Desacuerdo entre los cient¨ªficos sobre los efectos de la propuesta sovi¨¦tica

Cient¨ªficos, dentro y fuera de la Administraci¨®n de Reagan, est¨¢n en desacuerdo sobre el efecto que tendr¨ªa en el programa de la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) una prohibici¨®n durante 10 a?os -detalle que ech¨® a pique la cumbre de Reikiavik- de las pruebas en el espacio. Un cient¨ªfico de alto rango en el programa afirma que tal prohibici¨®n, una de las condiciones que la URSS plantea para reducir dr¨¢sticamente el arsenal nuclear de las dos superpotencias, no tendr¨ªa consecuencias; otros opinan que tendr¨ªa un efecto devastador.En Reikiavik, la URSS propuso autorizar durante 10 a?os ¨²nicamente la investigaci¨®n en laboratorio de los sistemas antimisiles. Algunos cient¨ªficos opinan que, parad¨®jicamente, tal prohibici¨®n acelerar¨ªa el progreso tecnol¨®gico al demorar espectaculares ensayos en ¨®rbita y favorecer otros m¨¢s valiosos en tierra.

George Chapline, uno de los principales cient¨ªficos en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (California), el centro federal de mayor importancia para la investigaci¨®n de la SDI, afirm¨® que quedaban tantos problemas t¨¦cnicos por resolver en el laboratorio que una d¨¦cada de prohibici¨®n de pruebas en el espacio no tendr¨ªa efectos significativos sobre el programa en lo que se refiere al desarrollo de armas, aunque podr¨ªa tener consecuencias en, por ejemplo, el desarrollo de sensores o el estudio de c¨®mo se env¨ªan rayos l¨¢ser a trav¨¦s de la atm¨®sfera.

Un arma de 15 kil¨®metros

En el desierto de Nuevo M¨¦xico est¨¢ en curso el desarrollo de un l¨¢ser capaz de disparar a blancos en el espacio. Cuando est¨¦ terminado, el arma prototipo tendr¨¢ tres kil¨®metros de ancho y 15 de largo.

Los experimentos principales de la guerra de las galaxias, como el disparo de haces de part¨ªculas subat¨®micas desde el transbordador espacial, no se podr¨¢n hacer hasta los a?os noventa, aunque los misiles interceptores estar¨¢n listos para finales de la actuald¨¦cada.

Robert Jastrow, georisico del Dartmorth College y destacado defensor del programa, afirm¨® que el entorno del laboratorio es demasiado estrecho para comprobar la eficacia de un sistema antimisiles.

Para el general James A. Abrahamson, director del programa SDI, "se est¨¢n alcanzando los l¨ªmites de lo que se puede probar en tierra, por lo que ahora hay que ir al espacio".

John E. Pike, director de pol¨ªtica espacial de la Federaci¨®n de Cient¨ªficos Americanos, organizaci¨®n en general esc¨¦ptica sobre la SDI, dice que muchas pruebas se pueden llevar a cabo en tierra. "Depende de cu¨¢nto quiera uno gastarse en c¨¢maras de vac¨ªo". "La NASA [agencia espacial norteamericana] prob¨® casi todo en tierra en c¨¢maras de este tipo", a?ade. Y afirma: "Si la Casa Blanca fuera inteligente, podr¨ªa tener su pastel y tambi¨¦n com¨¦rselo".