El protagonismo del presidente de Per¨²

Alan Garc¨ªa, con su golpe de efecto al romper, por segundo d¨ªa consecutivo, el protocolo y el programa de actos de la visita a Lima de Felipe Gonz¨¢lez, ha mantenido el elevado protagonismo que se tem¨ªa en medios de la delegaci¨®n espa?ola, que consideraban la escala de Lima como la m¨¢s dif¨ªcil del viaje de Gonz¨¢lez a Ecuador, Per¨² y Cuba. Escala dif¨ªcil no s¨®lo por el peligro potencial de la violencia terrorista que sufre Per¨², sino por las salidas imprevistas del joven presidente Garc¨ªa, cuyo estilo populista y carism¨¢tico lo sit¨²an como el abanderado de una nueva generaci¨®n de l¨ªderes latinoamericanos, partidarios de la instauraci¨®n de un nuevo orden internacional, con profundas transformaciones, pero sin apartarse de la v¨ªa democr¨¢tica.Si en medios oficiales espa?oles molesta el "excesivo protagonismo", mostrado por Alan Garc¨ªa en sus encuentros a solas con Felipe Gonz¨¢lez, en medios de la oposici¨®n peruana se acusa al presidente de Per¨² de "provocar la noticia" durante la visita del jefe del Gobierno espa?ol, para distraer la atenci¨®n sobre asuntos candentes de la pol¨ªtica interna, como son las pol¨¦micas elecciones municipales del pasado domingo, donde la oposici¨®n n o reconoce la derrota frente al APRA, partido gubernamental, y el inc¨®modo tema de los sucesos de las c¨¢rceles, ocurridos el pasado mes de junio, que dejaron un saldo de casi 300 muertos.

Alan Garc¨ªa, a sus 37 a?os, es el presidente m¨¢s joven de Latinoam¨¦rica. Su biograf¨ªa incluye estudios de Letras y Derecho en la universidad cat¨®lica de Lima y una estancia en Europa en la d¨¦cada de los setenta. En Madrid complet¨® un doctorado en la universidad Complutense, donde fue alumno aventajado de Manuel Fraga.

De su estancia en Madrid en los a?os de la transici¨®n espa?ola, Alan Garc¨ªa reconoce haberse "impregnado pol¨ªticamente", con marcada influencia y admiraci¨®n por el estilo de Felipe Gonz¨¢lez, quien irrumpi¨® por aquellos a?os en la vida pol¨ªtica espa?ola y cuyos pasos fue siguiendo en una carrera de gran paralelismo, desde la oposici¨®n a la presidencia del Gobierno, donde lleg¨® con su aplastante victoria electoral de abril de 1985, con el 53% de los votos, una cifra sin precedentes en la historia electoral peruana.