Reagan ha convertido en un ¨¦xito el aparente fracaso de Islandia, seg¨²n los sondeos

La magia de Ronald Reagan, el gran comunicador, y la aplastante maquinaria de propaganda de la Administraci¨®n norteamericana han con seguido en s¨®lo 72 horas convertir en un ¨¦xito el aparente fracaso de la cumbre de Reikiavik. Entre un 70% y un 74% de los norteamericanos seg¨²n los diferentes sondeos de opini¨®n publicados ayer, consideran que Reagan actu¨® bien en Islandia al no admitir limitaciones en su visionario proyecto de defensa espacial. La popularidad del presidente ha pasado del 64% al 73%, y los norteamericanos, en general ignorantes sobre asuntos de pol¨ªtica exterior, son optimistas sobre el futuro del control de los arsenales nucleares; el 57% cree que la cumbre fallida conducir¨¢ eventualmente a un acuerdo de reducci¨®n de armas.

Confortado por estos datos, Reagan se ha lanzado de lleno a la campa?a electoral para las elecciones legislativas del pr¨®ximo 4 de noviembre, en las que su Partido Republicano se juega el control del Senado, que la Casa Blanca podr¨ªa intentar convertir en un refer¨¦ndum sobre la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) o guerra de las galaxias. El presidente acus¨® ayer a los liberales en el Congreso, normalmente del Partido Dem¨®crata, de "intentar hacer picadillo" su defensa en el espacio, sugiriendo que puede utilizar este tema en la campa?a. Esto confirmar¨ªa que la apresurada cumbre de Reikiavik ten¨ªa un fuerte contenido de pol¨ªtica interna, como denunciaron antes de la misma los cr¨ªticos de Reagan.Sin embargo, el apoyo logrado por el presidente por su comportamiento en Reikiavik, de donde volvi¨® con las manos vac¨ªas por "no vender la seguridad de EE UU y sus aliados", seg¨²n dijo, no es probable que se refleje autom¨¢ticamente en unas elecciones al Congreso que se decidieran sobre temas econ¨®micos y asuntos internos de inter¨¦s local.

La Casa Blanca conf¨ªa en que el reflejo de la popularidad del presidente, que es ya el m¨¢s popular desde Franklin Delano Rooselvet, ayudar¨¢ a los republicanos a mantener el margen de siete esca?os de ventaja que tienen en el Senado. Sin embargo, un sondeo publicado ayer por el The Washington Post y la cadena de televisi¨®n ABC se?ala que, a menos de tres semanas de las elecciones, los dem¨®cratas aparecen muy bien situados para retomar el control del Senado.

El mago de la opini¨®n p¨²blica de la Casa Blanca, Richard Whirtlin, explica as¨ª por qu¨¦ los norteamericanos no son mas criticos tras el colapso del encuentro de Islandia. La mayor¨ªa de los ciudadanos de este pa¨ªs tiene un sentimiento ambivalente con respecto a los sovi¨¦ticos. Quieren hablar con ellos y firmar acuerdos, pero al mismo tiempo no se fian. Y muchos norteamericanos piensan que Reagan comparte este sentimiento. Si el presidente pens¨® que lo que le ofrec¨ªa Gorbachov no era un buen acuerdo, por qu¨¦ Estados Unidos ten¨ªa que firmarlo, es la impresi¨®n dominante aqu¨ª.

Pero la popularidad del presidente no es suficiente sin embargo para conseguir que el Congreso acepte sus prioridades presupuestarias. Ayer s¨®lo quedaba el voto del Senado, esperado en las pr¨®ximas horas, para la aprobaci¨®n del presupuesto para el a?o fiscal 1987, que comenz¨® el pasado 1 de octubre.

La C¨¢mara de Representantes aprob¨® en la madrugada del jueves (hora peninsular espa?ola), una asignaci¨®n de 576.000 millones de d¨®lares como parte del presupuesto global, que ronda el bill¨®n de d¨®lares. La cantidad incluye 291.000 millones de d¨®lares (unos 38 billones de pesetas) para defensa, con una reducci¨®n en t¨¦rminos reales respecto a 1986, y supone el menor incremento en gasto militar desde que lleg¨® a la Casa blanca en 1981. La C¨¢mara ha recortado en 28.000 millones de d¨®lares la cantidad solicitada por Reagan.

El presupuesto incluye tambi¨¦n la ayuda de 100 millones de d¨®lares (13.000 millones de pesetas) a la contra para continuar la guerra sucia de Nicaragua inspirada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Sin embargo, el presidente firmar¨¢ el presupuesto a pesar de las amenazas de veto que formul¨® antes de la cumbre de Islandia, para cerrar de una vez el comp¨¢s de espera presupuestario, que hizo que a medianoche de ayer el Gobierno, t¨¦cnicamente, estuviera en bancarrota.