'La paz de Simon', reportaje de la BBC sobre un soldado herido en las Malvinas
Simon Weston es un joven de 25 a?os que tuvo que participar en la guerra de las Malvinas. El barco a cuya dotaci¨®n pertenec¨ªa fue alcanzado por bombas argentinas. La mayor parte de su cuerpo sufri¨® quemaduras muy graves. Trasladado urgentemente a Londres, se someti¨® a m¨²ltiples operaciones para salvar su vida y para recomponer los tejidos destruidos. La paz de Simon es el t¨ªtulo del reportaje realizado por la BBC que emite esta noche TVE.
Los telespectadores espa?oles tenemos hoy la oportunidad de ver uno de esos programas que dan prestigio a la que, sin duda, es la mejor televisi¨®n p¨²blica de cuantas existen, la BBC. Un programa estremecedor y duro que cuenta la recuperaci¨®n f¨ªsica y social de un joven soldado, gravemente herido y desfigurado en la guerra de las Malvinas.Su protagonista, una de las v¨ªctimas de aquella guerra, Simon Weston, de 25 a?os, estuvo en Madrid junto con el director del reportaje, Malcom Brinkworth, de 28 a?os, para rodar la presentaci¨®n del programa que esta noche emite la serie antol¨®gica El ojo de cristal, espacio que dirige Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez.
Las ¨²nicas partes de nuestros cuerpos que habitualmente van desnudas son la cara y las manos, con las que transmitimos a nuestros semejantes la mayor parte de la informaci¨®n que poseen de nosotros. La cara y las manos de Simon tambi¨¦n est¨¢n desnudas, terriblemente desfiguradas como consecuencia de las quemaduras que sufri¨® a bordo del barco Sir Galahad, cuando la aviaci¨®n argentina lo alcanz¨® el 8 de junio de 1982, seis d¨ªas antes de que acabara la guerra y dos meses exactos antes de cumplir 21 a?os. Su cuerpo sufri¨® graves quemaduras, profundas y muy profundas. Fue trasladado a Londres, donde emprendi¨® un largo y penoso proceso de recuperaci¨®n, en todos los sentidos que caben en esta palabra. Simon fue jugador de rugby de la selecci¨®n galesa y se enrol¨® como soldado en la Guardia Galesa, por dificultades econ¨®micas de la familia, cuando el padre abandon¨® la casa.
La cara y las manos
Simon no sab¨ªa antes de embarcar en el Sir Galahad d¨®nde estaban las Malvinas. Sus manos son ahora m¨¢s peque?as, como si los dedos se hubieran derretido. En la cara lleva las huellas de los injertos que se le aplicaron para recomponer sus tejidos. Su cara y sus manos transmiten una informaci¨®n muy diferente. Su inteligencia, su sensibilidad, su raz¨®n de ser y de vivir quedaron profundamente heridas. Nos comunican ahora el horror y la inutilidad de la guerra.Al telespectador que ve a Simon en la pantalla se le plantea, como cuando se le ve en la realidad a ¨¦l y a otros que han sido mutilados y desfigurados por las guerras o por circunstancias naturales -de las que nadie puede considerarse que est¨¢ libre, insiste ¨¦l-, un reto para comunicarse con esos ojos y con esas manos.
Hay una imagen conmovedora al principio del documental: la de dos peque?os sobrinos de Simon. Uno quiz¨¢ recuerde c¨®mo era Simon antes de ir a la guerra y el otro s¨®lo conoce al Simon actual, y los dos quieren a Simon por igual y lo aceptan con esa naturalidad que s¨®lo tienen los ni?os. Ellos saben valorar lo que est¨¢ m¨¢s all¨¢ de esas partes desnudas de nuestros cuerpos.
Le preguntamos a Simon qu¨¦ espera del p¨²blico cuando le vean por la pantalla y contesta: "Quiero transmitirles el mensaje de que, por muy herido que uno est¨¦, siempre hay valores y cualidades en el hombre, m¨¢s importantes que nuestra apariencia f¨ªsica. Yo espero que la gente considere que el aspecto f¨ªsico no es lo m¨¢s importante. Yo siempre he sido pacifista y ahora me pregunto hasta qu¨¦ punto los pol¨ªticos pueden tomar decisiones tan graves, como la de una guerra, sin consultar a los ciudadanos".
Simon partir¨¢ dentro de poco para Nueva Zelanda para trabajar en una actividad cient¨ªfica en la que participan j¨®venes de todo el mundo. ?l se ocupar¨¢ de las conexiones por radio entre los diferentes grupos de la expedici¨®n.
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