Boadella reparte pasaportes al p¨²blico franc¨¦s de 'Virtuosos de Fontainebleau'

Albert Boadella, director del gruIpo catal¨¢n Els Joglars, reparti¨® pasaportes espa?oles al p¨²blico que asisti¨® en Bayona (Francia) a la representaci¨®n de su obra Virtuosos de Fontaninebleau, que es una burla de la pedanter¨ªa y chovinismo cultural de los franceses. Antes de la representaci¨®n, Boadella propuso a los espectadores que aceptaran la ficci¨®n de que los int¨¦rpretes eran franceses y ellos espa?oles.El pasado d¨ªa 21, el grupo catal¨¢n Els loglars inaugur¨® el VI Festival Internacional de Teatro de llayorta con la presentaci¨®n en el Teatro Municipal de la ciudad cle la obra Virtuosos de Fontainebleau. La obra hace escarnio de los franceses y de los t¨®picos cort que se burlan de Espa?a. El p¨²blico, sin embargo, acogi¨® con inter¨¦s la representaci¨®n y preini¨® a los int¨¦rpretes con grandes aplausos.

Virulentos comentarios

Los actores, seg¨²n confesar¨ªa uno de ellos dos horas despu¨¦s de finalizado el espect¨¢culo, no las ten¨ªan todas consigo. Luego de los virulentos comentarios que hab¨ªan aparecido en algunos medios de comunicaci¨®n franceses a ra¨ªz de la representaci¨®n de la obra en Barcelona, el estreno de Virtuosos de Fontainebleau en territorio franc¨¦s parec¨ªa una provocaci¨®n. Y m¨¢s en Bayona, una capital muy sensible, donde ciertas alusiones al terrorismo de ETA o de los GAL podr¨ªan ser mal interpretadas.Ante la presencia de Els Joglars en Bayona, los organizadores del Festival se mostraban muy tranquilos: hab¨ªan visto el montaje en Ir¨²n, conoc¨ªan a su p¨²blico y eran conscientes de la simpat¨ªa y del prestigio que hab¨ªa sabido ganarse el grupo en la anterior edici¨®n del festival, en la que representaron Gabinete Libermann.

Pero el director de la compa?¨ªa y autor del espect¨¢culo, Albert Boadella, ten¨ªa reservada una peque?a sorpresa al p¨²blico de Bayona al iniciarse el espect¨¢culo, uno de los actores dio lectura a un texto en franc¨¦s, redactado por el propio Boadella, en el que despu¨¦s de informar al p¨²blico sobre una serie de divertidos t¨®picos sobre el pueblo espa?ol, as¨ª como sobre el inveterado deseo del pueblo catal¨¢n de "allunyar-se Nord enll¨¢" ("alejarse hacia el Norte"), ven¨ªa a asegurar sin rodeos que el teatro es pura ficci¨®n y que, durante la hora y media que duraba el espect¨¢culo, les propon¨ªa el siguiente juego: dividir el teatro en dos territorios bien delimitados. En el escenario, los franceses, los Virtuosos; y en la platea y el primer piso, los espa?oles, los espectadores. Y para que el p¨²blico se fuese haciendo a la idea de su repentino aunque erimero cambio de nacionalidad, distribuy¨® a cada uno de ellos una fotocopia de un carn¨¦ de identidad espa?ol en el que en vez de Direcci¨®n General de Seguridad, od¨ªa leerse Direcci¨®n general de Els Joglars. Y as¨ª, una vez roto el posible hielo, y establecida la ley de la trampa, la ley del teatro, empez¨® la representaci¨®n propiamente dicha. El estreno franc¨¦s de Virtuosos de Fontainebleau result¨® un ¨¦xito para Boadella, para actores y t¨¦cnicos.