamericana es tratar de salvar los progresos realizados en Reikiavik, en materia de euromisiles y armas estrat¨¦gicas, y reconstruir el di¨¢logo en Ginebra partiendo de los avances hist¨®ricos que Washington y Mosc¨² estuvieron a punto de firmar, si no se hubiera cruzado el visionario sistema de defensa espacial, conocido popularmente como guerra de las galaxias.
Infarto para los generales
El influyente senador Sam Nunn, uno de los grandes expertos del Congreso en temas de defensa, advirti¨® ayer, sin embargo, que si los sovi¨¦ticos hubieran aceptado las propuestas de EE UU de eliminar todos los misiles bal¨ªsticos, dejando las defensas del pa¨ªs y de los aliados superadas por las mayores fuerzas convencionales sovi¨¦ticas, "a todos los generales del ej¨¦rcito, la fuerza a¨¦rea y probablemente tambi¨¦n algunos almirantes, les habr¨ªa dado un infarto".
El intento de convertir el fracaso en un aparente ¨¦xito cargado de esperanzas es una tarea dif¨ªcil. Son muchos los que piensan en EE UU que Reagan no debi¨® ir nunca a Islandia y que, en definitiva, cay¨® en una trampa tendida por Gorbachov. Para Zbigniew Brzezinski, consejero de Seguridad Nacional del anterior presidente, Jimmy Carter, el objetivo de Mosc¨² era presentar a Reagan tina serie de propuestas cuyo rechazo provocar¨ªa su condena por la opini¨®n mundial. No hab¨ªa ning¨²n acuerdo preparado para la firma, como ocurre en casi todas las cumbres, ya que la negociaciones en Ginebra estaban en punto muerto.
El presidente, que hab¨ªa anunciado que no negociar¨ªa acuerdos concretos ni sustantivos y que se dedicar¨ªa a exponer principios generales, entr¨® en los detalles de una negociaci¨®n sobre n¨²meros, para la que no estaba preparado. Los sovi¨¦ticos tra¨ªan propuestas concretas. En tan s¨®lo 48 horas, cogidos por sorpresa, los negociadores norteamericanos se enfrentaron a una tarea ¨ªmposible: decir s¨ª o no a unas ofertas de trascendencia hist¨®rica y claves para la seguridad nacional de EE UU en los pr¨®ximos 25 a?os.
Reagan, en su discurso del martes, se mostr¨® optimista de poder alcanzar acuerdos con Mijail Gorbachov "que podr¨ªan llevar a un mundo m¨¢s seguro sin armas nucleares". "La puerta est¨¢ abierta y nuestros negociadores est¨¢n dispuestos a ir a Ginebra".
El presidente, que todav¨ªa no se ha recuperado de la m¨¢s dura negociaci¨®n de su carrera pol¨ªtica, 11 horas de tensas discusiones con el l¨ªder del Kremlin, inici¨® ayer un fren¨¦tico contraataque. Recibi¨® a los presentadores de los telediarios de las tres principales cadenas de televisi¨®n en EE UU, que todas las noches definen el mundo para 50 millones de hogares norteamericanos.
Tambi¨¦n explic¨® a los m¨¢s importantes columnistas de Estados Unidos por qu¨¦ el colapso de Islandia se puede convertir en un ¨¦xito a medio plazo. All¨ª estaba el gur¨² de los comentaristas estadounidenses, el ultraconservador pero muy brillante George Will, que hab¨ªa sido especialmente duro con el presidente aconsej¨¢ndole no acudir a Reikiavik. Ayer, Will dio un giro de 180 grados y dijo que Reagan ha escrito en Islandia "la mejor hora de su presidencia".
No lamentarse
El presidente est¨¢ preocupado por la posibilidad de que la incapacidad de Regar a un acuerdo con Gorbachov perjudique a los candidatos republicanos en las elecciones legislativas del 4 de noviembre. Se trata de no lamentar lo ocurrido y explicar el aparente fracaso como un paso en la direcci¨®n correcta que, a medio plazo, puede ser ¨²til.
[Los jefes de las diplomacias de EE UU y de la URSS, George Shultz y Edvard Shevardnadze, podr¨ªan reunirse en Viena el pr¨®ximo 4 de noviembre con ocasi¨®n de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa. La Casa Blanca puntualiz¨® ayer que si bien es probable que se produzca dicha reuni¨®n, ¨¦sta no ha sido concertada, informa Efe].
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