La importancia de la ¨²ltima palabra
ENVIADO ESPECIALLa inesperada derrota de la ciudad japonesa de Nagoya frente a Se¨²l, capital de Corea del Sur, en la batalla por organizar los juegos de 1988 se consum¨®, a juicio de los expertos, en los discursos finales de Baden-Baden. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y sus asesores han estudiado con detalle las dos intervenciones, profusamente analizadas por los japoneses para buscar las razones del fracaso. No es de extra?ar, pues, que los seis espa?oles que hoy afrontan la gran responsabilidad de examinarse ante los 86 miembros del COI hayan dormido con el informe: de Teruyuki Kume bajo la almohada.
El primer gran error de Nagoya fue no conceder relevancia al discurso. Shigemitsu Miyake, presidente del comit¨¦ ejecutivo de la candidatura, Utiliz¨® un estilo ritual y ceremonioso, sin exponer sus argumentos en profundidad y en las contadas ocasiones en que lo hizo cay¨®, en opini¨®n de los especialistas, en la arrogancia. Subray¨®, por ejemplo, la seguridad y la estabilidad pol¨ªtica de Jap¨®n, la alta tecnolog¨ªa disponible en su pa¨ªs y la experiencia ol¨ªmpica atesorada tras los juegos de Tokio y Sapporo, argumento este ¨²ltimo que jugaba claramente contra sus intereses y contra el esp¨ªritu universalista de la carta ol¨ªmpica.
La conclusi¨®n de los ling¨¹istas que han estudiado su discurso es que subestim¨® a Se¨²l y no logr¨® conectar con la sensibilidad de la familia ol¨ªmpica, al obviar pr¨¢cticamente toda referencia a los ideales Ol¨ªmpicos.
El presidente del comit¨¦ organizador hizo su exposici¨®n en un deficiente ingl¨¦s, abus¨® de la enumeraci¨®n de razones ya expuestas en la documentaci¨®n previa, y todo ello se tradujo en un discurso farragoso. La ¨²nica nota de emotividad de los 60 minutos de que dispuso Nagoya fue aportada por un v¨ªdeo del venerado doctor Azuma, quien, enfermo de gravedad en Jap¨®n, se dirigi¨® a sus viejos conocidos, del COI pidi¨¦ndoles el voto para la ciudad japonesa. Nagoya, como har¨ªa posteriormente Se¨²l, dedic¨® 15 minutos de su tiempo a proyectar una pel¨ªcula sobre la candidatura.
El alcalde de Se¨²l, Young Su Park, en una breve y habilidosa presentaci¨®n en coreano, con traducci¨®n simult¨¢nea al ingl¨¦s, subray¨® el entusiasm¨® ciudadano por los juegos: "En este preciso momento, 38 millones de ciudadanos de la Rep¨²blica de Corea, y especialmente los de Se¨²l, permanecen atentos y ia la expectativa de esta sesi¨®n del COI", y marc¨® as¨ª la t¨®nica del. siguiente orador, el presidente del comit¨¦ organizador, Sang Ho Cho.
Sang no eludi¨® el gran inconveniente de la candidatura, la divisi¨®n de la pen¨ªnsula coreana, sino que aprovech¨® este tal¨®n de aquiles para satisfacer el ego de los oyentes: "Lo que creemosm¨¢s relevante es que los JJ OO cumplir¨ªan el objetivo del movimiento ol¨ªmpico de contribuir a la paz mundial", dijo. Al contrario de sus rivales y predecesores en el uso de la palabra, los surcoreanos no escatimaron iron¨ªas para sus oponentes y recordaron el hecho de que Jap¨®n hab¨ªa organizado ya los juegos en dos ocasiones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.