La inflaci¨®n portuguesa ha descendido siete puntos este a?o
El Gobierno minoritario de Lisboa ha sabido aprovechar la favorable coyuntura internacional para mejorar sensiblemente el estado de la econom¨ªa portuguesa. Este a?o han mejorado sensiblemente las cuentas de la econom¨ªa y se ha frenado la inflaci¨®n, pero la pretendida reactivaci¨®n apenas ha quedado esbozada, frenada por la falta de confianza de los agentes econ¨®micos en una situaci¨®n pol¨ªtica precaria.Hace un a?o, la tasa de inflaci¨®n estaba situada en tomo al 19,3%, y al t¨¦rmino de 1986, de acuerdo con unas previsiones oficiales que est¨¢n pr¨¢cticamente confirmadas, va a quedar en el 12%. El precio del dinero se ha reducido en un 8,5% para estimular la inversi¨®n. El Gobierno no ha conseguido resultados apreciables en la lucha contra el desempleo, cuya tasa de mantiene en torno al 10%.
La nueva pol¨ªtica de tipos de inter¨¦s ha posibilitado el regreso de capitales expatriados, lo que va a determinar un super¨¢vit en la balanza de pagos del orden de los 1.500 millones de d¨®lares, muy superior a todas las previsiones. Al Gobierno presidido por el socialdem¨®crata An¨ªbal Cavaco Silva cabe atribuir, asimismo, una pol¨ªtica dinarnizadora del mercado de capitales, que ha llevado incluso a situaciones especulativas.
A finales de a?o, el mercado burs¨¢til de Lisboa ha vivido una extraordinaria animaci¨®n en virtud de numerosos lanzamientos de emisiones de acciones y obligaciones que han tenido buena acogida entre los inversores nacionales y extranjeros.
El Gobierno Cavaco Silva ha tratado de reducir el peso del sector estatal en la econom¨ªa del pa¨ªs, y en este empe?o no se ha anotado, por el momento, resultados tangibles.
Los intentos de racionalizaci¨®n, en algunos casos, y de reprivatizaci¨®n, en otros, de empresas nacionalizadas en la ¨¦poca revolucionaria de 1975 se han estrellado generalmente ante la oposici¨®n mayoritaria en el Parlamento. El sector empresarial del Estado presenta a fines de este a?o unas p¨¦rdidas globables de unos 600 millones de d¨®lares, sin contar los bancos estatales, alguno de los cuales atraviesa serias dificultades financieras.
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