Se¨²l afirma que cay¨® en una trampa noreoreana
ENVIADO ESPECIALEl Gobierno de Corea del Sur considera que la difusi¨®n, a trav¨¦s de altavoces instalados por Corea del Norte en la zona desmilitarizada que separa ambos pa¨ªses, de noticias falsas sobre la muerte del l¨ªder norcoreano, Kim Il Sung, "ha sido una maniobra para desacreditar internacionalmente" su imagen, seg¨²n declar¨® ayer el primer ministro surcoreano, Lho Shin Yong. Por otra parte, un alto funcionario del Gobierno surcoreano calific¨® de "materia secreta" todo lo relacionado con el hecho de que las autoridades de su pa¨ªs no hayan facilitado la grabaci¨®n de los textos difundidos el domingo y el lunes a trav¨¦s de dichos altavoces.
En los c¨ªrculos oficiales de Se¨²l se mantiene que la difusi¨®n de los rumores responde a la necesidad norcoreana de crear una nueva escalada en la guerra psicol¨®gica contra Corea del Sur, o bien al hecho de que realmente hay divisiones entre los militares de Corea del Norte sobre la conveniencia de que Kim Il Sung, de 74 a?os de edad, transmita su herencia pol¨ªtica a su hijo, Kim Jong Il, de 44 a?os.La Prensa surcoreana destaca, en tal sentido, las informaciones, fechadas en Mosc¨² y publicadas por el diario estadounidense The New York Times, seg¨²n las cuales el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, ha mostrado su oposici¨®n a una l¨ªnea hereditaria en Corea del Norte cuando, el pasado mes de octubre, Kim Il Sung visit¨® Mosc¨².
En Corea del Sur, la noticia sobre el supuesto fallecimiento de Kim Il Sung fue festejada por muchas personas durante la jornada del pasado lunes, hasta que el gran l¨ªder, como se hace denominar, de Corea del Norte reapareci¨® en la ma?ana del martes, al recibir en Pyongyang, la capital, al jefe del Estado de Mongolia, Jambyn Batmunj. "Pens¨¢bamos", dijo un surcoreano, "que hab¨ªa terminado el fin de un per¨ªodo hist¨®rico de amenaza y agresi¨®n hacia Corea del Sur, y que pod¨ªa representar una apertura hacia negociaciones para una reunificaci¨®n pac¨ªfica". Las hip¨®tesis part¨ªan de las informaciones difundidas inicialmente, seg¨²n las cuales los autores del presunto atentado contra Kim Il Sung eran militares norcoreanos prochinos y, por consiguiente, aperturistas, de acuerdo con la actual l¨ªnea de los gobernantes de Pek¨ªn.
La relativa rapidez y dimensi¨®n que adquirieron los rumores sobre la ficticia desaparici¨®n de Kim Il Sung, uno de los pol¨ªticos con mayor culto de la personalidad en la historia pol¨ªtica moderna, abre tambi¨¦n una serie de interrogantes entre los observadores pol¨ªticos: ?Por qu¨¦ Se¨²l no ha facilitado las grabaciones de los mensajes difundidos por los altavoces de Corea del Norte? ?Por qu¨¦ se ha dado esta vez tanta publicidad al asunto, desde el ministro de Defensa de Corea del Sur hasta las ediciones extras de la Prensa surcoreana, si en el pasado ha habido tambi¨¦n m¨²ltiples guerras psicol¨®gicas a trav¨¦s de los altavoces de Corea del Norte?
Seg¨²n respuestas de un alto funcionario surcoreano a la Prensa extranjera, "es responsabilidad del Gobierno surcoreano informar a la opini¨®n p¨²blica". "Adern¨¢s", a?adi¨® la misma fuente, "no es f¨¢cil calibrar las informaciones de uno de los pa¨ªses m¨¢s cerrados del mundo". Para este funcionario, el episodio de la difusi¨®n de la falsa muerte del l¨ªder norcoreano "no influir¨¢ en los asuntos internos de Corea del Sur", donde Gobierno y oposici¨®n est¨¢n casi en permanente conflicto a prop¨®sito de la apertura hacia la democracia y de la eventual elecci¨®n directa del presidente.
Sin embargo, algunos observadores subrayan el hecho de que Lho aprovechara ayer la situaci¨®n para pedir a los surcoreanos que est¨¦n "m¨¢s atentos contra una eventual agresi¨®n de Corea del Norte". Dada la actual situaci¨®n interna de Corea del Sur, tampoco se descarta que fuera una maniobra de Se¨²l para distraer la atenci¨®n de la poblaci¨®n.
Un portavoz de los 40.000 militares estadounidenses estacionados en Corea del Sur consider¨® "extremadamente dificil" saber a ciencia cierta qu¨¦ es lo que pasa en el norte.
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