Entierro multitudinario

Cientos de personas, entre ellas la casi totalidad de los alumnos del colegio Moli¨¨re (cerca de 700 ni?os), junto a sus familiares y otros escolares onubenses, llenaron ayer por la tarde el cementerio de La Soledad. Innumerables coronas y ramos de flores acompa?aron a los peque?os f¨¦retros blancos, que fueron depositados en dos nichos y en una fosa, respectivamente. El funeral se realiz¨® en la capilla del cementerio con una misa que ofrecieron cinco sacerdotes y a la que asistieron autoridades locales y provinciales.Los padres de los tres escolares recibieron numerosas muestras de condolencia tras el sepelio, especialmente los de Jes¨²s Carrasco Guerrero, que ya perdieron hace dos a?os a una hija de tres a?os al ser atropellada por un cami¨®n.

En el ¨¢nimo de los asistentes al entierro se dej¨® sentir una protesta un¨¢nime ante lo que se considera una falta de condiciones de seguridad de las cuevas existentes en los cabezos de la ciudad onubense, formas naturales, por otra parte, caracter¨ªsticas de una peculiar zona accidentada.

A pesar de que los resultados de la autopsia practicada horas antes del entierro no trascendieron, la opini¨®n sobre las causas de la muerte de los peque?os fue un¨¢nime: "Se trat¨® de un juego de cr¨ªos que acab¨® en un final tr¨¢gico". S¨®lo queda conocer qui¨¦nes y por qu¨¦ taparon la cueva.