El historiador que descubri¨® la 'invenci¨®n' de Am¨¦rica
Homenaje en tres universidades espa?olas a Edmundo O'Gorman
"Sembr¨¦ el caos", dice Edmundo O'Gorman con el amplio humor de sus 81 a?os cuando se le pregunta que ocurri¨® en M¨¦xico tras la publicaci¨®n, en los a?os cincuenta, de su libro La invenci¨®n de Am¨¦rica. Eso explica el desconcierto de ahora sobre qu¨¦ fue lo que ocurri¨® entonces, sobre todo cuando se avecina el quinto centenario. Mas ?c¨®mo se celebra una invenci¨®n? O'Gorman es partidario de festejar el descubrimiento, que pertenece a la tradici¨®n, y porque la tradici¨®n no tiene nada que ver con una investigaci¨®n ni una clase.
No es frecuente escuchar hoy en la Universidad una ovaci¨®n tras una hora de c¨¢tedra, y una, que hubo que parar, fue la que agradeci¨® la conferencia de Edmundo O'Gorman, el pasado lunes, en el Paraninfo de Filosof¨ªa de la universidad Complutense; una de las que le rinden homenaje junto a la Aut¨®noma de Madrid y la Universidad a Distancia. O'Gorman hab¨ªa disertado sobre la invenci¨®n de Am¨¦rica, intuici¨®n que le ha valido una reputaci¨®n internacional, y lo hab¨ªa hecho con el dif¨ªcil equilibrio del rigor y la amenidad.En su tercer viaje, explic¨® O'Gorman en su conferencia, Col¨®n busc¨® el paso entre continentes que, de acuerdo con sus sue?os, le hubiera proporcionado la prueba de haber llegado al otro lado de la India. Borde¨® Suram¨¦rica por el Este y descubri¨® un d¨ªa que el agua del mar era dulce, pens¨® que s¨®lo un r¨ªo muy poderoso (el Orinoco) pod¨ªa empujar el oc¨¦ano, un r¨ªo que s¨®lo pod¨ªa nacer en un continente inconcebible. Fue entonces cuando se crey¨® cercano al Para¨ªso Terrenal -el r¨ªo era uno de los cuatro que de all¨ª manan-, y as¨ª lo escribi¨®.
Am¨¦rica no fue descubierta porque Am¨¦rica, tal como la conocemos, no exist¨ªa, explic¨® O'Gorman en una entrevista en su hotel. Exist¨ªa un pedazo de tierra en el que viv¨ªan indios, pero eso no es Am¨¦rica. No fue un encuentro de culturas, como algunos han dicho, sino "un proceso de apoderamiento de aquellas tierras por Europa, para realizar en aquellas tierras su cultura". Antes de que culminara el proceso no exist¨ªa Am¨¦rica, pues era una masa sin ser. Y s¨®lo lo que se nombra cobra ser, cita a Nietzsche.
En su conferencia, O'Gorman explic¨® que Col¨®n no describi¨® un hecho, sino que lo interpret¨®, con lo que la duda es posible. El primero que formul¨® la idea de descubrimiento fue Gonzalo Fern¨¢ndez de Oviedo, despu¨¦s de la invenci¨®n, lo que no deja de ser una interpretaci¨®n retroactiva y, por tanto, "anticonstitucional".
El t¨®pico de la identidad
O'Gorman, director de la Academia mexicana de la Historia, utiliza un lenguaje claro en el que abundan m¨¢s los conceptos abstractos del fil¨®sofo que los precisos del historiador que, es obvio, conoce. Se crispa cuando se le habla del t¨®pico de la identidad de Am¨¦rica, supuestamente buscado por aquellos pueblos y debatido por los ensayistas. "Identidad es una palabra equ¨ªvoca, que presupone una esencia, concepto aristot¨¦lico. Y yo no creo que existan las esencias". Niega, as¨ª, que exista tal cosa como la esencia de Espa?a, ni que su historia le haya sucedido. '"Lo que le pasa a Espa?a es Espa?a. 'El hombre no tiene naturaleza; tiene historia'", cita a Ortega.El rigor de las teor¨ªas de O'Gorman destaca m¨¢s por ese humor privilegiado que conservaron Einstein, Welles o Picasso. Para ilustrar la firmeza de las convicciones de Col¨®n y su intuici¨®n de que "la creencia es invulnerable", O'Gorman no vacil¨® en el Paraninfo de Filosof¨ªa en contar la historia del marqu¨¦s franc¨¦s que encuentra a su mujer con otro. Se lo reprocha con indignaci¨®n, pero ella lo niega. ?l insiste y le apunta el cuerpo del delito, que yace junto a ella, aterrorizado. "Ya veo que no me amas" dice ella, "prefieres creer lo que ves a lo que yo te digo".
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