Los ingratos hijos de Pinochet
El 'rock' chileno, en contra del r¨¦gimen militar
Un grupo rockero santiaguino, sugestivamente llamado Los Prisioneros, pregunta: "?Es lo mismo decir estamos cagados de miedo que estamos cagados de puro miedo?". Otra banda, los Pinochet Boys, canta: "Fuera los milicos". Admiten que son como hijos de Pinochet, "porque el ha hecho que seamos como somos, y no conocemos otro Gobierno que no sea la dictadura militar". Un tercer conjunto, Aparato Raro, dice que este rock es la expresi¨®n de j¨®venes que aspiran a la libertad, pero que no la conocen.
Irreverentes, cr¨ªticos, con pocos equipos y escasos estudios musicales, estos tres grupos rockeros son la vanguardia de una quincena de bandas marginales que pululan hoy en Chile. En el entorno de la cultura oficial, controlada por la dictadura a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, s¨®lo son aceptados los que abdican de su esp¨ªritu opositor. Pero los m¨¢s populares entre los j¨®venes chilenos son, precisamente, quienes persisten en atacar al r¨¦gimen. El nuevo rock, chileno, que se reconoce a s¨ª mismo como un heredero de la dictadura, es la ant¨ªtesis de ¨¦sta: son los ingratos hijos de Pinochet.El contenido de sus letras lo refleja. Los Prisioneros, en su tema La voz de los 80, considerado el primero de, esta ola, cantan anunciando que: "Seremos fuerza, seremos cambio. / .No te conformes con. mirar. / En los 80 tu rol es estelar. / De las entra?as de nuestras ciudades / surge la piel que vestir¨¢ al mundo".
La mayor¨ªa de los miembros de estas bandas musicales no supera los 22 a?os. En 1973, al momento del golpe militar, ten¨ªan entre seis v 10 a?os de edad. "He vivido siempre escuchando 'no a la pol¨ªtica', viendo c¨®mo persiguen a la gente, el miedo, los cr¨ªmenes", dice Jorge Gonz¨¢lez, 21 a?os, l¨ªder de Los Prisioneros.
Si en la dictadura se encuentra el origen del inconformismo de los rockeros chilenos musicalmente, es en el new wave ingl¨¦s y en el rock argentino de donde se extraen algunas, f¨®rmulas. La d¨¦cada de los a?os sesenta qued¨® atr¨¢s: "Woodstock y Jimi Hendrix son prehistoria", dice Gonz¨¢lez. Los grupos tienen la influencia for¨¢nea de The Clash, The Cure, Gang of Tour.
"No tenemos memoria"
Pero los rockeros reniegan de ese influjo. Daniel Puente, que toca el bajo en los Pinochet Boys, dice que "no tenemos memoria, somos ¨²nicos un ambiente superrepresivo". La mayor¨ªa de estas bandas proviene del opositor ambiente universitario, y de clase media. La excepci¨®n son Los Prisioneros, el grupo m¨¢s popular, que son de la barriada obrera de San Miguel, al sur de la capital. Sus tres integrantes se conocieron en la ense?anza secundaria, y comenzaron tocando con guitarras espa?olas, a las que le agregaron rudimentarios amplificadores y una bater¨ªa usada. "Compusimos nuestros propios temas para expresarnos en espa?ol... Ac¨¢ las canciones m¨¢s populares son en ingl¨¦s, aunque nadie las entiende", dice Gonz¨¢lez.Los Prisioneros grabaron artesanalmente su primer casete, que circul¨® entre amigos, antes que lo editara el sello Fusi¨®n. En fiestas, discotecas y universidades se cantaba Sexo, queremos sexo, sin inhibici¨®n. Su segundo casete, Pateando piedras (llamado as¨ª en homenaje a la juventud que aspira a ingresar en la Universidad y termina en el paro), los hizo famosos en Chile: han vendido 30.000 copias entre ambas cintas, lo que, para un mercado que considera un ¨¦xito vender alrededor de 7.000, result¨® sorprendente.
Los productores le aconsejaron a Gonz¨¢lez que moderara el contenido de sus canciones, y que usara ropa brillante y pelo al rape o una abundante cabellera, para entrar en el circuito de la televisi¨®n. Hasta les pidieron que cambiara el nombre a Los Prisioneros. Pero ellos se negaron a hacerlo, y siguen cantando vestidos con vaqueros y camisa.
"Cantamos resentidos, es cierto. No nos gusta el capitalismo, preferimos el socialismo. Estamos en contra de la dictadura, y hartos de las desigualdades sociales, econ¨®micas y sanitarias", dicen los j¨®venes prisioneros. Ese sentimiento lo llevan a las letras de sus canciones y a sus heterog¨¦neos auditorios. Son muchachos de clases acomodadas los que ovacionan al grupo cuando canta: "?Por qu¨¦ los ricos tienen que pasarlo tan bien / si son tan imb¨¦ciles como los pobres?". Son intelectuales de izquierda los que aplauden cuando en su tema Nunca quedas mal con alguien, les reprochan a los folcloristas que son barones vendidos al aplauso de los cursis conscientes". "?Qu¨¦ mejor?", reflexiona Gonz¨¢lez, Ios criticamos, nos aplauden y compran nuestras cintas".
'Punk' de oposici¨®n
Al ¨ªmpetu de Los Prisioneros pronto siguieron otros conjuntos. Los Pinochet Boys formaron parte de los grupos de opositores a la dictadura que en una concentraci¨®n llevaron un lienzo que dec¨ªa: "Onda punk presente". Excluidos por el nombre ale su banda y reprimidos por sus cabelleras pintadas de colores -algo que s¨®lo se perdona a quienes est¨¢n dentro del circuito-, se burlan del resto de la m¨²sica: "Nadie puede parar de bailar / la m¨²sica del general. / Nada en el refrigerador, / nada en el cerebro". No hacen concesiones, ni las aceptan. ?El coste? no aparecer jam¨¢s en una radio ni, menos, en la televisi¨®n.En cambio, el grupo Aparato Raro, que ir¨¢ en noviembre al Festival lberoamericano de Rock en Madrid en representaci¨®n de los conjuntos chilenos, s¨ª logra aparecer. Para ello, acept¨® la censura. Su tema Calibraciones dec¨ªa originalmente: "Te cansaste de gritar y va a caer" (la consigna t¨ªpica de la oposici¨®n a Pinochet), y agregaba, "no hay que negar los locos uniformados". Despu¨¦s de la censura qued¨® aceptable para el r¨¦gimen: "Y te cansaste de gritar y nunca ver. / No hay que negar los locos almidonados".
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